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lunes, 9 de agosto de 2010

Lectura Bíblica - Agosto 25

*** Lecturas de Hoy ***
  • Job 16:1-19:29
  • 1 Corintios 16:1-24
  • Salmos 40:1-10
  • Proverbios 22:1

Job 16:1-19:29
Capítulo 16
Job se queja contra Dios
16:1 Respondió Job, y dijo: 16:2 Muchas veces he oído cosas como estas; Consoladores molestos sois todos vosotros. 16:3 ¿Tendrán fin las palabras vacías? ¿O qué te anima a responder? 16:4 También yo podría hablar como vosotros, Si vuestra alma estuviera en lugar de la mía; Yo podría hilvanar contra vosotros palabras, Y sobre vosotros mover mi cabeza. 16:5 Pero yo os alentaría con mis palabras, Y la consolación de mis labios apaciguaría vuestro dolor. 16:6 Si hablo, mi dolor no cesa; Y si dejo de hablar, no se aparta de mí. 16:7 Pero ahora tú me has fatigado; Has asolado toda mi compañía. 16:8 Tú me has llenado de arrugas; testigo es mi flacura, Que se levanta contra mí para testificar en mi rostro. 16:9 Su furor me despedazó, y me ha sido contrario; Crujió sus dientes contra mí; Contra mí aguzó sus ojos mi enemigo. 16:10 Abrieron contra mí su boca; Hirieron mis mejillas con afrenta; Contra mí se juntaron todos. 16:11 Me ha entregado Dios al mentiroso, Y en las manos de los impíos me hizo caer. 16:12 Próspero estaba, y me desmenuzó; Me arrebató por la cerviz y me despedazó, Y me puso por blanco suyo. 16:13 Me rodearon sus flecheros, Partió mis riñones, y no perdonó; Mi hiel derramó por tierra. 16:14 Me quebrantó de quebranto en quebranto; Corrió contra mí como un gigante. 16:15 Cosí cilicio sobre mi piel, Y puse mi cabeza en el polvo. 16:16 Mi rostro está inflamado con el lloro, Y mis párpados entenebrecidos, 16:17 A pesar de no haber iniquidad en mis manos, Y de haber sido mi oración pura. 16:18 ¡Oh tierra! no cubras mi sangre, Y no haya lugar para mi clamor. 16:19 Mas he aquí que en los cielos está mi testigo, Y mi testimonio en las alturas. 16:20 Disputadores son mis amigos; Mas ante Dios derramaré mis lágrimas. 16:21 ¡Ojalá pudiese disputar el hombre con Dios, Como con su prójimo! 16:22 Mas los años contados vendrán, Y yo iré por el camino de donde no volveré.

Capítulo 17
17:1 Mi aliento se agota, se acortan mis días, Y me está preparado el sepulcro. 17:2 No hay conmigo sino escarnecedores, En cuya amargura se detienen mis ojos. 17:3 Dame fianza, oh Dios; sea mi protección cerca de ti. Porque ¿quién querría responder por mí? 17:4 Porque a éstos has escondido de su corazón la inteligencia; Por tanto, no los exaltarás. 17:5 Al que denuncia a sus amigos como presa, Los ojos de sus hijos desfallecerán. 17:6 El me ha puesto por refrán de pueblos, Y delante de ellos he sido como tamboril. 17:7 Mis ojos se oscurecieron por el dolor, Y mis pensamientos todos son como sombra. 17:8 Los rectos se maravillarán de esto, Y el inocente se levantará contra el impío. 17:9 No obstante, proseguirá el justo su camino, Y el limpio de manos aumentará la fuerza. 17:10 Pero volved todos vosotros, y venid ahora, Y no hallaré entre vosotros sabio. 17:11 Pasaron mis días, fueron arrancados mis pensamientos, Los designios de mi corazón. 17:12 Pusieron la noche por día, Y la luz se acorta delante de las tinieblas. 17:13 Si yo espero, el Seol es mi casa; Haré mi cama en las tinieblas. 17:14 A la corrupción he dicho: Mi padre eres tú; A los gusanos: Mi madre y mi hermana. 17:15 ¿Dónde, pues, estará ahora mi esperanza? Y mi esperanza, ¿quién la verá? 17:16 A la profundidad del Seol descenderán, Y juntamente descansarán en el polvo.

Capítulo 18
Bildad describe la suerte de los malos
18:1 Respondió Bildad suhita, y dijo: 18:2 ¿Cuándo pondréis fin a las palabras? Entended, y después hablemos. 18:3 ¿Por qué somos tenidos por bestias, Y a vuestros ojos somos viles? 18:4 Oh tú, que te despedazas en tu furor, ¿Será abandonada la tierra por tu causa, Y serán removidas de su lugar las peñas? 18:5 Ciertamente la luz de los impíos será apagada, Y no resplandecerá la centella de su fuego. 18:6 La luz se oscurecerá en su tienda, Y se apagará sobre él su lámpara. 18:7 Sus pasos vigorosos serán acortados, Y su mismo consejo lo precipitará. 18:8 Porque red será echada a sus pies, Y sobre mallas andará. 18:9 Lazo prenderá su calcañar; Se afirmará la trampa contra él. 18:10 Su cuerda está escondida en la tierra, Y una trampa le aguarda en la senda. 18:11 De todas partes lo asombrarán temores, Y le harán huir desconcertado. 18:12 Serán gastadas de hambre sus fuerzas, Y a su lado estará preparado quebrantamiento. 18:13 La enfermedad roerá su piel, Y a sus miembros devorará el primogénito de la muerte. 18:14 Su confianza será arrancada de su tienda, Y al rey de los espantos será conducido. 18:15 En su tienda morará como si no fuese suya; Piedra de azufre será esparcida sobre su morada. 18:16 Abajo se secarán sus raíces, Y arriba serán cortadas sus ramas. 18:17 Su memoria perecerá de la tierra, Y no tendrá nombre por las calles. 18:18 De la luz será lanzado a las tinieblas, Y echado fuera del mundo. 18:19 No tendrá hijo ni nieto en su pueblo, Ni quien le suceda en sus moradas. 18:20 Sobre su día se espantarán los de occidente, Y pavor caerá sobre los de oriente. 18:21 Ciertamente tales son las moradas del impío, Y este será el lugar del que no conoció a Dios.

