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sábado, 1 de mayo de 2010

Lectura Bíblica - Marzo 20

*** Lecturas de Hoy ***
  • Números 30:1-31:54
  • Lucas 4:1-30
  • Salmos 63:1-11
  • Proverbios 11:20-21

Números 30:1-31:54
Capítulo 30
Ley de los votos
30:1 Habló Moisés a los príncipes de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado. 30:2 Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca. 30:3 Mas la mujer, cuando hiciere voto a Jehová, y se ligare con obligación en casa de su padre, en su juventud; 30:4 si su padre oyere su voto, y la obligación con que ligó su alma, y su padre callare a ello, todos los votos de ella serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será. 30:5 Mas si su padre le vedare el día que oyere todos sus votos y sus obligaciones con que ella hubiere ligado su alma, no serán firmes; y Jehová la perdonará, por cuanto su padre se lo vedó. 30:6 Pero si fuere casada e hiciere votos, o pronunciare de sus labios cosa con que obligue su alma; 30:7 si su marido lo oyere, y cuando lo oyere callare a ello, los votos de ella serán firmes, y la obligación con que ligó su alma, firme será. 30:8 Pero si cuando su marido lo oyó, le vedó, entonces el voto que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo; y Jehová la perdonará. 30:9 Pero todo voto de viuda o repudiada, con que ligare su alma, será firme. 30:10 Y si hubiere hecho voto en casa de su marido, y hubiere ligado su alma con obligación de juramento, 30:11 si su marido oyó, y calló a ello y no le vedó, entonces todos sus votos serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será. 30:12 Mas si su marido los anuló el día que los oyó, todo lo que salió de sus labios cuanto a sus votos, y cuanto a la obligación de su alma, será nulo; su marido los anuló, y Jehová la perdonará. 30:13 Todo voto, y todo juramento obligándose a afligir el alma, su marido lo confirmará, o su marido lo anulará. 30:14 Pero si su marido callare a ello de día en día, entonces confirmó todos sus votos, y todas las obligaciones que están sobre ella; los confirmó, por cuanto calló a ello el día que lo oyó. 30:15 Mas si los anulare después de haberlos oído, entonces él llevará el pecado de ella. 30:16 Estas son las ordenanzas que Jehová mandó a Moisés entre el varón y su mujer, y entre el padre y su hija durante su juventud en casa de su padre.

Capítulo 31
Venganza de Israel contra Madián
31:1 Jehová habló a Moisés, diciendo: 31:2 Haz la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas; después serás recogido a tu pueblo. 31:3 Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos de vosotros para la guerra, y vayan contra Madián y hagan la venganza de Jehová en Madián. 31:4 Mil de cada tribu de todas las tribus de los hijos de Israel, enviaréis a la guerra. 31:5 Así fueron dados de los millares de Israel, mil por cada tribu, doce mil en pie de guerra. 31:6 Y Moisés los envió a la guerra; mil de cada tribu envió; y Finees hijo del sacerdote Eleazar fue a la guerra con los vasos del santuario, y con las trompetas en su mano para tocar. 31:7 Y pelearon contra Madián, como Jehová lo mandó a Moisés, y mataron a todo varón. 31:8 Mataron también, entre los muertos de ellos, a los reyes de Madián, Evi, Requem, Zur, Hur y Reba, cinco reyes de Madián; también a Balaam hijo de Beor mataron a espada. 31:9 Y los hijos de Israel llevaron cautivas a las mujeres de los madianitas, a sus niños, y todas sus bestias y todos sus ganados; y arrebataron todos sus bienes, 31:10 e incendiaron todas sus ciudades, aldeas y habitaciones. 31:11 Y tomaron todo el despojo, y todo el botín, así de hombres como de bestias. 31:12 Y trajeron a Moisés y al sacerdote Eleazar, y a la congregación de los hijos de Israel, los cautivos y el botín y los despojos al campamento, en los llanos de Moab, que están junto al Jordán frente a Jericó. 31:13 Y salieron Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento. 31:14 Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército, contra los jefes de millares y de centenas que volvían de la guerra, 31:15 y les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a todas las mujeres? 31:16 He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová. 31:17 Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente. 31:18 Pero a todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido varón, las dejaréis con vida. 31:19 Y vosotros, cualquiera que haya dado muerte a persona, y cualquiera que haya tocado muerto, permaneced fuera del campamento siete días, y os purificaréis al tercer día y al séptimo, vosotros y vuestros cautivos. 31:20 Asimismo purificaréis todo vestido, y toda prenda de pieles, y toda obra de pelo de cabra, y todo utensilio de madera.

