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lunes, 12 de abril de 2010

Lectura Bíblica - Marzo 03

*** Lecturas de Hoy ***
  • Levítico 27:14-Números 1:54
  • Marcos 11:1-26
  • Salmos 46:1-11
  • Proverbios 10:23

Levítico 27:14-Números 1:54
27:14 Cuando alguno dedicare su casa consagrándola a Jehová, la valorará el sacerdote, sea buena o sea mala; según la valorare el sacerdote, así quedará. 27:15 Mas si el que dedicó su casa deseare rescatarla, añadirá a tu valuación la quinta parte del valor de ella, y será suya. 27:16 Si alguno dedicare de la tierra de su posesión a Jehová, tu estimación será conforme a su siembra; un homer de siembra de cebada se valorará en cincuenta siclos de plata. 27:17 Y si dedicare su tierra desde el año del jubileo, conforme a tu estimación quedará. 27:18 Mas si después del jubileo dedicare su tierra, entonces el sacerdote hará la cuenta del dinero conforme a los años que quedaren hasta el año del jubileo, y se rebajará de tu estimación. 27:19 Y si el que dedicó la tierra quisiere redimirla, añadirá a tu estimación la quinta parte del precio de ella, y se le quedará para él. 27:20 Mas si él no rescatare la tierra, y la tierra se vendiere a otro, no la rescatará más; 27:21 sino que cuando saliere en el jubileo, la tierra será santa para Jehová, como tierra consagrada; la posesión de ella será del sacerdote. 27:22 Y si dedicare alguno a Jehová la tierra que él compró, que no era de la tierra de su herencia, 27:23 entonces el sacerdote calculará con él la suma de tu estimación hasta el año del jubileo, y aquel día dará tu precio señalado, cosa consagrada a Jehová. 27:24 En el año del jubileo, volverá la tierra a aquél de quien él la compró, cuya es la herencia de la tierra. 27:25 Y todo lo que valorares será conforme al siclo del santuario; el siclo tiene veinte geras. 27:26 Pero el primogénito de los animales, que por la primogenitura es de Jehová, nadie lo dedicará; sea buey u oveja, de Jehová es. 27:27 Mas si fuere de los animales inmundos, lo rescatarán conforme a tu estimación, y añadirán sobre ella la quinta parte de su precio; y si no lo rescataren, se venderá conforme a tu estimación. 27:28 Pero no se venderá ni se rescatará ninguna cosa consagrada, que alguno hubiere dedicado a Jehová; de todo lo que tuviere, de hombres y animales, y de las tierras de su posesión, todo lo consagrado será cosa santísima para Jehová. 27:29 Ninguna persona separada como anatema podrá ser rescatada; indefectiblemente ha de ser muerta. 27:30 Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová. 27:31 Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su precio por ello. 27:32 Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová. 27:33 No mirará si es bueno o malo, ni lo cambiará; y si lo cambiare, tanto él como el que se dio en cambio serán cosas sagradas; no podrán ser rescatados. 27:34 Estos son los mandamientos que ordenó Jehová a Moisés para los hijos de Israel, en el monte de Sinaí.

Números - Capítulo 1
Censo de Israel en Sinaí
1:1 Habló Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, en el tabernáculo de reunión, en el día primero del mes segundo, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, diciendo: 1:2 Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de Israel por sus familias, por las casas de sus padres, con la cuenta de los nombres, todos los varones por sus cabezas. 1:3 De veinte años arriba, todos los que pueden salir a la guerra en Israel, los contaréis tú y Aarón por sus ejércitos. 1:4 Y estará con vosotros un varón de cada tribu, cada uno jefe de la casa de sus padres. 1:5 Estos son los nombres de los varones que estarán con vosotros: De la tribu de Rubén, Elisur hijo de Sedeur. 1:6 De Simeón, Selumiel hijo de Zurisadai. 1:7 De Judá, Naasón hijo de Aminadab. 1:8 De Isacar, Natanael hijo de Zuar. 1:9 De Zabulón, Eliab hijo de Helón. 1:10 De los hijos de José: de Efraín, Elisama hijo de Amiud; de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur. 1:11 De Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni. 1:12 De Dan, Ahiezer hijo de Amisadai. 1:13 De Aser, Pagiel hijo de Ocrán. 1:14 De Gad, Eliasaf hijo de Deuel. 1:15 De Neftalí, Ahira hijo de Enán. 1:16 Estos eran los nombrados de entre la congregación, príncipes de las tribus de sus padres, capitanes de los millares de Israel. 1:17 Tomaron, pues, Moisés y Aarón a estos varones que fueron designados por sus nombres, 1:18 y reunieron a toda la congregación en el día primero del mes segundo, y fueron agrupados por familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres por cabeza, de veinte años arriba. 1:19 Como Jehová lo había mandado a Moisés, los contó en el desierto de Sinaí. 1:20 De los hijos de Rubén, primogénito de Israel, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres por cabeza, todos los varones de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra; 1:21 los contados de la tribu de Rubén fueron cuarenta y seis mil quinientos. 1:22 De los hijos de Simeón, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, fueron contados conforme a la cuenta de los nombres por cabeza, todos los varones de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra; 1:23 los contados de la tribu de Simeón fueron cincuenta y nueve mil trescientos. 1:24 De los hijos de Gad, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra; 1:25 los contados de la tribu de Gad fueron cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta. 1:26 De los hijos de Judá, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra; 1:27 los contados de la tribu de Judá fueron setenta y cuatro mil seiscientos. 1:28 De los hijos de Isacar, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra; 1:29 los contados de la tribu de Isacar fueron cincuenta y cuatro mil cuatrocientos. 1:30 De los hijos de Zabulón, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de sus nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra; 1:31 los contados de la tribu de Zabulón fueron cincuenta y siete mil cuatrocientos. 1:32 De los hijos de José; de los hijos de Efraín, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra; 1:33 los contados de la tribu de Efraín fueron cuarenta mil quinientos. 1:34 Y de los hijos de Manasés, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra; 1:35 los contados de la tribu de Manasés fueron treinta y dos mil doscientos. 1:36 De los hijos de Benjamín, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra; 1:37 los contados de la tribu de Benjamín fueron treinta y cinco mil cuatrocientos. 1:38 De los hijos de Dan, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra; 1:39 los contados de la tribu de Dan fueron sesenta y dos mil setecientos. 1:40 De los hijos de Aser, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra; 1:41 los contados de la tribu de Aser fueron cuarenta y un mil quinientos. 1:42 De los hijos de Neftalí, por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra; 1:43 los contados de la tribu de Neftalí fueron cincuenta y tres mil cuatrocientos. 1:44 Estos fueron los contados, los cuales contaron Moisés y Aarón, con los príncipes de Israel, doce varones, uno por cada casa de sus padres. 1:45 Y todos los contados de los hijos de Israel por las casas de sus padres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra en Israel, 1:46 fueron todos los contados seiscientos tres mil quinientos cincuenta.

Nombramiento de los levitas
1:47 Pero los levitas, según la tribu de sus padres, no fueron contados entre ellos; 1:48 porque habló Jehová a Moisés, diciendo: 1:49 Solamente no contarás la tribu de Leví, ni tomarás la cuenta de ellos entre los hijos de Israel, 1:50 sino que pondrás a los levitas en el tabernáculo del testimonio, y sobre todos sus utensilios, y sobre todas las cosas que le pertenecen; ellos llevarán el tabernáculo y todos sus enseres, y ellos servirán en él, y acamparán alrededor del tabernáculo. 1:51 Y cuando el tabernáculo haya de trasladarse, los levitas lo desarmarán, y cuando el tabernáculo haya de detenerse, los levitas lo armarán; y el extraño que se acercare morirá. 1:52 Los hijos de Israel acamparán cada uno en su campamento, y cada uno junto a su bandera, por sus ejércitos; 1:53 pero los levitas acamparán alrededor del tabernáculo del testimonio, para que no haya ira sobre la congregación de los hijos de Israel; y los levitas tendrán la guarda del tabernáculo del testimonio. 1:54 E hicieron los hijos de Israel conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés; así lo hicieron.

Marcos 11:1-26
Capítulo 11
La entrada triunfal en Jerusalén
(Mt. 21. 1-11; Lc. 19. 28-40; Jn. 12. 12-19)
11:1 Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, 11:2 y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. 11:3 Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. 11:4 Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron. 11:5 Y unos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino? 11:6 Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron. 11:7 Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. 11:8 También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. 11:9 Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! 11:10 ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas! 11:11 Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce.

Maldición de la higuera estéril
(Mt. 21. 18-19)
11:12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre. 11:13 Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. 11:14 Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.

Purificación del templo
(Mt. 21. 12-17; Lc. 19. 45-48; Jn. 2. 13-22)
11:15 Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; 11:16 y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno. 11:17 Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. 11:18 Y lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarle; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina. 11:19 Pero al llegar la noche, Jesús salió de la ciudad.

La higuera maldecida se seca
(Mt. 21. 19-22)
11:20 Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. 11:21 Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado. 11:22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. 11:23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 11:24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. 11:25 Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. 11:26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.

Salmos 46:1-11
Capítulo 46
Dios es nuestro amparo y fortaleza
Al músico principal; de los hijos de Coré. Salmo sobre Alamot.
46:1 Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
46:2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;
46:3 Aunque bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah

46:4 Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios,
El santuario de las moradas del Altísimo.
46:5 Dios está en medio de ella; no será conmovida.
Dios la ayudará al clarear la mañana.
46:6 Bramaron las naciones, titubearon los reinos;
Dio él su voz, se derritió la tierra.
46:7 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

46:8 Venid, ved las obras de Jehová,
Que ha puesto asolamientos en la tierra.
46:9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra.
Que quiebra el arco, corta la lanza,
Y quema los carros en el fuego.
46:10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
46:11 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah


Proverbios 10:23
10:23 El hacer maldad es como una diversión al insensato;
Mas la sabiduría recrea al hombre de entendimiento.

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