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domingo, 3 de octubre de 2010

Lectura Bíblica - Noviembre 24

*** Lecturas de Hoy ***
  • Ezequiel 47:1-48:35
  • 1 Pedro 3:1-22
  • Salmos 119:49-64
  • Proverbios 28:12-13

Ezequiel 47:1-48:35
Capítulo 47
Las aguas salutíferas
47:1 Me hizo volver luego a la entrada de la casa; y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casahacia el oriente; porque la fachada de la casa estaba al oriente, y las aguas descendían de debajo, hacia el lado derecho de la casa, al sur del altar. 47:2 Y me sacó por el camino de la puerta del norte, y me hizo dar la vuelta por el camino exterior, fuera de la puerta, al camino de la que mira al oriente; y vi que las aguas salían del lado derecho. 47:3 Y salió el varón hacia el oriente, llevando un cordel en su mano; y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos. 47:4 Midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Midió luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos. 47:5 Midió otros mil, y era ya un río que yo no podía pasar, porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado. 47:6 Y me dijo: ¿Has visto, hijo de hombre? Después me llevó, y me hizo volver por la ribera del río. 47:7 Y volviendo yo, vi que en la ribera del río había muchísimos árboles a uno y otro lado. 47:8 Y me dijo: Estas aguas salen a la región del oriente, y descenderán al Arabá, y entrarán en el mar; y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas. 47:9 Y toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos ríos, vivirá; y habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, y recibirán sanidad; y vivirá todo lo que entrare en este río. 47:10 Y junto a él estarán los pescadores, y desde En-gadi hasta En-eglaim será su tendedero de redes; y por sus especies serán los peces tan numerosos como los peces del Mar Grande. 47:11 Sus pantanos y sus lagunas no se sanearán; quedarán para salinas. 47:12 Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.

Límites y repartición de la tierra
47:13 Así ha dicho Jehová el Señor: Estos son los límites en que repartiréis la tierra por heredad entre las doce tribus de Israel. José tendrá dos partes. 47:14 Y la heredaréis así los unos como los otros; por ella alcé mi mano jurando que la había de dar a vuestros padres; por tanto, esta será la tierra de vuestra heredad. 47:15 Y este será el límite de la tierra hacia el lado del norte; desde el Mar Grande, camino de Hetlón viniendo a Zedad, 47:16 Hamat, Berota, Sibraim, que está entre el límite de Damasco y el límite de Hamat; Hazar-haticón, que es el límite de Haurán. 47:17 Y será el límite del norte desde el mar hasta Hazar-enán en el límite de Damasco al norte, y al límite de Hamat al lado del norte. 47:18 Del lado del oriente, en medio de Haurán y de Damasco, y de Galaad y de la tierra de Israel, al Jordán; esto mediréis de límite hasta el mar oriental. 47:19 Del lado meridional, hacia el sur, desde Tamar hasta las aguas de las rencillas; desde Cades y el arroyo hasta el Mar Grande; y esto será el lado meridional, al sur. 47:20 Del lado del occidente el Mar Grande será el límite hasta enfrente de la entrada de Hamat; este será el lado occidental. 47:21 Repartiréis, pues, esta tierra entre vosotros según las tribus de Israel. 47:22 Y echaréis sobre ella suertes por heredad para vosotros, y para los extranjeros que moran entre vosotros, que entre vosotros han engendrado hijos; y los tendréis como naturales entre los hijos de Israel; echarán suertes con vosotros para tener heredad entre las tribus de Israel. 47:23 En la tribu en que morare el extranjero, allí le daréis su heredad, ha dicho Jehová el Señor.

