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jueves, 29 de julio de 2010

Lectura Bíblica - Agosto 02

*** Lecturas de Hoy ***
  • 2 Crónicas 32:1-33:13
  • Romanos 15:22-16:9
  • Salmos 25:16-22
  • Proverbios 20:16-18

2 Crónicas 32:1-33:13
Capítulo 32
Senaquerib invade a Judá
(2 R. 18. 13-37; Is. 36. 1-22)
32:1 Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib rey de los asirios e invadió a Judá, y acampó contra las ciudades fortificadas, con la intención de conquistarlas. 32:2 Viendo, pues, Ezequías la venida de Senaquerib, y su intención de combatir a Jerusalén , 32:3 Tuvo consejo con sus príncipes y con sus hombres valientes, para cegar las fuentes de agua que estaban fuera de la ciudad; y ellos le apoyaron. 32:4 Entonces se reunió mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que corría por a traves del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan? 32:5 Después con ánimo resuelto edificó Ezequías todos los muros caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por fuera: fortificó además a Milo en la ciudad de David, e hizo también muchas espadas y escudos. 32:6 Y puso capitanes de guerra sobre el pueblo, y los hizo reunir en la plaza de la puerta de la ciudad, y habló al corazón de ellos, diciendo: 32:7 Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. 32:8 Con él es el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos, y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá. 32:9 Después de esto Senaquerib rey de los asirios, mientras sitiaba a Laquis con todas sus fuerzas, envió sus siervos a Jerusalén para decir a Ezequías rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén : 32:10 Así ha dicho Senaquerib rey de los asirios: ¿En quién confiáis vosotros al resistir el sitio en Jerusalén? 32:11 ¿No os engaña Ezequías para entregaros a muerte, a hambre, y a sed, al decir: Jehová nuestro Dios nos librará de la mano del rey de Asiria? 32:12 ¿No es Ezequías el mismo que ha quitado sus lugares altos y sus altares, y ha dicho a Judá y a Jerusalén : Delante de este solo altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso? 32:13 ¿No habéis sabido lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de la tierra? ¿Pudieron los dioses de las naciones de esas tierras librar su tierra de mi mano? 32:14 ¿Qué dios hubo de entre todos los dioses de aquellas naciones que destruyeron mis padres, que pudiese salvar a su pueblo de mis manos? ¿Cómo podrá vuestro Dios libraros de mi mano? 32:15 Ahora, pues, no os engañe Ezequías, ni os persuada de ese modo, ni le creáis; que si ningún dios de todas aquellas naciones y reinos pudo librar a su pueblo de mis manos, y de las manos de mis padres, ¿cuánto menos vuestro Dios os podrá librar de mi mano? 32:16 Y otras cosas más hablaron sus siervos contra Jehová Dios, y contra su siervo Ezequías. 32:17 Además de esto escribió cartas en que blasfemaba contra Jehová el Dios de Israel, y hablaba contra él, diciendo: Como los dioses de las naciones de los países no pudieron librar su pueblo de mis manos, tampoco el Dios de Ezequías librará al suyo de mis manos. 32:18 Y clamaron a gran voz en judaico al pueblo de Jerusalén que estaba sobre los muros, para espantarles y atemorizarles, a fin de poder tomar la ciudad. 32:19 Y hablaron contra el Dios de Jerusalén , como contra los dioses de los pueblos de la tierra, que son obra de manos de hombres.

Jehová libra a Ezequías
(2 R. 19. 1-37; Is. 37. 1-38)
32:20 Mas el rey Ezequías, y el profeta Isaías hijo de Amoz, oraron por esto, y clamaron al cielo. 32:21 Y Jehová envió un ángel, el cual destruyó a todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Este se volvió por tanto, avergonzado a su tierra; y entrando en el templo de su dios, allí lo mataron a espada sus propios hijos. 32:22 Así salvó Jehová a Ezequías y a los moradores de Jerusalén de las manos de Senaquerib rey de Asiria, y de las manos de todos; y les dio reposo de todos lados. 32:23 Y muchos trajeron a Jerusalén ofrenda a Jehová, y ricos presentes a Ezequías rey de Judá; y fue muy engrandecido delante de todas las naciones después de esto.

Enfermedad de Ezequías
(2 R. 20. 1-11; Is. 38. 1-22)
32:24 En aquel tiempo Ezequías enfermó de muerte; y oró a Jehová, quien le respondió, y le dio una señal. 32:25 Mas Ezequías no correspondió al bien que le había sido hecho: sino que se enalteció su corazón, y vino la ira contra él, y contra Judá y Jerusalén . 32:26 Pero Ezequías, después de haberse enaltecido su corazón, se humilló, él y los moradores de Jerusalén ; y no vino sobre ellos la ira de Jehová en los días de Ezequías.

