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lunes, 8 de marzo de 2010

Lectura Bíblica - Enero 20

*** Lecturas de Hoy ***
  • Génesis 41:16-42:17
  • Mateo 13:24-46
  • Salmos 18:1-15
  • Proverbios 4:1-6

Génesis 41:16-42:17
41:16 Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón. 41:17 Entonces Faraón dijo a José: En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río; 41:18 y que del río subían siete vacas de gruesas carnes y hermosa apariencia, que pacían en el prado. 41:19 Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en fealdad en toda la tierra de Egipto. 41:20 Y las vacas flacas y feas devoraban a las siete primeras vacas gordas; 41:21 y éstas entraban en sus entrañas, mas no se conocía que hubiesen entrado, porque la apariencia de las flacas era aún mala, como al principio. Y yo desperté. 41:22 Vi también soñando, que siete espigas crecían en una misma caña, llenas y hermosas. 41:23 Y que otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del viento solano, crecían después de ellas; 41:24 y las espigas menudas devoraban a las siete espigas hermosas; y lo he dicho a los magos, mas no hay quien me lo interprete. 41:25 Entonces respondió José a Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo; Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer. 41:26 Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo. 41:27 También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del viento solano, siete años serán de hambre. 41:28 Esto es lo que respondo a Faraón. Lo que Dios va a hacer, lo ha mostrado a Faraón. 41:29 He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto. 41:30 Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra. 41:31 Y aquella abundancia no se echará de ver, a causa del hambre siguiente la cual será gravísima. 41:32 Y el suceder el sueño a Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla. 41:33 Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto. 41:34 Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la abundancia. 41:35 Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. 41:36 Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre.

José, gobernador de Egipto
41:37 El asunto pareció bien a Faraón y a sus siervos, 41:38 y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios? 41:39 Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. 41:40 Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú. 41:41 Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. 41:42 Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello; 41:43 y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!; y lo puso sobre toda la tierra de Egipto. 41:44 Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto. 41:45 Y llamó Faraón el nombre de José, Zafnat-panea; y le dio por mujer a Asenat, hija de Potifera sacerdote de On. Y salió José por toda la tierra de Egipto. 41:46 Era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey de Egipto; y salió José de delante de Faraón, y recorrió toda la tierra de Egipto. 41:47 En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo a montones. 41:48 Y él reunió todo el alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y guardó alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del campo de sus alrededores. 41:49 Recogió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número. 41:50 Y nacieron a José dos hijos antes que viniese el primer año del hambre, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera sacerdote de On. 41:51 Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre. 41:52 Y llamó el nombre del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción. 41:53 Así se cumplieron los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto. 41:54 Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como José había dicho; y hubo hambre en todos los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan. 41:55 Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a Faraón por pan. Y dijo Faraón a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él os dijere. 41:56 Y el hambre estaba por toda la extensión del país. Entonces abrió José todo granero donde había, y vendía a los egipcios; porque había crecido el hambre en la tierra de Egipto. 41:57 Y de toda la tierra venían a Egipto para comprar de José, porque por toda la tierra había crecido el hambre.

Capítulo 42
Los hermanos de José vienen por alimentos
42:1 Viendo Jacob que en Egipto había alimentos, dijo a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando? 42:2 Y dijo: He aquí, yo he oído que hay víveres en Egipto; descended allá, y comprad de allí para nosotros, para que podamos vivir, y no muramos. 42:3 Y descendieron los diez hermanos de José a comprar trigo en Egipto. 42:4 Mas Jacob no envió a Benjamín, hermano de José, con sus hermanos; porque dijo: No sea que le acontezca algún desastre. 42:5 Vinieron los hijos de Israel a comprar entre los que venían; porque había hambre en la tierra de Canaán. 42:6 Y José era el señor de la tierra, quien le vendía a todo el pueblo de la tierra; y llegaron los hermanos de José, y se inclinaron a él rostro a tierra. 42:7 Y José, cuando vio a sus hermanos, los conoció; mas hizo como que no los conocía, y les habló ásperamente, y les dijo: ¿De dónde habéis venido? Ellos respondieron: De la tierra de Canaán, para comprar alimentos. 42:8 José, pues, conoció a sus hermanos; pero ellos no le conocieron. 42:9 Entonces se acordó José de los sueños que había tenido acerca de ellos, y les dijo: Espías sois; por ver lo descubierto del país habéis venido. 42:10 Ellos le respondieron: No, señor nuestro, sino que tus siervos han venido a comprar alimentos. 42:11 Todos nosotros somos hijos de un varón; somos hombres honrados; tus siervos nunca fueron espías. 42:12 Pero José les dijo: No; para ver lo descubierto del país habéis venido. 42:13 Y ellos respondieron: Tus siervos somos doce hermanos, hijos de un varón en la tierra de Canaán; y he aquí el menor está hoy con nuestro padre, y otro no parece. 42:14 Y José les dijo: Eso es lo que os he dicho, afirmando que sois espías. 42:15 En esto seréis probados: Vive Faraón, que no saldréis de aquí, sino cuando vuestro hermano menor viniere aquí. 42:16 Enviad a uno de vosotros y traiga a vuestro hermano, y vosotros quedad presos, y vuestras palabras serán probadas, si hay verdad en vosotros; y si no, vive Faraón, que sois espías. 42:17 Entonces los puso juntos en la cárcel por tres días.

