*** Lecturas de Hoy ***
- Job 16:1-19:29
- 1 Corintios 16:1-24
- Salmos 40:1-10
- Proverbios 22:1
Job 16:1-19:29
Capítulo 16
Job se queja contra Dios
16:1 Respondió Job, y dijo:
16:2 Muchas veces he oído cosas como estas;
Consoladores molestos sois todos vosotros.
16:3 ¿Tendrán fin las palabras vacías?
¿O qué te anima a responder?
16:4 También yo podría hablar como vosotros,
Si vuestra alma estuviera en lugar de la mía;
Yo podría hilvanar contra vosotros palabras,
Y sobre vosotros mover mi cabeza.
16:5 Pero yo os alentaría con mis palabras,
Y la consolación de mis labios apaciguaría vuestro dolor.
16:6 Si hablo, mi dolor no cesa;
Y si dejo de hablar, no se aparta de mí.
16:7 Pero ahora tú me has fatigado;
Has asolado toda mi compañía.
16:8 Tú me has llenado de arrugas; testigo es mi flacura,
Que se levanta contra mí para testificar en mi rostro.
16:9 Su furor me despedazó, y me ha sido contrario;
Crujió sus dientes contra mí;
Contra mí aguzó sus ojos mi enemigo.
16:10 Abrieron contra mí su boca;
Hirieron mis mejillas con afrenta;
Contra mí se juntaron todos.
16:11 Me ha entregado Dios al mentiroso,
Y en las manos de los impíos me hizo caer.
16:12 Próspero estaba, y me desmenuzó;
Me arrebató por la cerviz y me despedazó,
Y me puso por blanco suyo.
16:13 Me rodearon sus flecheros,
Partió mis riñones, y no perdonó;
Mi hiel derramó por tierra.
16:14 Me quebrantó de quebranto en quebranto;
Corrió contra mí como un gigante.
16:15 Cosí cilicio sobre mi piel,
Y puse mi cabeza en el polvo.
16:16 Mi rostro está inflamado con el lloro,
Y mis párpados entenebrecidos,
16:17 A pesar de no haber iniquidad en mis manos,
Y de haber sido mi oración pura.
16:18 ¡Oh tierra! no cubras mi sangre,
Y no haya lugar para mi clamor.
16:19 Mas he aquí que en los cielos está mi testigo,
Y mi testimonio en las alturas.
16:20 Disputadores son mis amigos;
Mas ante Dios derramaré mis lágrimas.
16:21 ¡Ojalá pudiese disputar el hombre con Dios,
Como con su prójimo!
16:22 Mas los años contados vendrán,
Y yo iré por el camino de donde no volveré.
Capítulo 17
17:1 Mi aliento se agota, se acortan mis días,
Y me está preparado el sepulcro.
17:2 No hay conmigo sino escarnecedores,
En cuya amargura se detienen mis ojos.
17:3 Dame fianza, oh Dios; sea mi protección cerca de ti.
Porque ¿quién querría responder por mí?
17:4 Porque a éstos has escondido de su corazón la inteligencia;
Por tanto, no los exaltarás.
17:5 Al que denuncia a sus amigos como presa,
Los ojos de sus hijos desfallecerán.
17:6 El me ha puesto por refrán de pueblos,
Y delante de ellos he sido como tamboril.
17:7 Mis ojos se oscurecieron por el dolor,
Y mis pensamientos todos son como sombra.
17:8 Los rectos se maravillarán de esto,
Y el inocente se levantará contra el impío.
17:9 No obstante, proseguirá el justo su camino,
Y el limpio de manos aumentará la fuerza.
17:10 Pero volved todos vosotros, y venid ahora,
Y no hallaré entre vosotros sabio.
17:11 Pasaron mis días, fueron arrancados mis pensamientos,
Los designios de mi corazón.
17:12 Pusieron la noche por día,
Y la luz se acorta delante de las tinieblas.
17:13 Si yo espero, el Seol es mi casa;
Haré mi cama en las tinieblas.
