Plan de lectura Bíblica en un
año
Vale la pena leer la Biblia porque
"toda la Escritura es inspirada por Dios, y es útil para
enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en Justicia" (2 Timoteo 3:16). En vista de que
toda la Biblia es la Palabra de Dios para nosotros, cada
libro y cada capitulo tiene un mensaje digno de leer y entender. Aunque nunca podamos comprender todos los
misterios de la Palabra de Dios, debemos procurar
encontrar el mensaje y la verdad de toda la Escritura, "a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra" (2
Timoteo 3:17).
La Biblia revela la naturaleza de Dios en sus
múltiples facetas. Necesitamos obtener una vista
panorámica del poder, la ira, el amor, la misericordia, la inteligencia, la sabiduría, la piedad y la grandeza de
Dios. De esta manera empezaremos a comprender que Él
es el mismo "Yo soy" del libro de Éxodo, el "Yo Soy" que también dijo: "Este es mi
Hijo amado, en quien tengo complacencia" (Mateo 3:17).
Leer toda la Biblia hace que descubramos lo
maravilloso que es Dios, que nos habla y que ama al ser
humano a quien creó. Como Cristo es Dios encarnado, el Nuevo Testamento debe ocupar un lugar prominente en
nuestro plan de lectura bíblica. Al estudiar la
profundidad y la majestuosidad de Dios tal como se revela en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, comenzamos a
tener una idea mas clara de lo que Él desea en nuestra
relación con otras personas y en nuestra relación con Él.
Sugerencias para leer
toda La Biblia
Así como el Espíritu Santo estuvo presente
cuando se escribieron las Escrituras, también debe estar
presente cuando leemos la Biblia. Es cierto que podemos leerla sin la guía del Espíritu Santo y no obstante
aprender ciertas cosas. Sin embargo, nunca encontraremos
la clave de la verdad y la aplicación de la Palabra de Dios hasta tanto pidamos al Espíritu Santo que abra
nuestras mentes y nos revele su verdad. Cada día, al comenzar a leer, oremos pidiendo que el Espíritu Santo de Dios nos ayude a entender lo que
leemos y aplicarlo a nuestra vida.
Aparte un tiempo definido cada día para leer
la Biblia. Lo ideal es al comenzar el día. Considere
ese momento una cita con Dios y sea fiel a esa cita. No importa cómo se sienta,
lea la Biblia todos los días. Ella siempre tiene un
mensaje para quien lee.
Lea la Escritura poniendo toda su atención,
sin dejarse apresurar por las limitaciones del tiempo
que haya preferido. Sumérjase profundamente en la Palabra de Dios y deje que las
personas, los acontecimientos y las enseñanzas se
conviertan en algo vivo.
Utilice herramientas de ayuda, como por
ejemplo comentarios, concordancias, diccionarios bíblicos y
mapas. Estos materiales enriquecerán su estudio, pero no permita que ocupen el lugar que le corresponde a la
Biblia.
No se preocupe si no entiende algunos
pasajes. A veces al continuar leyendo o consultar materiales
de ayuda, el panorama se aclara. Aun hoy en día los teólogos y otros eruditos siguen debatiendo el significado
de ciertas declaraciones y eventos de la Biblia. Dependa del Espíritu Santo para que lo guié a un mejor y más profundo entendimiento de
Dios y de su Palabra.
Tenga un cuaderno de notas o un diario de sus
lecturas. Registre allí lo que lee y todas las
observaciones y pensamientos que surjan durante la lectura. Escribir en sus
propias palabras lo que ha leído, le ayudará a recordar la
Palabra de Dios y aplicarla en su vida cotidiana.
A continuación se presenta el "Plan
de Lectura Bíblica en un año"
Cliqueando en la fecha
deseada podrá acceder a las lecturas bíblicas
correspondientes.
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Setiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre