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domingo, 4 de abril de 2010

Lectura Bíblica - Febrero 16

*** Lecturas de Hoy ***
  • Levítico 1:1-3:17
  • Marcos 1:29-2:12
  • Salmos 35:17-28
  • Proverbios 9:13-18

Levítico 1:1-3:17
Capítulo 1
Los holocaustos
1:1 Llamó Jehová a Moisés, y habló con él desde el tabernáculo de reunión, diciendo: 1:2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda. 1:3 Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová. 1:4 Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya. 1:5 Entonces degollará el becerro en la presencia de Jehová; y los sacerdotes hijos de Aarón ofrecerán la sangre, y la rociarán alrededor sobre el altar, el cual está a la puerta del tabernáculo de reunión. 1:6 Y desollará el holocausto, y lo dividirá en sus piezas. 1:7 Y los hijos del sacerdote Aarón pondrán fuego sobre el altar, y compondrán la leña sobre el fuego. 1:8 Luego los sacerdotes hijos de Aarón acomodarán las piezas, la cabeza y la grosura de los intestinos, sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar; 1:9 y lavará con agua los intestinos y las piernas, y el sacerdote hará arder todo sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová. 1:10 Si su ofrenda para holocausto fuere del rebaño, de las ovejas o de las cabras, macho sin defecto lo ofrecerá. 1:11 Y lo degollará al lado norte del altar delante de Jehová; y los sacerdotes hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar alrededor. 1:12 Lo dividirá en sus piezas, con su cabeza y la grosura de los intestinos; y el sacerdote las acomodará sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar; 1:13 y lavará las entrañas y las piernas con agua; y el sacerdote lo ofrecerá todo, y lo hará arder sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová. 1:14 Si la ofrenda para Jehová fuere holocausto de aves, presentará su ofrenda de tórtolas, o de palominos. 1:15 Y el sacerdote la ofrecerá sobre el altar, y le quitará la cabeza, y hará que arda en el altar; y su sangre será exprimida sobre la pared del altar. 1:16 Y le quitará el buche y las plumas, lo cual echará junto al altar, hacia el oriente, en el lugar de las cenizas. 1:17 Y la henderá por sus alas, pero no la dividirá en dos; y el sacerdote la hará arder sobre el altar, sobre la leña que estará en el fuego; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová.

Capítulo 2
Las ofrendas
2:1 Cuando alguna persona ofreciere oblación a Jehová, su ofrenda será flor de harina, sobre la cual echará aceite, y pondrá sobre ella incienso, 2:2 y la traerá a los sacerdotes, hijos de Aarón; y de ello tomará el sacerdote su puño lleno de la flor de harina y del aceite, con todo el incienso, y lo hará arder sobre el altar para memorial; ofrenda encendida es, de olor grato a Jehová. 2:3 Y lo que resta de la ofrenda será de Aarón y de sus hijos; es cosa santísima de las ofrendas que se queman para Jehová. 2:4 Cuando ofrecieres ofrenda cocida en horno, será de tortas de flor de harina sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite. 2:5 Mas si ofrecieres ofrenda de sartén, será de flor de harina sin levadura, amasada con aceite, 2:6 la cual partirás en piezas, y echarás sobre ella aceite; es ofrenda. 2:7 Si ofrecieres ofrenda cocida en cazuela, se hará de flor de harina con aceite. 2:8 Y traerás a Jehová la ofrenda que se hará de estas cosas, y la presentarás al sacerdote, el cual la llevará al altar. 2:9 Y tomará el sacerdote de aquella ofrenda lo que sea para su memorial, y lo hará arder sobre el altar; ofrenda encendida de olor grato a Jehová. 2:10 Y lo que resta de la ofrenda será de Aarón y de sus hijos; es cosa santísima de las ofrendas que se queman para Jehová. 2:11 Ninguna ofrenda que ofreciereis a Jehová será con levadura; porque de ninguna cosa leuda, ni de ninguna miel, se ha de quemar ofrenda para Jehová. 2:12 Como ofrenda de primicias las ofreceréis a Jehová; mas no subirán sobre el altar en olor grato. 2:13 Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal. 2:14 Si ofrecieres a Jehová ofrenda de primicias, tostarás al fuego las espigas verdes, y el grano desmenuzado ofrecerás como ofrenda de tus primicias. 2:15 Y pondrás sobre ella aceite, y pondrás sobre ella incienso; es ofrenda. 2:16 Y el sacerdote hará arder el memorial de él, parte del grano desmenuzado y del aceite, con todo el incienso; es ofrenda encendida para Jehová.

Capítulo 3
Ofrendas de paz
3:1 Si su ofrenda fuere sacrificio de paz, si hubiere de ofrecerla de ganado vacuno, sea macho o hembra, sin defecto la ofrecerá delante de Jehová. 3:2 Pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y la degollará a la puerta del tabernáculo de reunión; y los sacerdotes hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar alrededor. 3:3 Luego ofrecerá del sacrificio de paz, como ofrenda encendida a Jehová, la grosura que cubre los intestinos, y toda la grosura que está sobre las entrañas, 3:4 y los dos riñones y la grosura que está sobre ellos, y sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de los intestinos que está sobre el hígado. 3:5 Y los hijos de Aarón harán arder esto en el altar, sobre el holocausto que estará sobre la leña que habrá encima del fuego; es ofrenda de olor grato para Jehová. 3:6 Mas si de ovejas fuere su ofrenda para sacrificio de paz a Jehová, sea macho o hembra, la ofrecerá sin defecto. 3:7 Si ofreciere cordero por su ofrenda, lo ofrecerá delante de Jehová. 3:8 Pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y después la degollará delante del tabernáculo de reunión; y los hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar alrededor. 3:9 Y del sacrificio de paz ofrecerá por ofrenda encendida a Jehová la grosura, la cola entera, la cual quitará a raíz del espinazo, la grosura que cubre todos los intestinos, y toda la que está sobre las entrañas. 3:10 Asimismo los dos riñones y la grosura que está sobre ellos, y la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de sobre el hígado. 3:11 Y el sacerdote hará arder esto sobre el altar; vianda es de ofrenda encendida para Jehová. 3:12 Si fuere cabra su ofrenda, la ofrecerá delante de Jehová. 3:13 Pondrá su mano sobre la cabeza de ella, y la degollará delante del tabernáculo de reunión; y los hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar alrededor. 3:14 Después ofrecerá de ella su ofrenda encendida a Jehová; la grosura que cubre los intestinos, y toda la grosura que está sobre las entrañas, 3:15 los dos riñones, la grosura que está sobre ellos, y la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de sobre el hígado. 3:16 Y el sacerdote hará arder esto sobre el altar; vianda es de ofrenda que se quema en olor grato a Jehová; toda la grosura es de Jehová. 3:17 Estatuto perpetuo será por vuestras edades, dondequiera que habitéis, que ninguna grosura ni ninguna sangre comeréis.

Marcos 1:29-2:12
Jesús sana a la suegra de Pedro
(Mt. 8. 14-15; Lc. 4. 38-39)
1:29 Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan. 1:30 Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella. 1:31 Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía.

Muchos sanados al ponerse el sol
(Mt. 8. 16-17; Lc. 4. 40-41)
1:32 Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; 1:33 y toda la ciudad se agolpó a la puerta. 1:34 Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.

Jesús recorre Galilea predicando
(Lc. 4. 42-44)
1:35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. 1:36 Y le buscó Simón, y los que con él estaban; 1:37 y hallándole, le dijeron: Todos te buscan. 1:38 El les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido. 1:39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.

Jesús sana a un leproso
(Mt. 8. 1-4; Lc. 5. 12-16)
1:40 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 1:41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 1:42 Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio. 1:43 Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego, 1:44 y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos. 1:45 Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.

Capítulo 2
Jesús sana a un paralítico
(Mt. 9. 1-8; Lc. 5. 17-26)
2:1 Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. 2:2 E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. 2:3 Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. 2:4 Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. 2:5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. 2:6 Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: 2:7 ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? 2:8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? 2:9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? 2:10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): 2:11 A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. 2:12 Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.

Salmos 35:17-28
35:17 Señor, ¿hasta cuándo verás esto?
Rescata mi alma de sus destrucciones, mi vida de los leones.
35:18 Te confesaré en grande congregación;
Te alabaré entre numeroso pueblo.

35:19 No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos,
Ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo.
35:20 Porque no hablan paz;
Y contra los mansos de la tierra piensan palabras engañosas.
35:21 Ensancharon contra mí su boca;
Dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!

35:22 Tú lo has visto, oh Jehová; no calles;
Señor, no te alejes de mí.
35:23 Muévete y despierta para hacerme justicia,
Dios mío y Señor mío, para defender mi causa.
35:24 Júzgame conforme a tu justicia, Jehová Dios mío,
Y no se alegren de mí.
35:25 No digan en su corazón: ¡Ea, alma nuestra!
No digan: ¡Le hemos devorado!
35:26 Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran;
Vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.

35:27 Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa,
Y digan siempre: Sea exaltado Jehová,
Que ama la paz de su siervo.
35:28 Y mi lengua hablará de tu justicia
Y de tu alabanza todo el día.


Proverbios 9:13-18
9:13 La mujer insensata es alborotadora;
Es simple e ignorante.
9:14 Se sienta en una silla a la puerta de su casa,
En los lugares altos de la ciudad,
9:15 Para llamar a los que pasan por el camino,
Que van por sus caminos derechos.
9:16 Dice a cualquier simple: Ven acá.
A los faltos de cordura dijo:
9:17 Las aguas hurtadas son dulces,
Y el pan comido en oculto es sabroso.
9:18 Y no saben que allí están los muertos;
Que sus convidados están en lo profundo del Seol.

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