Capítulo 48
48:1 Estos son los nombres de las tribus: Desde el extremo norte por la vía de Hetlón viniendo a Hamat, Hazar-enán, en los confines de Damasco, al norte, hacia Hamat, tendrá Dan una parte, desde el lado oriental hasta el occidental. 48:2 Junto a la frontera de Dan, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, tendrá Aser una parte. 48:3 Junto al límite de Aser, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, Neftalí, otra. 48:4 Junto al límite de Neftalí, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, Manasés, otra. 48:5 Junto al límite de Manasés, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, Efraín, otra. 48:6 Junto al límite de Efraín, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, Rubén, otra. 48:7 Junto al límite de Rubén, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, Judá, otra. 48:8 Junto al límite de Judá, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, estará la porción que reservaréis de veinticinco mil cañas de anchura, y de longitud como cualquiera de las otras partes, esto es, desde el lado del oriente hasta el lado del mar; y el santuario estará en medio de ella. 48:9 La porción que reservaréis para Jehová tendrá de longitud veinticinco mil cañas, y diez mil de ancho. 48:10 La porción santa que pertenecerá a los sacerdotes será de vienticinco mil cañas al norte, y de diez mil de anchura al occidente, y de diez mil de ancho al oriente, y de veinticinco mil de longitud al sur; y el santuario de Jehová estará en medio de ella. 48:11 Los sacerdotes santificados de los hijos de Sadoc que me guardaron fidelidad, que no erraron cuando erraron los hijos de Israel, como erraron los levitas, 48:12 ellos tendrán como parte santísima la porción de la tierra reservada, junto al límite de la de los levitas. 48:13 Y la de los levitas, al lado de los límites de la de los sacerdotes, será de veinticinco mil cañas de longitud, y de diez mil de anchura; toda la longitud de veinticinco mil, y la anchura de diez mil. 48:14 No venderán nada de ello, ni lo permutarán, ni traspasarán las primicias de la tierra; porque es cosa consagrada a Jehová. 48:15 Y las cinco mil cañas de anchura que quedan de las veinticinco mil, serán profanas, para la ciudad, para habitación y para ejido; y la ciudad estará en medio. 48:16 Estas serán sus medidas: al lado del norte cuatro mil quinientas cañas, al lado del sur cuatro mil quinientas, al lado del oriente cuatro mil quinientas, y al lado del occidente cuatro mil quinientas. 48:17 Y el ejido de la ciudad será al norte de doscientas cincuenta cañas, al sur de doscientas cincuenta, al oriente de doscientas cincuenta, y de doscientas cincuenta al occidente. 48:18 Y lo que quedare de longitud delante de la porción santa, diez mil cañas al oriente y diez mil al occidente, que será lo que quedará de la porción santa, será para sembrar para los que sirven a la ciudad. 48:19 Y los que sirvan a la ciudad serán de todas la tribus de Israel. 48:20 Toda la porción reservada de veinticinco mil cañas por veinticinco mil en cuadro, reservaréis como porción para el santuario, y para la posesión de la ciudad. 48:21 Y del príncipe será lo que quedare a uno y otro lado de la porción santa y de la posesión de la ciudad, esto es, delante de las veinticinco mil cañas de la porción hasta el límite oriental, y al occidente delante de las veinticinco mil hasta el límite occidental, delante de las partes dichas será del príncipe; porción santa será, y el santuario de la casa estará en medio de ella. 48:22 De este modo la parte del príncipe será la comprendida desde la porción de los levitas y la porción de la ciudad, entre el límite de Judá y el límite de Benjamín. 48:23 En cuanto a las demás tribus, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, tendrá Benjamín una porción. 48:24 Junto al límite de Benjamín, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, Simeón, otra. 48:25 Junto al límite de Simeón, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, Isacar, otra. 48:26 Junto al límite de Isacar, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, Zabulón, otra. 48:27 Junto al límite de Zabulón, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, Gad, otra. 48:28 Junto al límite de Gad, al lado meridional al sur, será el límite desde Tamar hasta las aguas de las rencillas, y desde Cades y el arroyo hasta el Mar Grande. 48:29 Esta es la tierra que repartiréis por suertes en heredad a las tribus de Israel, y estas son sus porciones, ha dicho Jehová el Señor. 48:30 Y estas son las salidas de la ciudad: al lado del norte, cuatro mil quinientas cañas por medida. 48:31 Y las puertas de la ciudad serán según los nombres de las tribus de Israel: tres puertas al norte: la puerta de Rubén, una; la puerta de Judá, otra; la puerta de Leví, otra. 48:32 Al lado oriental cuatro mil quinientas cañas, y tres puertas: la puerta de José, una; la puerta de Benjamín, otra; la puerta de Dan, otra. 48:33 Al lado del sur, cuatro mil quinientas cañas por medida, y tres puertas: la puerta de Simeón, una; la puerta de Isacar, otra; la puerta de Zabulón, otra. 48:34 Y al lado occidental cuatro mil quinientas cañas, y sus tres puertas: la puerta de Gad, una; la puerta de Aser, otra; la puerta de Neftalí, otra. 48:35 En derredor tendrá dieciocho mil cañas. Y el nombre de la ciudad desde aquel día será Jehová-sama.

1 Pedro 3:1-22
Capítulo 3
Deberes conyugales
3:1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, 3:2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa. 3:3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 3:4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. 3:5 Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; 3:6 como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza. 3:7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

Una buena conciencia
3:8 Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; 3:9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. 3:10 Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño; 3:11 Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala. 3:12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. 3:13 ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? 3:14 Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, 3:15 sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; 3:16 teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. 3:17 Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal. 3:18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; 3:19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 3:20 los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. 3:21 El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo, 3:22 quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.

Salmos 119:49-64
Zain
119:49 Acuérdate de la palabra dada a tu siervo,
En la cual me has hecho esperar.
119:50 Ella es mi consuelo en mi aflicción,
Porque tu dicho me ha vivificado.
119:51 Los soberbios se burlaron mucho de mí,
Mas no me he apartado de tu ley.
119:52 Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos,
Y me consolé.
119:53 Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos
Que dejan tu ley.
119:54 Cánticos fueron para mí tus estatutos
En la casa en donde fui extranjero.
119:55 Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jehová,
Y guardé tu ley.
119:56 Estas bendiciones tuve
Porque guardé tus mandamientos.

Chet
119:57 Mi porción es Jehová;
He dicho que guardaré tus palabras.
119:58 Tu presencia supliqué de todo corazón;
Ten misericordia de mí según tu palabra.
119:59 Consideré mis caminos,
Y volví mis pies a tus testimonios.
119:60 Me apresuré y no me retardé
En guardar tus mandamientos.
119:61 Compañías de impíos me han rodeado,
Mas no me he olvidado de tu ley.
119:62 A medianoche me levanto para alabarte
Por tus justos juicios.
119:63 Compañero soy yo de todos los que te temen
Y guardan tus mandamientos.
119:64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra;
Enséñame tus estatutos.


Proverbios 28:12-13
28:12 Cuando los justos se alegran, grande es la gloria;
Mas cuando se levantan los impíos, tienen que esconderse los hombres.
28:13 El que encubre sus pecados no prosperará;
Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.

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