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miércoles, 28 de julio de 2010

Lectura Bíblica - Julio 29

*** Lecturas de Hoy ***
  • 2 Crónicas 24:1-25:28
  • Romanos 12:1-21
  • Salmos 22:19-31
  • Proverbios 20:8-10

2 Crónicas 24:1-25:28
Capítulo 24
Reinado de Joás de Judá
(2 R. 12. 1-21)
24:1 De siete años era Joás cuando comenzó a reinar, y cuarenta años reinó en Jerusalén . El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba. 24:2 E hizo Joás lo recto ante los ojos de Jehová todos los días de Joiada el sacerdote. 24:3 Y Joiada tomó para él dos mujeres; y engendró hijos e hijas. 24:4 Después de esto aconteció que Joás decidió restaurar la casa de Jehová. 24:5 Y reunió a los sacerdotes y los levitas, y les dijo: Salid por las ciudades de Judá, y recoged dinero de todo Israel, para que cada año sea reparada la casa de vuestro Dios; y vosotros poned diligencia en el asunto. Pero los levitas no pusieron diligencia. 24:6 Por lo cual el rey llamó al sumo sacerdote Joiada y le dijo: ¿Por qué no has procurado que los levitas traigan de Judá y de Jerusalén la ofrenda que Moisés siervo de Jehová impuso a la congregación de Israel para el tabernáculo del testimonio? 24:7 Porque la impía Atalía y sus hijos habían destruído la casa de Dios, y además habían gastado en los ídolos todas las cosas consagradas de la casa de Jehová. 24:8 Mandó, pues, el rey que hiciesen un arca, la cual pusieron fuera, a la puerta de la casa de Jehová; 24:9 e hicieron pregonar en Judá y en Jerusalén , que trajesen a Jehová la ofrenda que Moisés siervo de Dios había impuesto a Israel en el desierto. 24:10 Y todos los jefes y todo el pueblo se gozaron, y trajeron ofrendas, y las echaron en el arca hasta llenarla. 24:11 Y cuando venía el tiempo para llevar el arca al secretario del rey por mano de los levitas, cuando veían que había mucho dinero, venía el escriba del rey, y el que estaba puesto por el sumo sacerdote, y llevaban el arca, y la vaciában, y la volvían a su lugar. Así lo hacían de día en día, y recogían mucho dinero; 24:12 y el rey y Joiada lo daban a los que hacían el trabajo del servicio de la casa de Jehová, y tomaban canteros y carpinteros que reparasen la casa de Jehová, y artífices en hierro y bronce para componer la casa. 24:13 Hacían, pues, los artesanos la obra, y por sus manos la obra fue restaurada, y restituyeron la casa de Dios a su antigua condición, y la consolidaron. 24:14 Y cuando terminaron, trajeron al rey y a Joiada lo que quedaba del dinero, e hicieron de él utensilios para la casa de Jehová, utensilios para el servicio, morteros, cucharas, vasos de oro y de plata. Y sacrificaban holocaustos continuamente en la casa de Jehová todos los días de Joiada. 24:15 Mas Joiada envejeció, y murió lleno de días: de ciento y treinta años era cuando murió. 24:16 Y lo sepultaron en la ciudad de David con los reyes, por cuanto había hecho bien con Israel, y para con Dios, y con su casa. 24:17 Muerto Joiada, vinieron los príncipes de Judá, y ofrecieron obediencia al rey; y el rey los oyó. 24:18 Y desampararon la casa de Jehová el Dios de sus padres, y sirvieron a los símbolos de Asera y a las imágenes esculpidas. Entonces la ira de Dios vino sobre Judá y Jerusalén por este su pecado. 24:19 Y les envió profetas, para que los volviesen a Jehová, los cuales les amonestaron; mas ellos no los escucharon. 24:20 Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joiada; y puesto en pie, donde estaba más alto que el pueblo, les dijo: Así ha dicho Dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos de Jehová? No os vendrá bien por ello; porque por haber dejado a Jehová, el también os abandonará. 24:21 Pero ellos hicieron conspiración contra él, y por mandato del rey lo apedrearon hasta matarlo, en el patio de la casa de Jehová. 24:22 Así el rey Joás no se acordó de la misericordia que Joiada padre de Zacarías había hecho con él, antes mató a su hijo, quien dijo al morir: Jehová lo vea y lo demande. 24:23 A la vuelta del año subió contra él el ejército de Siria; y vinieron a Judá y a Jerusalén , y destruyeron en el pueblo a todos los principales de él, y enviaron todos el botín al rey a Damasco. 24:24 Porque aunque el ejército de Siria había venido con poca gente, Jehová entregó en sus manos un ejército muy numeroso, por cuanto habían dejado a Jehová el Dios de sus padres. Así ejecutaron juicios contra Joás. 24:25 Y cuando se fueron los sirios, lo dejaron agobiado por sus dolencias; y conspiraron contra él sus siervos a causa de la sangre de los hijos de Joiada el sacerdote, y lo hirieron en su cama, y murió: y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes. 24:26 Los que conspiraron contra él fueron Zabad, hijo de Simeat amonita, y Jozabad, hijo de Simrit moabita. 24:27 En cuanto a los hijos de Joás, y la multiplicación que hizo de las rentas, y la restauración de la casa de Jehová, he aquí está escrito en la historia del libro de los reyes. Y reinó en su lugar Amasías su hijo.

