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martes, 11 de mayo de 2010

Lectura Bíblica - Marzo 30

*** Lecturas de Hoy ***
  • Deuteronomio 13:1-15:23
  • Lucas 8:40-9:6
  • Salmos 71:1-24
  • Proverbios 12:5-7

Deuteronomio 13:1-15:23
Capítulo 13
13:1 Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, 13:2 y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; 13:3 no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. 13:4 En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. 13:5 Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti. 13:6 Si te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis, 13:7 de los dioses de los pueblos que están en vuestros alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de ella; 13:8 no consentirás con él, ni le prestarás oído; ni tu ojo le compadecerá, ni le tendrás misericordia, ni lo encubrirás, 13:9 sino que lo matarás; tu mano se alzará primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el pueblo. 13:10 Le apedrearás hasta que muera, por cuanto procuró apartarte de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; 13:11 para que todo Israel oiga, y tema, y no vuelva a hacer en medio de ti cosa semejante a esta. 13:12 Si oyeres que se dice de alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da para vivir en ellas, 13:13 que han salido de en medio de ti hombres impíos que han instigado a los moradores de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que vosotros no conocisteis; 13:14 tú inquirirás, y buscarás y preguntarás con diligencia; y si pareciere verdad, cosa cierta, que tal abominación se hizo en medio de ti, 13:15 irremisiblemente herirás a filo de espada a los moradores de aquella ciudad, destruyéndola con todo lo que en ella hubiere, y también matarás sus ganados a filo de espada. 13:16 Y juntarás todo su botín en medio de la plaza, y consumirás con fuego la ciudad y todo su botín, todo ello, como holocausto a Jehová tu Dios, y llegará a ser un montón de ruinas para siempre; nunca más será edificada. 13:17 Y no se pegará a tu mano nada del anatema, para que Jehová se aparte del ardor de su ira, y tenga de ti misericordia, y tenga compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres, 13:18 cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te mando hoy, para hacer lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios.

Capítulo 14
14:1 Hijos sois de Jehová vuestro Dios; no os sajaréis, ni os raparéis a causa de muerto. 14:2 Porque eres pueblo santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra.

Animales limpios e inmundos
(Lv. 11.1-47)
14:3 Nada abominable comerás. 14:4 Estos son los animales que podréis comer: el buey, la oveja, la cabra, 14:5 el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra montés, el íbice, el antílope y el carnero montés. 14:6 Y todo animal de pezuñas, que tiene hendidura de dos uñas, y que rumiare entre los animales, ese podréis comer. 14:7 Pero estos no comeréis, entre los que rumian o entre los que tienen pezuña hendida: camello, liebre y conejo; porque rumian, mas no tienen pezuña hendida, serán inmundos; 14:8 ni cerdo, porque tiene pezuña hendida, mas no rumia; os será inmundo. De la carne de éstos no comeréis, ni tocaréis sus cuerpos muertos. 14:9 De todo lo que está en el agua, de estos podréis comer: todo lo que tiene aleta y escama. 14:10 Mas todo lo que no tiene aleta y escama, no comeréis; inmundo será. 14:11 Toda ave limpia podréis comer. 14:12 Y estas son de las que no podréis comer: el águila, el quebrantahuesos, el azor, 14:13 el gallinazo, el milano según su especie, 14:14 todo cuervo según su especie, 14:15 el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán según sus especies, 14:16 el buho, el ibis, el calamón, 14:17 el pelícano, el buitre, el somormujo, 14:18 la cigüeña, la garza según su especie, la abubilla y el murciélago. 14:19 Todo insecto alado será inmundo; no se comerá. 14:20 Toda ave limpia podréis comer. 14:21 Ninguna cosa mortecina comeréis; al extranjero que está en tus poblaciones la darás, y él podrá comerla; o véndela a un extranjero, porque tú eres pueblo santo a Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.

La ley del diezmo
14:22 Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año. 14:23 Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días. 14:24 Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te bendijere, 14:25 entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios escogiere; 14:26 y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia. 14:27 Y no desampararás al levita que habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad contigo. 14:28 Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades. 14:29 Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren.

Capítulo 15
El año de remisión
15:1 Cada siete años harás remisión. 15:2 Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisión de Jehová. 15:3 Del extranjero demandarás el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano, 15:4 para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión, 15:5 si escuchares fielmente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy. 15:6 Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio.

Préstamos a los pobres
15:7 Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, 15:8 sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite. 15:9 Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará por pecado. 15:10 Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas. 15:11 Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.