Mateo 13:24-46
Parábola del trigo y la cizaña
13:24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 13:25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 13:26 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. 13:27 Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? 13:28 El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? 13:29 El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. 13:30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.

Parábola de la semilla de mostaza
(Mr. 4. 30-32; Lc. 13. 18-19)
13:31 Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; 13:32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.

Parábola de la levadura
(Lc. 13. 20-21)
13:33 Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidasde harina, hasta que todo fue leudado.

El uso que Jesús hace de las parábolas
(Mr. 4. 33-34)
13:34 Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba; 13:35 para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Abriré en parábolas mi boca; Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.

Jesús explica la parábola de la cizaña
13:36 Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo. 13:37 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. 13:38 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. 13:39 El enemigo que la sembróes el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. 13:40 De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, asíseráen el fin de este siglo. 13:41 Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 13:42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. 13:43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.

El tesoro escondido
13:44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.

La perla de gran precio
13:45 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, 13:46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.

Salmos 18:1-15
Capítulo 18
Acción de gracias por la victoria
(2 S. 22. 1-51)
Al músico principal. Salmo de David, siervo de Jehová, el cual dirigió a Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo:
18:1 Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.
18:2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
18:3 Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,
Y seré salvo de mis enemigos.

18:4 Me rodearon ligaduras de muerte,
Y torrentes de perversidad me atemorizaron.
18:5 Ligaduras del Seol me rodearon,
Me tendieron lazos de muerte.

18:6 En mi angustia invoqué a Jehová,
Y clamé a mi Dios.
El oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
18:7 La tierra fue conmovida y tembló;
Se conmovieron los cimientos de los montes,
Y se estremecieron, porque se indignó él.
18:8 Humo subió de su nariz,
Y de su boca fuego consumidor;
Carbones fueron por él encendidos.
18:9 Inclinó los cielos, y descendió;
Y había densas tinieblas debajo de sus pies.
18:10 Cabalgó sobre un querubín, y voló;
Voló sobre las alas del viento.
18:11 Puso tinieblas por su escondedero, por cortina suya alrededor de sí;
Oscuridad de aguas, nubes de los cielos.
18:12 Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron;
Granizo y carbones ardientes.
18:13 Tronó en los cielos Jehová,
Y el Altísimo dio su voz;
Granizo y carbones de fuego.
18:14 Envió sus saetas, y los dispersó;
Lanzó relámpagos, y los destruyó.
18:15 Entonces aparecieron los abismos de las aguas,
Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo,
A tu reprensión, oh Jehová,
Por el soplo del aliento de tu nariz.


Proverbios 4:1-6
Capítulo 4
Beneficios de la sabiduría
4:1 Oíd, hijos, la enseñanza de un padre,
Y estad atentos, para que conozcáis cordura.
4:2 Porque os doy buena enseñanza;
No desamparéis mi ley.
4:3 Porque yo también fui hijo de mi padre,
Delicado y único delante de mi madre.
4:4 Y él me enseñaba, y me decía:
Retenga tu corazón mis razones,
Guarda mis mandamientos, y vivirás.
4:5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;
No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;
4:6 No la dejes, y ella te guardará;
Amala, y te conservará.

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