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El Plan de Dios para nuestra vida

Dios, nuestro Padre, tiene un plan especial para nuestra vida. Él nos da esta promesa en Jeremías 29:11: "Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis". Dios nos creó para que tengamos una relación con Él, con el fin de que pasemos la eternidad a su lado en el cielo después de morir.

Ante esto, saltan estas dos preguntas:

1. ¿Está usted convencido, en su vida espiritual, de que si hoy muriera iría al cielo?

2. ¿Qué le respondería usted a Dios si muriera hoy y se presentara ante Dios y Él le preguntara: "¿Por qué debo dejarte entrar al cielo?"

Si no está seguro de estas respuestas, permítame decirle que el cielo es un regalo de Dios: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios." (Efesios 2:8). No hay nada que nosotros podamos hacer para ganarlo, no importa cuánto nos esforcemos, no podemos salvarnos a nosotros mismos. No podemos ganar el cielo por ser buenos, por no hacer daño a nadie, por ir a la iglesia o por ser bautizados, la Biblia dice en Romanos 6:23: "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro." Aquí vemos que el castigo por el pecado es la muerte: la separación de nosotros y Dios para siempre.

Es el pecado el que nos impide tener una relación con Dios y la Biblia dice que todos nosotros somos pecadores, sin excepción: "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios." (Romanos 3:23). Dios es justo y por eso tiene que castigar nuestro pecado: "y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado." (Éxodo 34.7b)

¡Pero no se preocupe!, ahora viene la buena noticia. Dios es misericordioso y no quiere castigarnos, Él es amor (1ª Juan 4:8), y por este amor envió a su único Hijo, Jesús, a la tierra. Él vivió una vida perfecta, sin pecado, y después murió en la cruz para recibir el castigo por nuestros pecados: "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros." (Romanos 5:8)

Cristo nos compró un lugar en el cielo cuando murió en esa cruz, y nos lo ofrece gratuitamente. Él dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre, sino por mí." (Juan 14.6)

Así Dios nos regala la salvación, por medio de Su Hijo Jesús.

Ahora, para recibir este regalo, solamente lo podemos hacer por medio de la fe. La fe no es entendimiento intelectual, ni tampoco es algo temporal. La fe es confiar únicamente en Jesucristo para nuestra salvación. La Biblia dice: "…cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa." (Hechos 16:31). Para venir a Dios y vivir en el cielo después de morir, usted debe aceptar a Jesús como su Señor y Salvador personal, y para aceptar a Jesús como su Salvador, lo único que tiene que hacer es:

● Decirle a Dios que reconoce que es pecador.
● Creer que Jesús murió por sus pecados y que resucitó de los muertos.
● Darle el control de su vida.

Si ha entendido esto con claridad y le gustaría recibir el regalo de la vida eterna, transfiera toda su confianza en Jesús, reciba a Jesús resucitado y vivo, hágalo su Señor y suficiente Salvador y arrepiéntase de todos sus pecados.

He aquí un ejemplo de oración que le ayudará a saber cómo hacer esto.

Señor, sé que soy pecador y que mi pecado me separa de ti. Comprendo que no puedo hacer nada para ganar mi entrada al cielo. Creo que Jesús tomó el castigo por mis pecados al morir en la cruz y resucitar. Lo acepto como mi Señor y único Salvador. Trataré de ahora en adelante hacer lo mejor para agradarte todos los días de mi vida.

Gracias por perdonarme y salvarme en este momento. Te lo pido en el nombre de Jesús, Amén.

Si usted aceptó a Jesucristo como su Salvador, entonces puede tener la seguridad de que Él le oyó: "Todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo." (Romanos 10.13). También puede tener la certeza de su salvación, por cuanto en Juan 6:47, Jesús dijo: "De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna."

¡Usted acaba de empezar una relación con Dios, y puede tener la seguridad de que pasará la eternidad con Él en el cielo!

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