17:14 A la corrupción he dicho: Mi padre eres tú;
A los gusanos: Mi madre y mi hermana.
17:15 ¿Dónde, pues, estará ahora mi esperanza?
Y mi esperanza, ¿quién la verá?
17:16 A la profundidad del Seol descenderán,
Y juntamente descansarán en el polvo.
Capítulo 18
Bildad describe la suerte de los malos
18:1 Respondió Bildad suhita, y dijo:
18:2 ¿Cuándo pondréis fin a las palabras?
Entended, y después hablemos.
18:3 ¿Por qué somos tenidos por bestias,
Y a vuestros ojos somos viles?
18:4 Oh tú, que te despedazas en tu furor,
¿Será abandonada la tierra por tu causa,
Y serán removidas de su lugar las peñas?
18:5 Ciertamente la luz de los impíos será apagada,
Y no resplandecerá la centella de su fuego.
18:6 La luz se oscurecerá en su tienda,
Y se apagará sobre él su lámpara.
18:7 Sus pasos vigorosos serán acortados,
Y su mismo consejo lo precipitará.
18:8 Porque red será echada a sus pies,
Y sobre mallas andará.
18:9 Lazo prenderá su calcañar;
Se afirmará la trampa contra él.
18:10 Su cuerda está escondida en la tierra,
Y una trampa le aguarda en la senda.
18:11 De todas partes lo asombrarán temores,
Y le harán huir desconcertado.
18:12 Serán gastadas de hambre sus fuerzas,
Y a su lado estará preparado quebrantamiento.
18:13 La enfermedad roerá su piel,
Y a sus miembros devorará el primogénito de la muerte.
18:14 Su confianza será arrancada de su tienda,
Y al rey de los espantos será conducido.
18:15 En su tienda morará como si no fuese suya;
Piedra de azufre será esparcida sobre su morada.
18:16 Abajo se secarán sus raíces,
Y arriba serán cortadas sus ramas.
18:17 Su memoria perecerá de la tierra,
Y no tendrá nombre por las calles.
18:18 De la luz será lanzado a las tinieblas,
Y echado fuera del mundo.
18:19 No tendrá hijo ni nieto en su pueblo,
Ni quien le suceda en sus moradas.
18:20 Sobre su día se espantarán los de occidente,
Y pavor caerá sobre los de oriente.
18:21 Ciertamente tales son las moradas del impío,
Y este será el lugar del que no conoció a Dios.
Capítulo 19
Job confía en que Dios lo justificará
19:1 Respondió entonces Job, y dijo:
19:2 ¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma,
Y me moleréis con palabras?
19:3 Ya me habéis vituperado diez veces;
¿No os avergonzáis de injuriarme?
19:4 Aun siendo verdad que yo haya errado,
Sobre mí recaería mi error.
19:5 Pero si vosotros os engrandecéis contra mí,
Y contra mí alegáis mi oprobio,
19:6 Sabed ahora que Dios me ha derribado,
Y me ha envuelto en su red.
19:7 He aquí, yo clamaré agravio, y no seré oído;
Daré voces, y no habrá juicio.
19:8 Cercó de vallado mi camino, y no pasaré;
Y sobre mis veredas puso tinieblas.
19:9 Me ha despojado de mi gloria,
Y quitado la corona de mi cabeza.
19:10 Me arruinó por todos lados, y perezco;
Y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado.
19:11 Hizo arder contra mí su furor,
Y me contó para sí entre sus enemigos.
19:12 Vinieron sus ejércitos a una, y se atrincheraron en mí,
Y acamparon en derredor de mi tienda.
19:13 Hizo alejar de mí a mis hermanos,
Y mis conocidos como extraños se apartaron de mí.
19:14 Mis parientes se detuvieron,
Y mis conocidos se olvidaron de mí.
19:15 Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño;
Forastero fui yo a sus ojos.
19:16 Llamé a mi siervo, y no respondió;
De mi propia boca le suplicaba.
19:17 Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer,
Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.