Leyes sobre los esclavos
(Ex. 21.1-11)
15:12 Si se vendiere a ti tu hermano hebreo o hebrea, y te hubiere servido seis años, al séptimo le despedirás libre. 15:13 Y cuando lo despidieres libre, no le enviarás con las manos vacías. 15:14 Le abastecerás liberalmente de tus ovejas, de tu era y de tu lagar; le darás de aquello en que Jehová te hubiere bendecido. 15:15 Y te acordarás de que fuiste siervo en la tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te rescató; por tanto yo te mando esto hoy. 15:16 Si él te dijere: No te dejaré; porque te ama a ti y a tu casa, y porque le va bien contigo; 15:17 entonces tomarás una lesna, y horadarás su oreja contra la puerta, y será tu siervo para siempre; así también harás a tu criada. 15:18 No te parezca duro cuando le enviares libre, pues por la mitad del costo de un jornalero te sirvió seis años; y Jehová tu Dios te bendecirá en todo cuanto hicieres.

Consagración de los primogénitos machos
15:19 Consagrarás a Jehová tu Dios todo primogénito macho de tus vacas y de tus ovejas; no te servirás del primogénito de tus vacas, ni trasquilarás el primogénito de tus ovejas. 15:20 Delante de Jehová tu Dios los comerás cada año, tú y tu familia, en el lugar que Jehová escogiere. 15:21 Y si hubiere en él defecto, si fuere ciego, o cojo, o hubiere en él cualquier falta, no lo sacrificarás a Jehová tu Dios. 15:22 En tus poblaciones lo comerás; el inmundo lo mismo que el limpio comerán de él, como de una gacela o de un ciervo. 15:23 Solamente que no comas su sangre; sobre la tierra la derramarás como agua.

Lucas 8:40-9:6
La hija de Jairo, y la mujer que tocó el manto de Jesús
(Mt. 9.18-26; Mr. 5.21-43)
8:40 Cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban. 8:41 Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa; 8:42 porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Y mientras iba, la multitud le oprimía. 8:43 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, 8:44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre. 8:45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado? 8:46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí. 8:47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada. 8:48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz. 8:49 Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro. 8:50 Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva. 8:51 Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan, y al padre y a la madre de la niña. 8:52 Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme. 8:53 Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta. 8:54 Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate. 8:55 Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer. 8:56 Y sus padres estaban atónitos; pero Jesús les mandó que a nadie dijesen lo que había sucedido.

Capítulo 9
Misión de los doce discípulos
(Mt. 10.5-15; Mr. 6.7-13)
9:1 Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. 9:2 Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos. 9:3 Y les dijo:No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas. 9:4 Y en cualquier casa donde entréis, quedad allí, y de allí salid. 9:5 Y dondequiera que no os recibieren, salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos. 9:6 Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes.

Salmos 71:1-24
Capítulo 71
Oración de un anciano
71:1 En ti, oh Jehová, me he refugiado;
No sea yo avergonzado jamás.
71:2 Socórreme y líbrame en tu justicia;
Inclina tu oído y sálvame.
71:3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente.
Tú has dado mandamiento para salvarme,
Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.

71:4 Dios mío, líbrame de la mano del impío,
De la mano del perverso y violento.
71:5 Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,
Seguridad mía desde mi juventud.
71:6 En ti he sido sustentado desde el vientre;
De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó;
De ti será siempre mi alabanza.

71:7 Como prodigio he sido a muchos,
Y tú mi refugio fuerte.
71:8 Sea llena mi boca de tu alabanza,
De tu gloria todo el día.
71:9 No me deseches en el tiempo de la vejez;
Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
71:10 Porque mis enemigos hablan de mí,
Y los que acechan mi alma consultaron juntamente,
71:11 Diciendo: Dios lo ha desamparado;
Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre.

71:12 Oh Dios, no te alejes de mí;
Dios mío, acude pronto en mi socorro.
71:13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma;
Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan.
71:14 Mas yo esperaré siempre,
Y te alabaré más y más.
71:15 Mi boca publicará tu justicia
Y tus hechos de salvación todo el día,
Aunque no sé su número.
71:16 Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor;
Haré memoria de tu justicia, de la tuya sola.

71:17 Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud,
Y hasta ahora he manifestado tus maravillas.
71:18 Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares,
Hasta que anuncie tu poder a la posteridad,
Y tu potencia a todos los que han de venir,
71:19 Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso.

Tú has hecho grandes cosas;
Oh Dios, ¿quién como tú?
71:20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males,
Volverás a darme vida,
Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.
71:21 Aumentarás mi grandeza,
Y volverás a consolarme.

71:22 Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio,
Oh Dios mío; tu verdad cantaré a ti en el arpa,
Oh Santo de Israel.
71:23 Mis labios se alegrarán cuando cante a ti,
Y mi alma, la cual redimiste.
71:24 Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día;
Por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban.


Proverbios 12:5-7
12:5 Los pensamientos de los justos son rectitud;
Mas los consejos de los impíos, engaño.
12:6 Las palabras de los impíos son asechanzas para derramar sangre;
Mas la boca de los rectos los librará.
12:7 Dios trastornará a los impíos, y no serán más;
Pero la casa de los justos permanecerá firme.

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