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jueves, 3 de junio de 2010

Lectura Bíblica - Abril 26

*** Lecturas de Hoy ***
  • Jueces 6:1-40
  • Lucas 22:54-23:12
  • Salmos 95:1-11
  • Proverbios 14:5-6

Jueces 6:1-40
Capítulo 6
Llamamiento de Gedeón
6:1 Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de Madián por siete años. 6:2 Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados. 6:3 Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. 6:4 Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos. 6:5 Porque subían ellos y sus ganados, y venían con sus tiendas en grande multitud como langostas; ellos y sus camellos eran innumerables; así venían a la tierra para devastarla. 6:6 De este modo empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a Jehová. 6:7 Y cuando los hijos de Israel clamaron a Jehová, a causa de los madianitas, 6:8 Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre. 6:9 Os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra; 6:10 y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; pero no habéis obedecido a mi voz. 6:11 Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas. 6:12 Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente. 6:13 Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. 6:14 Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? 6:15 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. 6:16 Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre. 6:17 Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo. 6:18 Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas. 6:19 Y entrando Gedeón, preparó un cabrito, y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó debajo de aquella encina. 6:20 Entonces el ángel de Dios le dijo: Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos sobre esta peña, y vierte el caldo. Y él lo hizo así. 6:21 Y extendiendo el ángel de Jehová el báculo que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de su vista. 6:22 Viendo entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara. 6:23 Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás. 6:24 Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom; el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas. 6:25 Aconteció que la misma noche le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también la imagen de Asera que está junto a él; 6:26 y edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás cortado. 6:27 Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche. 6:28 Por la mañana, cuando los de la ciudad se levantaron, he aquí que el altar de Baal estaba derribado, y cortada la imagen de Asera que estaba junto a él, y el segundo toro había sido ofrecido en holocausto sobre el altar edificado. 6:29 Y se dijeron unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y buscando e inquiriendo, les dijeron: Gedeón hijo de Joás lo ha hecho. Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás: 6:30 Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal y ha cortado la imagen de Asera que estaba junto a él. 6:31 Y Joás respondió a todos los que estaban junto a él: ¿Contenderéis vosotros por Baal? ¿Defenderéis su causa? Cualquiera que contienda por él, que muera esta mañana. Si es un dios, contienda por sí mismo con el que derribó su altar. 6:32 Aquel día Gedeón fue llamado Jerobaal, esto es: Contienda Baal contra él, por cuanto derribó su altar. 6:33 Pero todos los madianitas y amalecitas y los del oriente se juntaron a una, y pasando acamparon en el valle de Jezreel. 6:34 Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre Gedeón, y cuando éste tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él. 6:35 Y envió mensajeros por todo Manasés, y ellos también se juntaron con él; asimismo envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí, los cuales salieron a encontrarles. 6:36 Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho, 6:37 he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho. 6:38 Y aconteció así, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón lleno de agua. 6:39 Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra. 6:40 Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío.

Lucas 22:54-23:12
Pedro niega a Jesús
(Mt. 26.57-58, 69-75; Mr. 14.53-54, 66-72; Jn. 18.12-18, 25-27)
22:54 Y prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del sumo sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos. 22:55 Y habiendo ellos encendido fuego en medio del patio, se sentaron alrededor; y Pedro se sentó también entre ellos. 22:56 Pero una criada, al verle sentado al fuego, se fijó en él, y dijo: También éste estaba con él. 22:57 Pero él lo negó, diciendo: Mujer, no lo conozco. 22:58 Un poco después, viéndole otro, dijo: Tú también eres de ellos. Y Pedro dijo: Hombre, no lo soy. 22:59 Como una hora después, otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente también éste estaba con él, porque es galileo. 22:60 Y Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y en seguida, mientras él todavía hablaba, el gallo cantó. 22:61 Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. 22:62 Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.

Jesús escarnecido y azotado
(Mt. 26.67-68; Mr. 14.65)
22:63 Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban; 22:64 y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te golpeó? 22:65 Y decían otras muchas cosas injuriándole.

Jesús ante el concilio
(Mt. 26.59-66; Mr. 14.55-64; Jn. 18.19-24)
22:66 Cuando era de día, se juntaron los ancianos del pueblo, los principales sacerdotes y los escribas, y le trajeron al concilio, diciendo: 22:67 ¿Eres tú el Cristo? Dínoslo. Y les dijo: Si os lo dijere, no creeréis; 22:68 y también si os preguntare, no me responderéis, ni me soltaréis. 22:69 Pero desde ahora el Hijo del Hombre se sentará a la diestra del poder de Dios. 22:70 Dijeron todos: ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? Y él les dijo: Vosotros decís que lo soy. 22:71 Entonces ellos dijeron: ¿Qué más testimonio necesitamos? porque nosotros mismos lo hemos oído de su boca.

Capítulo 23
Jesús ante Pilato
(Mt. 27.1-2, 11-14; Mr. 15.1-5; Jn. 18.28-38)
23:1 Levantándose entonces toda la muchedumbre de ellos, llevaron a Jesús a Pilato. 23:2 Y comenzaron a acusarle, diciendo: A éste hemos hallado que pervierte a la nación, y que prohibe dar tributo a César, diciendo que él mismo es el Cristo, un rey. 23:3 Entonces Pilato le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y respondiéndole él, dijo: Tú lo dices. 23:4 Y Pilato dijo a los principales sacerdotes, y a la gente: Ningún delito hallo en este hombre. 23:5 Pero ellos porfiaban, diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí.

Jesús ante Herodes
23:6 Entonces Pilato, oyendo decir, Galilea, preguntó si el hombre era galileo. 23:7 Y al saber que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que en aquellos días también estaba en Jerusalén. 23:8 Herodes, viendo a Jesús, se alegró mucho, porque hacía tiempo que deseaba verle; porque había oído muchas cosas acerca de él, y esperaba verle hacer alguna señal. 23:9 Y le hacía muchas preguntas, pero él nada le respondió. 23:10 Y estaban los principales sacerdotes y los escribas acusándole con gran vehemencia. 23:11 Entonces Herodes con sus soldados le menospreció y escarneció, vistiéndole de una ropa espléndida; y volvió a enviarle a Pilato. 23:12 Y se hicieron amigos Pilato y Herodes aquel día; porque antes estaban enemistados entre sí.

Salmos 95:1-11
Capítulo 95
Cántico de alabanza y de adoración
95:1 Venid, aclamemos alegremente a Jehová;
Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.
95:2 Lleguemos ante su presencia con alabanza;
Aclamémosle con cánticos.
95:3 Porque Jehová es Dios grande,
Y Rey grande sobre todos los dioses.
95:4 Porque en su mano están las profundidades de la tierra,
Y las alturas de los montes son suyas.
95:5 Suyo también el mar, pues él lo hizo;
Y sus manos formaron la tierra seca.

95:6 Venid, adoremos y postrémonos;
Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.
95:7 Porque él es nuestro Dios;
Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano.
Si oyereis hoy su voz,

95:8 No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba,
Como en el día de Masah en el desierto,
95:9 Donde me tentaron vuestros padres,
Me probaron, y vieron mis obras.

95:10 Cuarenta años estuve disgustado con la nación,
Y dije: Pueblo es que divaga de corazón,
Y no han conocido mis caminos.
95:11 Por tanto, juré en mi furor
Que no entrarían en mi reposo.


Proverbios 14:5-6
14:5 El testigo verdadero no mentirá;
Mas el testigo falso hablará mentiras.
14:6 Busca el escarnecedor la sabiduría y no la halla;
Mas al hombre entendido la sabiduría le es fácil.

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