Capítulo 19
Job confía en que Dios lo justificará
19:1 Respondió entonces Job, y dijo: 19:2 ¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, Y me moleréis con palabras? 19:3 Ya me habéis vituperado diez veces; ¿No os avergonzáis de injuriarme? 19:4 Aun siendo verdad que yo haya errado, Sobre mí recaería mi error. 19:5 Pero si vosotros os engrandecéis contra mí, Y contra mí alegáis mi oprobio, 19:6 Sabed ahora que Dios me ha derribado, Y me ha envuelto en su red. 19:7 He aquí, yo clamaré agravio, y no seré oído; Daré voces, y no habrá juicio. 19:8 Cercó de vallado mi camino, y no pasaré; Y sobre mis veredas puso tinieblas. 19:9 Me ha despojado de mi gloria, Y quitado la corona de mi cabeza. 19:10 Me arruinó por todos lados, y perezco; Y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado. 19:11 Hizo arder contra mí su furor, Y me contó para sí entre sus enemigos. 19:12 Vinieron sus ejércitos a una, y se atrincheraron en mí, Y acamparon en derredor de mi tienda. 19:13 Hizo alejar de mí a mis hermanos, Y mis conocidos como extraños se apartaron de mí. 19:14 Mis parientes se detuvieron, Y mis conocidos se olvidaron de mí. 19:15 Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño; Forastero fui yo a sus ojos. 19:16 Llamé a mi siervo, y no respondió; De mi propia boca le suplicaba. 19:17 Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer, Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba. 19:18 Aun los muchachos me menospreciaron; Al levantarme, hablaban contra mí. 19:19 Todos mis íntimos amigos me aborrecieron, Y los que yo amaba se volvieron contra mí. 19:20 Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos, Y he escapado con sólo la piel de mis dientes. 19:21 ¡Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí! Porque la mano de Dios me ha tocado. 19:22 ¿Por qué me perseguís como Dios, Y ni aun de mi carne os saciáis? 19:23 ¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribiesen en un libro; 19:24 Que con cincel de hierro y con plomo Fuesen esculpidas en piedra para siempre! 19:25 Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 19:26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 19:27 Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. 19:28 Mas debierais decir: ¿Por qué le perseguimos? Ya que la raíz del asunto se halla en mí. 19:29 Temed vosotros delante de la espada; Porque sobreviene el furor de la espada a causa de las injusticias, Para que sepáis que hay un juicio.

1 Corintios 16:1-24
Capítulo 16
La ofrenda para los santos
16:1 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. 16:2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. 16:3 Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén. 16:4 Y si fuere propio que yo también vaya, irán conmigo.

Planes de Pablo
16:5 Iré a vosotros, cuando haya pasado por Macedonia, pues por Macedonia tengo que pasar. 16:6 Y podrá ser que me quede con vosotros, o aun pase el invierno, para que vosotros me encaminéis a donde haya de ir. 16:7 Porque no quiero veros ahora de paso, pues espero estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permite. 16:8 Pero estaré en Efeso hasta Pentecostés; 16:9 porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios. 16:10 Y si llega Timoteo, mirad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor así como yo. 16:11 Por tanto, nadie le tenga en poco, sino encaminadle en paz, para que venga a mí, porque le espero con los hermanos. 16:12 Acerca del hermano Apolos, mucho le rogué que fuese a vosotros con los hermanos, mas de ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tenga oportunidad.

Salutaciones finales
16:13 Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. 16:14 Todas vuestras cosas sean hechas con amor. 16:15 Hermanos, ya sabéis que la familia de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que ellos se han dedicado al servicio de los santos. 16:16 Os ruego que os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan. 16:17 Me regocijo con la venida de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, pues ellos han suplido vuestra ausencia. 16:18 Porque confortaron mi espíritu y el vuestro; reconoced, pues, a tales personas. 16:19 Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor. 16:20 Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con ósculo santo. 16:21 Yo, Pablo, os escribo esta salutación de mi propia mano. 16:22 El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene. 16:23 La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros. 16:24 Mi amor en Cristo Jesús esté con todos vosotros. Amén.

Salmos 40:1-10
Alabanza por la liberación divina
(Sal. 70. 1-5)
Al músico principal. Salmo de David.
40:1 Pacientemente esperé a Jehová,
Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
40:2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
40:3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.

40:4 Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,
Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.
40:5 Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;
Y tus pensamientos para con nosotros,
No es posible contarlos ante ti.
Si yo anunciare y hablare de ellos,
No pueden ser enumerados.

40:6 Sacrificio y ofrenda no te agrada;
Has abierto mis oídos;
Holocausto y expiación no has demandado.
40:7 Entonces dije: He aquí, vengo;
En el rollo del libro está escrito de mí;
40:8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
Y tu ley está en medio de mi corazón.

40:9 He anunciado justicia en grande congregación;
He aquí, no refrené mis labios,
Jehová, tú lo sabes.
40:10 No encubrí tu justicia dentro de mi corazón;
He publicado tu fidelidad y tu salvación;
No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea.


Proverbios 22:1
Capítulo 22
22:1 De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas,
Y la buena fama más que la plata y el oro.

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