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lunes, 12 de julio de 2010

Lectura Bíblica - Junio 14

*** Lecturas de Hoy ***
  • 1 Reyes 12:20-13:34
  • Hechos 9:26-43
  • Salmos 132:1-18
  • Proverbios 17:6

1 Reyes 12:20-13:34
12:20 Y aconteció que oyendo todo Israel que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarle a la congregación, y le hicieron rey sobre todo Israel, sin quedar tribu alguna que siguiese la casa de David, sino sólo la tribu de Judá. 12:21 Y cuando Roboam vino a Jerusalén, reunió a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil hombres, guerreros escogidos, con el fin de hacer guerra a la casa de Israel, y hacer volver el reino a Roboam hijo de Salomón. 12:22 Pero vino palabra de Jehová a Semaías varón de Dios, diciendo: 12:23 Habla a Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá y de Benjamín, y a los demás del pueblo, diciendo: 12:24 Así ha dicho Jehová: No vayáis, ni peleéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel; volveos cada uno a su casa, porque esto lo he hecho yo. Y ellos oyeron la palabra de Dios, y volvieron y se fueron, conforme a la palabra de Jehová.

El pecado de Jeroboam
12:25 Entonces reedificó Jeroboam a Siquem en el monte de Efraín, y habitó en ella; y saliendo de allí, reedificó a Penuel. 12:26 Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el reino a la casa de David, 12:27 si este pueblo subiere a ofrecer sacrificios en la casa de Jehová en Jerusalén; porque el corazón de este pueblo se volverá a su señor Roboam rey de Judá, y me matarán a mí, y se volverán a Roboam rey de Judá. 12:28 Y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto. 12:29 Y puso uno en Bet-el, y el otro en Dan. 12:30 Y esto fue causa de pecado; porque el pueblo iba a adorar delante de uno hasta Dan. 12:31 Hizo también casas sobre los lugares altos, e hizo sacerdotes de entre el pueblo, que no eran de los hijos de Leví. 12:32 Entonces instituyó Jeroboam fiesta solemne en el mes octavo, a los quince días del mes, conforme a la fiesta solemne que se celebraba en Judá; y sacrificó sobre un altar. Así hizo en Bet-el, ofreciendo sacrificios a los becerros que había hecho. Ordenó también en Bet-el sacerdotes para los lugares altos que él había fabricado. 12:33 Sacrificó, pues, sobre el altar que él había hecho en Bet-el, a los quince días del mes octavo, el mes que él había inventado de su propio corazón; e hizo fiesta a los hijos de Israel, y subió al altar para quemar incienso.