Capítulo 25
Reinado de Amasías
(2 R. 14. 1-22)
25:1 De veinticinco años era Amasías cuando comenzó a reinar, y veintinueve años reinó en Jerusalén : el nombre de su madre fue Joadan, de Jerusalén . 25:2 Hizo él lo recto ante los ojos de Jehová aunque no de perfecto corazón. 25:3 Y luego que fue confirmado en el reino, mató a los siervos que habían matado al rey su padre; 25:4 Pero no mató a los hijos de ellos, según lo que está escrito en la ley en el libro de Moisés, donde Jehová mandó diciendo: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres; mas cada uno morirá por su pecado. 25:5 Reunió luego Amasías a Judá, y con arreglo a las familias les puso jefes de millares y de centenas sobre todo Judá y Benjamín. Después puso en lista a todos los de veinte años arriba, y fueron hallados trescientos mil escogidos para salir a la guerra, que tenían lanza y escudo. 25:6 Y de Israel tomó a sueldo por cien talentos de plata, a cien mil hombres valientes,. 25:7 Mas un varón de Dios vino a él, y le dijo: Rey, no vaya contigo el ejército de Israel; porque Jehová no está con Israel, ni con todos los hijos de Efraín. 25:8 Pero si vas así, si lo haces, y te esfuerzas para pelear, Dios te hará caer delante de los enemigos; porque en Dios está el poder, o para ayudar, o para derribar. 25:9 Y Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué, pues, se hará de los cien talentos que he dado al ejército de Israel? Y el varón de Dios respondió: Jehová puede darte mucho más que esto. 25:10 Entonces Amasías apartó el ejército de la gente que había venido a él de Efraín, para que se fuesen a sus casas: y ellos se enojaron grandemente contra Judá, y volvieron a sus casas encolerizados. 25:11 Esforzándose entonces Amasías, sacó a su pueblo, y vino al Valle de la Sal: y mató de los hijos de Seir diez mil. 25:12 Y los hijos de Judá tomaron vivos a otros diez mil, los cuales llevaron a la cumbre de un peñasco, y de allí los despeñaron, y todos se hicieron pedazos. 25:13 Mas los del ejército que Amasías había despedido, para que no fuesen con él a la guerra, invadieron las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Bet-oron, y mataron a tres mil de ellos, y tomaron gran despojo. 25:14 Volviendo luego Amasías de la matanza de los edomitas, trajo también consigo los dioses de los hijos de Seir, y los puso ante sí por dioses, y los adoró, y les quemó incienso. 25:15 Por esto se encendió la ira de Jehová contra Amasías, y envió a él un profeta, que le dijo: ¿Por qué has buscado los dioses de otra nación, que no libraron a su pueblo de tus manos? 25:16 Y hablándole el profeta estas cosas, él le respondió: ¿te han puesto a ti por consejero del rey? Déjate de eso: ¿por qué quieres que te maten? Y cuando terminó de hablar, el profeta dijo luego: Yo sé que Dios ha decretado destruirte, porque has hecho esto, y no obedeciste mi consejo. 25:17 Y Amasías rey de Judá, después de tomar consejo, envió a decir a Joás, hijo de Joacaz hijo de Jehú, rey de Israel: Ven, y veámonos cara a cara. 25:18 Entonces Joás rey de Israel envió a decir a Amasías rey de Judá: El cardo que estaba en el Líbano, envió al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por mujer. Y he aquí que las bestias fieras que estaban en el Líbano, pasaron, y hollaron el cardo. 25:19 Tú dices: He aquí he derrotado a Edom; y tu corazón se enaltece para gloriarte. Quédate ahora en tu casa. ¿para qué te provocas un mal en que puedas caer tú y Judá contigo? 25:20 Mas Amasías no quiso oir; porque era la voluntad de Dios, que los quería entregar en manos de sus enemigos, por cuanto habían buscado los dioses de Edom. 25:21 Subió pues Joás rey de Israel, y se vieron cara a cara él y Amasías rey de Judá, en la batalla de Bet-semes, la cual es de Judá. 25:22 Pero cayó Judá delante de Israel, y huyó cada uno a su estancia. 25:23 Y Joás rey de Israel prendió en Bet-semes a Amasías rey de Judá, hijo de Joás hijo de Joacaz, y lo llevóa Jerusalén : y derribó el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta del ángulo, un tramo de cuatrocientos codos. 25:24 Asimismo tomó todo el oro y plata, y todos los utensilios que se hallaron en la casa de Dios en casa de Obed-edom, y los tesoros de la casa del rey, y los hijos de los nobles; después volvió a Samaria. 25:25 Y vivió Amasías hijo de Joás, rey de Judá, quince años después de la muerte de Joás hijo de Joacaz, rey de Israel. 25:26 Lo demás hechos de Amasías, primeros y postreros, ¿no están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel? 25:27 Desde el tiempo en que Amasías se apartó de Jehová, empezaron a conspirar contra él en Jerusalén ; y habiendo él huído a Laquis, enviaron tras él a Laquis, y allá lo mataron; 25:28 Y lo trajeron en caballos, y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de Judá.