19:18 Aun los muchachos me menospreciaron;
Al levantarme, hablaban contra mí.
19:19 Todos mis íntimos amigos me aborrecieron,
Y los que yo amaba se volvieron contra mí.
19:20 Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos,
Y he escapado con sólo la piel de mis dientes.
19:21 ¡Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí!
Porque la mano de Dios me ha tocado.
19:22 ¿Por qué me perseguís como Dios,
Y ni aun de mi carne os saciáis?
19:23 ¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas!
¡Quién diese que se escribiesen en un libro;
19:24 Que con cincel de hierro y con plomo
Fuesen esculpidas en piedra para siempre!
19:25 Yo sé que mi Redentor vive,
Y al fin se levantará sobre el polvo;
19:26 Y después de deshecha esta mi piel,
En mi carne he de ver a Dios;
19:27 Al cual veré por mí mismo,
Y mis ojos lo verán, y no otro,
Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
19:28 Mas debierais decir: ¿Por qué le perseguimos?
Ya que la raíz del asunto se halla en mí.
19:29 Temed vosotros delante de la espada;
Porque sobreviene el furor de la espada a causa de las injusticias,
Para que sepáis que hay un juicio.
1 Corintios 16:1-24
Capítulo 16
La ofrenda para los santos
16:1 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia.
16:2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.
16:3 Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén.
16:4 Y si fuere propio que yo también vaya, irán conmigo.
Planes de Pablo
16:5 Iré a vosotros, cuando haya pasado por Macedonia, pues por Macedonia tengo que pasar.
16:6 Y podrá ser que me quede con vosotros, o aun pase el invierno, para que vosotros me encaminéis a donde haya de ir.
16:7 Porque no quiero veros ahora de paso, pues espero estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permite.
16:8 Pero estaré en Efeso hasta Pentecostés;
16:9 porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios.
16:10 Y si llega Timoteo, mirad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor así como yo.
16:11 Por tanto, nadie le tenga en poco, sino encaminadle en paz, para que venga a mí, porque le espero con los hermanos.
16:12 Acerca del hermano Apolos, mucho le rogué que fuese a vosotros con los hermanos, mas de ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tenga oportunidad.
Salutaciones finales
16:13 Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.
16:14 Todas vuestras cosas sean hechas con amor.
16:15 Hermanos, ya sabéis que la familia de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que ellos se han dedicado al servicio de los santos.
16:16 Os ruego que os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan.
16:17 Me regocijo con la venida de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, pues ellos han suplido vuestra ausencia.
16:18 Porque confortaron mi espíritu y el vuestro; reconoced, pues, a tales personas.
16:19 Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor.
16:20 Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con ósculo santo.
16:21 Yo, Pablo, os escribo esta salutación de mi propia mano.
16:22 El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene.
16:23 La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros.
16:24 Mi amor en Cristo Jesús esté con todos vosotros. Amén.
Salmos 40:1-10
Alabanza por la liberación divina
(Sal. 70. 1-5)
Al músico principal. Salmo de David.
40:1 Pacientemente esperé a Jehová,Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
40:2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
40:3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.
40:4 Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,
Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.
40:5 Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;
Y tus pensamientos para con nosotros,
No es posible contarlos ante ti.
Si yo anunciare y hablare de ellos,
No pueden ser enumerados.
40:6 Sacrificio y ofrenda no te agrada;
Has abierto mis oídos;
Holocausto y expiación no has demandado.
40:7 Entonces dije: He aquí, vengo;
En el rollo del libro está escrito de mí;
40:8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
Y tu ley está en medio de mi corazón.
40:9 He anunciado justicia en grande congregación;
He aquí, no refrené mis labios,
Jehová, tú lo sabes.
40:10 No encubrí tu justicia dentro de mi corazón;
He publicado tu fidelidad y tu salvación;
No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea.
Proverbios 22:1
Capítulo 22
22:1 De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas,
Y la buena fama más que la plata y el oro.
Y la buena fama más que la plata y el oro.
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