Ezequías recibe a los enviados de Babilonia
(2 R. 20. 12-19; Is. 39. 1-8)
32:27 Y tuvo Ezequías riquezas y gloria, muchas en gran manera; y adquirió tesoros de plata y oro, piedras preciosas, perfumes , escudos, y toda clase de joyas deseables. 32:28 Asimismo hizo depósitos para las rentas del grano, del vino, y del aceite; establos para toda clase de bestias, y apriscos para los ganados. 32:29 Adquirió también ciudades, y hatos de ovejas y de vacas en gran abundancia; porque Dios le había dado muchas riquezas. 32:30 Este Ezequías cubrió los manantiales de Gihón la de arriba, y condujo el agua hacia el occidente de la ciudad de David. Y fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo. 32:31 Mas en lo referente a los mensajeros de los príncipes de Babilonia, que enviaron a él para saber del prodigio que había acontecido en el país, Dios lo dejó, para probarle, para hacer conocer todo lo que estaba en su corazón.

Muerte de Ezequías
(2 R. 20. 20-21)
32:32 Los demás de los hechos de Ezequías, y de sus misericordias, he aquí todos están escritos en la profecía del profeta Isaías hijo de Amoz, en el libro de los reyes de Judá y de Israel. 32:33 Y durmió Ezequías con sus padres, y lo sepultaron en el lugar más prominente de los sepulcros de los hijos de David, honrándole en su muerte todo Judá y toda Jerusalén : y reinó en su lugar Manasés su hijo.

Capítulo 33
Reinado de Manasés
(2 R. 21. 1-18)
33:1 De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar, y cincuenta y cinco años reinó en Jerusalén. 33:2 Pero hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel: 33:3 Porque él reedificó los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a los baales, e hizo imágenes de Asera, y adoró a todo el ejército de los cielos, y les rindió culto. 33:4 Edificó también altares en la casa de Jehová, de la cual había dicho Jehová: En Jerusalén estará mi nombre perpetuamente. 33:5 Edificó asimismo altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Jehová. 33:6 Y pasó sus hijos por fuego en el valle de los hijos de Hinom; y observaba los tiempos, miraba en agüeros, era dado a adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores: se excedió en hacer lo malo ante los ojos de Jehová, hasta encender su ira. 33:7 Además de esto puso una imagen fundida que hizo, en la casa de Dios, de la cual había dicho Dios a David y a Salomón su hijo: En esta casa y en Jerusalén , la cual yo elegí sobre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre: 33:8 Y nunca más quitaré el pie de Israel de la tierra que yo entregué a vuestros padres, a condición de que guarden y hagan todas las cosas que yo les he mandado, toda la ley, los estatutos, y los preceptos, por medio de Moisés. 33:9 Manasés, pues, hizo extraviarse a Judá y a los moradores de Jerusalén , para hacer más mal que las naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel. 33:10 Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo, mas ellos no escucharon: 33:11 por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales aprisionaron con grillos a Manasés, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia. 33:12 Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres. 33:13 Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración, y lo restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios.

Romanos 15:22-16:9
Pablo se propone ir a Roma
15:22 Por esta causa me he visto impedido muchas veces de ir a vosotros. 15:23 Pero ahora, no teniendo más campo en estas regiones, y deseando desde hace muchos años ir a vosotros, 15:24 cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al pasar, y ser encaminado allá por vosotros, una vez que haya gozado con vosotros. 15:25 Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos. 15:26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén. 15:27 Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales. 15:28 Así que, cuando haya concluido esto, y les haya entregado este fruto, pasaré entre vosotros rumbo a España. 15:29 Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré con abundancia de la bendición del evangelio de Cristo. 15:30 Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios, 15:31 para que sea librado de los rebeldes que están en Judea, y que la ofrenda de mi servicio a los santos en Jerusalén sea acepta; 15:32 para que con gozo llegue a vosotros por la voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con vosotros. 15:33 Y el Dios de paz sea con todos vosotros. Amén.

Capítulo 16
Saludos personales
16:1 Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; 16:2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo. 16:3 Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, 16:4 que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles. 16:5 Saludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo. 16:6 Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre vosotros. 16:7 Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Cristo. 16:8 Saludad a Amplias, amado mío en el Señor. 16:9 Saludad a Urbano, nuestro colaborador en Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío.

Salmos 25:16-22
25:16 Mírame, y ten misericordia de mí,
Porque estoy solo y afligido.
25:17 Las angustias de mi corazón se han aumentado;
Sácame de mis congojas.
25:18 Mira mi aflicción y mi trabajo,
Y perdona todos mis pecados.
25:19 Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado,
Y con odio violento me aborrecen.
25:20 Guarda mi alma, y líbrame;
No sea yo avergonzado, porque en ti confié.
25:21 Integridad y rectitud me guarden,
Porque en ti he esperado.

25:22 Redime, oh Dios, a Israel
De todas sus angustias.


Proverbios 20:16-18
20:16 Quítale su ropa al que salió por fiador del extraño,
Y toma prenda del que sale fiador por los extraños.
20:17 Sabroso es al hombre el pan de mentira;
Pero después su boca será llena de cascajo.
20:18 Los pensamientos con el consejo se ordenan;
Y con dirección sabia se hace la guerra.

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