Capítulo 13
Un profeta de Judá amonesta a Jeroboam
13:1 He aquí que un varón de Dios por palabra de Jehová vino de Judá a Bet-el; y estando Jeroboam junto al altar para quemar incienso, 13:2 aquél clamó contra el altar por palabra de Jehová y dijo: Altar, altar, así ha dicho Jehová: He aquí que a la casa de David nacerá un hijo llamado Josías, el cual sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman sobre ti incienso, y sobre ti quemarán huesos de hombres. 13:3 Y aquel mismo día dio una señal, diciendo: Esta es la señal de que Jehová ha hablado: he aquí que el altar se quebrará, y la ceniza que sobre él está se derramará. 13:4 Cuando el rey Jeroboam oyó la palabra del varón de Dios, que había clamado contra el altar de Bet-el, extendiendo su mano desde el altar, dijo: ¡Prendedle! Mas la mano que había extendido contra él, se le secó, y no la pudo enderezar. 13:5 Y el altar se rompió, y se derramó la ceniza del altar, conforme a la señal que el varón de Dios había dado por palabra de Jehová. 13:6 Entonces respondiendo el rey, dijo al varón de Dios: Te pido que ruegues ante la presencia de Jehová tu Dios, y ores por mí, para que mi mano me sea restaurada. Y el varón de Dios oró a Jehová, y la mano del rey se le restauró, y quedó como era antes. 13:7 Y el rey dijo al varón de Dios: Ven conmigo a casa, y comerás, y yo te daré un presente. 13:8 Pero el varón de Dios dijo al rey: Aunque me dieras la mitad de tu casa, no iría contigo, ni comería pan ni bebería agua en este lugar. 13:9 Porque así me está ordenado por palabra de Jehová, diciendo: No comas pan, ni bebas agua, ni regreses por el camino que fueres. 13:10 Regresó, pues, por otro camino, y no volvió por el camino por donde había venido a Bet-el. 13:11 Moraba entonces en Bet-el un viejo profeta, al cual vino su hijo y le contó todo lo que el varón de Dios había hecho aquel día en Bet-el; le contaron también a su padre las palabras que había hablado al rey. 13:12 Y su padre les dijo: ¿Por qué camino se fue? Y sus hijos le mostraron el camino por donde había regresado el varón de Dios que había venido de Judá. 13:13 Y él dijo a sus hijos: Ensilladme el asno. Y ellos le ensillaron el asno, y él lo montó. 13:14 Y yendo tras el varón de Dios, le halló sentado debajo de una encina, y le dijo: ¿Eres tú el varón de Dios que vino de Judá? El dijo: Yo soy. 13:15 Entonces le dijo: Ven conmigo a casa, y come pan. 13:16 Mas él respondió: No podré volver contigo, ni iré contigo, ni tampoco comeré pan ni beberé agua contigo en este lugar. 13:17 Porque por palabra de Dios me ha sido dicho: No comas pan ni bebas agua allí, ni regreses por el camino por donde fueres. 13:18 Y el otro le dijo, mintiéndole: Yo también soy profeta como tú, y un ángel me ha hablado por palabra de Jehová, diciendo: Tráele contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua. 13:19 Entonces volvió con él, y comió pan en su casa, y bebió agua. 13:20 Y aconteció que estando ellos en la mesa, vino palabra de Jehová al profeta que le había hecho volver. 13:21 Y clamó al varón de Dios que había venido de Judá, diciendo: Así dijo Jehová: Por cuanto has sido rebelde al mandato de Jehová, y no guardaste el mandamiento que Jehová tu Dios te había prescrito, 13:22 sino que volviste, y comiste pan y bebiste agua en el lugar donde Jehová te había dicho que no comieses pan ni bebieses agua, no entrará tu cuerpo en el sepulcro de tus padres. 13:23 Cuando había comido pan y bebido, el que le había hecho volver le ensilló el asno. 13:24 Y yéndose, le topó un león en el camino, y le mató; y su cuerpo estaba echado en el camino, y el asno junto a él, y el león también junto al cuerpo. 13:25 Y he aquí unos que pasaban, y vieron el cuerpo que estaba echado en el camino, y el león que estaba junto al cuerpo; y vinieron y lo dijeron en la ciudad donde el viejo profeta habitaba. 13:26 Oyéndolo el profeta que le había hecho volver del camino, dijo: El varón de Dios es, que fue rebelde al mandato de Jehová; por tanto, Jehová le ha entregado al león, que le ha quebrantado y matado, conforme a la palabra de Jehová que él le dijo. 13:27 Y habló a sus hijos, y les dijo: Ensilladme un asno. Y ellos se lo ensillaron. 13:28 Y él fue, y halló el cuerpo tendido en el camino, y el asno y el león que estaban junto al cuerpo; el león no había comido el cuerpo, ni dañado al asno. 13:29 Entonces tomó el profeta el cuerpo del varón de Dios, y lo puso sobre el asno y se lo llevó. Y el profeta viejo vino a la ciudad, para endecharle y enterrarle. 13:30 Y puso el cuerpo en su sepulcro; y le endecharon, diciendo: ¡Ay, hermano mío! 13:31 Y después que le hubieron enterrado, habló a sus hijos, diciendo: Cuando yo muera, enterradme en el sepulcro en que está sepultado el varón de Dios; poned mis huesos junto a los suyos. 13:32 Porque sin duda vendrá lo que él dijo a voces por palabra de Jehová contra el altar que está en Bet-el, y contra todas las cosas de los lugares altos que están en las ciudades de Samaria. 13:33 Con todo esto, no se apartó Jeroboam de su mal camino, sino que volvió a hacer sacerdotes de los lugares altos de entre el pueblo, y a quien quería lo consagraba para que fuese de los sacerdotes de los lugares altos. 13:34 Y esto fue causa de pecado a la casa de Jeroboam, por lo cual fue cortada y raída de sobre la faz de la tierra.

