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jueves, 5 de agosto de 2010

Lectura Bíblica - Agosto 15

*** Lecturas de Hoy ***
  • Nehemías 9:22-10:39
  • 1 Corintios 9:19-10:13
  • Salmos 34:1-10
  • Proverbios 21:13

Nehemías 9:22-10:39
9:22 Y les diste reinos y pueblos, y los repartiste por distritos; y poseyeron la tierra de Sehón, la tierra del rey de Hesbón, y la tierra de Og rey de Basán. 9:23 Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y los llevaste a la tierra de la cual habías dicho a sus padres que habían de entrar a poseerla. 9:24 Y los hijos vinieron y poseyeron la tierra, y humillaste delante de ellos a los moradores del país, a los cananeos, los cuales entregaste en su mano, y a sus reyes, y a los pueblos de la tierra, para que hiciesen de ellos como quisieran. 9:25 Y tomaron ciudades fortificadas y tierra fértil, y heredaron casas llenas de todo bien, cisternas hechas, viñas y olivares, y muchos árboles frutales; comieron, se saciaron, y se deleitaron en tu gran bondad. 9:26 Pero te provocaron a ira, y se rebelaron contra ti, y echaron tu ley tras sus espaldas, y mataron a tus profetas que protestaban contra ellos para convertirlos a ti, e hicieron grandes abominaciones. 9:27 Entonces los entregaste en mano de sus enemigos, los cuales los afligieron. Pero en el tiempo de su tribulación clamaron a ti, y tú desde los cielos los oíste; y según tu gran misericordia les enviaste libertadores para que los salvasen de mano de sus enemigos. 9:28 Pero una vez que tenían paz, volvían a hacer lo malo delante de ti, por lo cual los abandonaste en mano de sus enemigos que los dominaron; pero volvían y clamaban otra vez a ti, y tú desde los cielos los oías y según tus misericordias muchas veces los libraste. 9:29 Les amonestaste a que se volviesen a tu ley; mas ellos se llenaron de soberbia, y no oyeron tus mandamientos, sino que pecaron contra tus juicios, los cuales si el hombre hiciere, en ellos vivirá; se rebelaron, endurecieron su cerviz, y no escucharon. 9:30 Les soportaste por muchos años, y les testificaste con tu Espíritu por medio de tus profetas, pero no escucharon; por lo cual los entregaste en mano de los pueblos de la tierra. 9:31 Mas por tus muchas misericordias no los consumiste, ni los desamparaste; porque eres Dios clemente y misericordioso. 9:32 Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, fuerte, temible, que guardas el pacto y la misericordia, no sea tenido en poco delante de ti todo el sufrimiento que ha alcanzado a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas, a nuestros padres y a todo tu pueblo, desde los días de los reyes de Asiria hasta este día. 9:33 Pero tú eres justo en todo lo que ha venido sobre nosotros; porque rectamente has hecho, mas nosotros hemos hecho lo malo. 9:34 Nuestros reyes, nuestros príncipes, nuestros sacerdotes y nuestros padres no pusieron por obra tu ley, ni atendieron a tus mandamientos y a tus testimonios con que les amonestabas. 9:35 Y ellos en su reino y en tu mucho bien que les diste, y en la tierra espaciosa y fértil que entregaste delante de ellos, no te sirvieron, ni se convirtieron de sus malas obras. 9:36 He aquí que hoy somos siervos; henos aquí, siervos en la tierra que diste a nuestros padres para que comiesen su fruto y su bien. 9:37 Y se multiplica su fruto para los reyes que has puesto sobre nosotros por nuestros pecados, quienes se enseñorean sobre nuestros cuerpos, y sobre nuestros ganados, conforme a su voluntad, y estamos en grande angustia.

Pacto del pueblo, de guardar la ley
9:38 A causa, pues, de todo esto, nosotros hacemos fiel promesa, y la escribimos, firmada por nuestros príncipes, por nuestros levitas y por nuestros sacerdotes.