Romanos 12:1-21
Capítulo 12
Deberes cristianos
12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. 12:4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, 12:5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. 12:6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 12:7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 12:8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría. 12:9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. 12:10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. 12:11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; 12:12 gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; 12:13 compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. 12:14 Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. 12:15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. 12:16 Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. 12:17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. 12:18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. 12:19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. 12:20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. 12:21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

Salmos 22:19-31
22:19 Mas tú, Jehová, no te alejes;
Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.
22:20 Libra de la espada mi alma,
Del poder del perro mi vida.
22:21 Sálvame de la boca del león,
Y líbrame de los cuernos de los búfalos.

22:22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos;
En medio de la congregación te alabaré.
22:23 Los que teméis a Jehová, alabadle;
Glorificadle, descendencia toda de Jacob,
Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel.
22:24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido, Ni de él escondió su rostro;
Sino que cuando clamó a él, le oyó.

22:25 De ti será mi alabanza en la gran congregación;
Mis votos pagaré delante de los que le temen.
22:26 Comerán los humildes, y serán saciados;
Alabarán a Jehová los que le buscan;
Vivirá vuestro corazón para siempre.
22:27 Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra,
Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.
22:28 Porque de Jehová es el reino,
Y él regirá las naciones.

22:29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;
Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,
Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.
22:30 La posteridad le servirá;
Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.
22:31 Vendrán, y anunciarán su justicia;
A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.


Proverbios 20:8-10
20:2 Como rugido de cachorro de león es el terror del rey;
El que lo enfurece peca contra sí mismo.
20:3 Honra es del hombre dejar la contienda;
Mas todo insensato se envolverá en ella.

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