Repartición del botín
31:21 Y el sacerdote Eleazar dijo a los hombres de guerra que venían de la guerra: Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha mandado a Moisés: 31:22 Ciertamente el oro y la plata, el bronce, hierro, estaño y plomo, 31:23 todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio, bien que en las aguas de purificación habrá de purificarse; y haréis pasar por agua todo lo que no resiste el fuego. 31:24 Además lavaréis vuestros vestidos el séptimo día, y así seréis limpios; y después entraréis en el campamento. 31:25 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 31:26 Toma la cuenta del botín que se ha hecho, así de las personas como de las bestias, tú y el sacerdote Eleazar, y los jefes de los padres de la congregación; 31:27 y partirás por mitades el botín entre los que pelearon, los que salieron a la guerra, y toda la congregación. 31:28 Y apartarás para Jehová el tributo de los hombres de guerra que salieron a la guerra; de quinientos, uno, así de las personas como de los bueyes, de los asnos y de las ovejas. 31:29 De la mitad de ellos lo tomarás; y darás al sacerdote Eleazar la ofrenda de Jehová. 31:30 Y de la mitad perteneciente a los hijos de Israel tomarás uno de cada cincuenta de las personas, de los bueyes, de los asnos, de las ovejas y de todo animal, y los darás a los levitas, que tienen la guarda del tabernáculo de Jehová. 31:31 E hicieron Moisés y el sacerdote Eleazar como Jehová mandó a Moisés. 31:32 Y fue el botín, el resto del botín que tomaron los hombres de guerra, seiscientas setenta y cinco mil ovejas, 31:33 setenta y dos mil bueyes, 31:34 y sesenta y un mil asnos. 31:35 En cuanto a personas, de mujeres que no habían conocido varón, eran por todas treinta y dos mil. 31:36 Y la mitad, la parte de los que habían salido a la guerra, fue el número de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas; 31:37 y el tributo de las ovejas para Jehová fue seiscientas setenta y cinco. 31:38 De los bueyes, treinta y seis mil; y de ellos el tributo para Jehová, setenta y dos. 31:39 De los asnos, treinta mil quinientos; y de ellos el tributo para Jehová, sesenta y uno. 31:40 Y de las personas, dieciséis mil; y de ellas el tributo para Jehová, treinta y dos personas. 31:41 Y dio Moisés el tributo, para ofrenda elevada a Jehová, al sacerdote Eleazar, como Jehová lo mandó a Moisés. 31:42 Y de la mitad para los hijos de Israel, que apartó Moisés de los hombres que habían ido a la guerra 31:43 (la mitad para la congregación fue: de las ovejas, trescientas treinta y siete mil quinientas; 31:44 de los bueyes, treinta y seis mil; 31:45 de los asnos, treinta mil quinientos; 31:46 y de las personas, dieciséis mil); 31:47 de la mitad, pues, para los hijos de Israel, tomó Moisés uno de cada cincuenta, así de las personas como de los animales, y los dio a los levitas, que tenían la guarda del tabernáculo de Jehová, como Jehová lo había mandado a Moisés. 31:48 Vinieron a Moisés los jefes de los millares de aquel ejército, los jefes de millares y de centenas, 31:49 y dijeron a Moisés: Tus siervos han tomado razón de los hombres de guerra que están en nuestro poder, y ninguno ha faltado de nosotros. 31:50 Por lo cual hemos ofrecido a Jehová ofrenda, cada uno de lo que ha hallado, alhajas de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos y cadenas, para hacer expiación por nuestras almas delante de Jehová. 31:51 Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de ellos, alhajas, todas elaboradas. 31:52 Y todo el oro de la ofrenda que ofrecieron a Jehová los jefes de millares y de centenas fue dieciséis mil setecientos cincuenta siclos. 31:53 Los hombres del ejército habían tomado botín cada uno para sí. 31:54 Recibieron, pues, Moisés y el sacerdote Eleazar el oro de los jefes de millares y de centenas, y lo trajeron al tabernáculo de reunión, por memoria de los hijos de Israel delante de Jehová.

Lucas 4:1-30
Capítulo 4
Tentación de Jesús
(Mt. 4.1-11; Mr. 1.12-13)
4:1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto 4:2 por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre. 4:3 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, dí a esta piedra que se convierta en pan. 4:4 Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios. 4:5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. 4:6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. 4:7 Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. 4:8 Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. 4:9 Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; 4:10 porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; 4:11 y, En las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 4:12 Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios. 4:13 Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo.

Jesús principia su ministerio
(Mt. 4.12-17; Mr. 1.14-15)
4:14 Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor. 4:15 Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos.

Jesús en Nazaret
(Mt. 13.53-58; Mr. 6.1-6)
4:16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 4:17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 4:18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 4:19 A predicar el año agradable del Señor. 4:20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 4:21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. 4:22 Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José? 4:23 El les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra. 4:24 Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra. 4:25 Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra; 4:26 pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón. 4:27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio. 4:28 Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira; 4:29 y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle. 4:30 Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue.

Salmos 63:1-11
Capítulo 63
Dios, satisfacción del alma
Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.
63:1 Dios, Dios mío eres tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,
63:2 Para ver tu poder y tu gloria,
Así como te he mirado en el santuario.
63:3 Porque mejor es tu misericordia que la vida;
Mis labios te alabarán.
63:4 Así te bendeciré en mi vida;
En tu nombre alzaré mis manos.

63:5 Como de meollo y de grosura será saciada mi alma,
Y con labios de júbilo te alabará mi boca,
63:6 Cuando me acuerde de ti en mi lecho,
Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.
63:7 Porque has sido mi socorro,
Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
63:8 Está mi alma apegada a ti;
Tu diestra me ha sostenido.

63:9 Pero los que para destrucción buscaron mi alma
Caerán en los sitios bajos de la tierra.
63:10 Los destruirán a filo de espada;
Serán porción de los chacales.
63:11 Pero el rey se alegrará en Dios;
Será alabado cualquiera que jura por él;
Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.


Proverbios 11:20-21
11:20 Abominación son a Jehová los perversos de corazón;
Mas los perfectos de camino le son agradables.
11:21 Tarde o temprano, el malo será castigado;
Mas la descendencia de los justos será librada.

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