Capítulo 10
10:1 Los que firmaron fueron: Nehemías el gobernador, hijo de Hacalías, y Sedequías, 10:2 Seraías, Azarías, Jeremías, 10:3 Pasur, Amarías, Malquías, 10:4 Hatús, Sebanías, Maluc, 10:5 Harim, Meremot, Obadías, 10:6 Daniel, Ginetón, Baruc, 10:7 Mesulam, Abías, Mijamín, 10:8 Maazías, Bilgai y Semaías; éstos eran sacerdotes. 10:9 Y los levitas: Jesúa hijo de Azanías, Binúi de los hijos de Henadad, Cadmiel, 10:10 y sus hermanos Sebanías, Hodías, Kelita, Pelaías, Hanán, 10:11 Micaía, Rehob, Hasabías, 10:12 Zacur, Serebías, Sebanías, 10:13 Hodías, Bani y Beninu. 10:14 Los cabezas del pueblo: Paros, Pahat-moab, Elam, Zatu, Bani, 10:15 Buni, Azgad, Bebai, 10:16 Adonías, Bigvai, Adín, 10:17 Ater, Ezequías, Azur, 10:18 Hodías, Hasum, Bezai, 10:19 Harif, Anatot, Nebai, 10:20 Magpías, Mesulam, Hezir, 10:21 Mesezabeel, Sadoc, Jadúa, 10:22 Pelatías, Hanán, Anaías, 10:23 Oseas, Hananías, Hasub, 10:24 Halohes, Pilha, Sobec, 10:25 Rehum, Hasabna, Maasías, 10:26 Ahías, Hanán, Anán, 10:27 Maluc, Harim y Baana. 10:28 Y el resto del pueblo, los sacerdotes, levitas, porteros y cantores, los sirvientes del templo, y todos los que se habían apartado de los pueblos de las tierras a la ley de Dios, con sus mujeres, sus hijos e hijas, todo el que tenía comprensión y discernimiento, 10:29 se reunieron con sus hermanos y sus principales, para protestar y jurar que andarían en la ley de Dios, que fue dada por Moisés siervo de Dios, y que guardarían y cumplirían todos los mandamientos, decretos y estatutos de Jehová nuestro Señor. 10:30 Y que no daríamos nuestras hijas a los pueblos de la tierra, ni tomaríamos sus hijas para nuestros hijos. 10:31 Asimismo, que si los pueblos de la tierra trajesen a vender mercaderías y comestibles en día de reposo, nada tomaríamos de ellos en ese día ni en otro día santificado; y que el año séptimo dejaríamos descansar la tierra, y remitiríamos toda deuda. 10:32 Nos impusimos además por ley, el cargo de contribuir cada año con la tercera parte de un siclo para la obra de la casa de nuestro Dios; 10:33 para el pan de la proposición y para la ofrenda continua, para el holocausto continuo, los días de reposo, las nuevas lunas, las festividades, y para las cosas santificadas y los sacrificios de expiación por el pecado de Israel, y para todo el servicio de la casa de nuestro Dios. 10:34 Echamos también suertes los sacerdotes, los levitas y el pueblo, acerca de la ofrenda de la leña, para traerla a la casa de nuestro Dios, según las casas de nuestros padres, en los tiempos determinados cada año, para quemar sobre el altar de Jehová nuestro Dios, como está escrito en la ley. 10:35 Y que cada año traeríamos a la casa de Jehová las primicias de nuestra tierra, y las primicias del fruto de todo árbol. 10:36 Asimismo los primogénitos de nuestros hijos y de nuestros ganados, como está escrito en la ley; y que traeríamos los primogénitos de nuestras vacas y de nuestras ovejas a la casa de nuestro Dios, a los sacerdotes que ministran en la casa de nuestro Dios; 10:37 que traeríamos también las primicias de nuestras masas, y nuestras ofrendas, y del fruto de todo árbol, y del vino y del aceite, para los sacerdotes, a las cámaras de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestra tierra para los levitas; y que los levitas recibirían las décimas de nuestras labores en todas las ciudades; 10:38 y que estaría el sacerdote hijo de Aarón con los levitas, cuando los levitas recibiesen el diezmo; y que los levitas llevarían el diezmo del diezmo a la casa de nuestro Dios, a las cámaras de la casa del tesoro. 10:39 Porque a las cámaras del tesoro han de llevar los hijos de Israel y los hijos de Leví la ofrenda del grano, del vino y del aceite; y allí estarán los utensilios del santuario, y los sacerdotes que ministran, los porteros y los cantores; y no abandonaremos la casa de nuestro Dios.

1 Corintios 9:19-10:13
9:19 Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. 9:20 Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; 9:21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley. 9:22 Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. 9:23 Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él. 9:24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 9:25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. 9:26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, 9:27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

Capítulo 10
Amonestaciones contra la idolatría
10:1 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; 10:2 y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, 10:3 y todos comieron el mismo alimento espiritual, 10:4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. 10:5 Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto. 10:6 Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 10:7 Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar. 10:8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. 10:9 Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. 10:10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. 10:11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. 10:12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 10:13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

Salmos 34:1-10
La protección divina
Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue.
34:1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca.
34:2 En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán.
34:3 Engrandeced a Jehová conmigo,
Y exaltemos a una su nombre.

34:4 Busqué a Jehová, y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores.
34:5 Los que miraron a él fueron alumbrados,
Y sus rostros no fueron avergonzados.
34:6 Este pobre clamó, y le oyó Jehová,
Y lo libró de todas sus angustias.
34:7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,
Y los defiende.
34:8 Gustad, y ved que es bueno Jehová;
Dichoso el hombre que confía en él.
34:9 Temed a Jehová, vosotros sus santos,
Pues nada falta a los que le temen.
34:10 Los leoncillos necesitan, y tienen hambre;
Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.


Proverbios 21:13
21:13 El que cierra su oído al clamor del pobre,
También él clamará, y no será oído.

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