Hechos 9:26-43
Saulo en Jerusalén
9:26 Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo. 9:27 Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús. 9:28 Y estaba con ellos en Jerusalén; y entraba y salía, 9:29 y hablaba denodadamente en el nombre del Señor, y disputaba con los griegos; pero éstos procuraban matarle. 9:30 Cuando supieron esto los hermanos, le llevaron hasta Cesarea, y le enviaron a Tarso. 9:31 Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo.

Curación de Eneas
9:32 Aconteció que Pedro, visitando a todos, vino también a los santos que habitaban en Lida. 9:33 Y halló allí a uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que estaba en cama, pues era paralítico. 9:34 Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó. 9:35 Y le vieron todos los que habitaban en Lida y en Sarón, los cuales se convirtieron al Señor

Dorcas es resucitada
9:36 Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. 9:37 Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. Después de lavada, la pusieron en una sala. 9:38 Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, a rogarle: No tardes en venir a nosotros. 9:39 Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas. 9:40 Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. 9:41 Y él, dándole la mano, la levantó; entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva. 9:42 Esto fue notorio en toda Jope, y muchos creyeron en el Señor. 9:43 Y aconteció que se quedó muchos días en Jope en casa de un cierto Simón, curtidor.

Salmos 132:1-18
Plegaria por bendición sobre el santuario
Cántico gradual.
132:1 Acuérdate, oh Jehová, de David,
Y de toda su aflicción;
132:2 De cómo juró a Jehová,
Y prometió al Fuerte de Jacob:
132:3 No entraré en la morada de mi casa,
Ni subiré sobre el lecho de mi estrado;
132:4 No daré sueño a mis ojos,
Ni a mis párpados adormecimiento,
132:5 Hasta que halle lugar para Jehová,
Morada para el Fuerte de Jacob.

132:6 He aquí en Efrata lo oímos;
Lo hallamos en los campos del bosque.
132:7 Entraremos en su tabernáculo;
Nos postraremos ante el estrado de sus pies.

132:8 Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo,
Tú y el arca de tu poder.
132:9 Tus sacerdotes se vistan de justicia,
Y se regocijen tus santos.
132:10 Por amor de David tu siervo
No vuelvas de tu ungido el rostro.

132:11 En verdad juró Jehová a David,
Y no se retractará de ello:
De tu descendencia pondré sobre tu trono.
132:12 Si tus hijos guardaren mi pacto,
Y mi testimonio que yo les enseñaré,
Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.

132:13 Porque Jehová ha elegido a Sion;
La quiso por habitación para sí.
132:14 Este es para siempre el lugar de mi reposo;
Aquí habitaré, porque la he querido.
132:15 Bendeciré abundantemente su provisión;
A sus pobres saciaré de pan.
132:16 Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes,
Y sus santos darán voces de júbilo.
132:17 Allí haré retoñar el poder de David;
He dispuesto lámpara a mi ungido.
132:18 A sus enemigos vestiré de confusión,
Mas sobre él florecerá su corona.


Proverbios 17:6
17:6 Corona de los viejos son los nietos,
Y la honra de los hijos, sus padres.

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