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jueves, 29 de julio de 2010

Lectura Bíblica - Agosto 02

*** Lecturas de Hoy ***
  • 2 Crónicas 32:1-33:13
  • Romanos 15:22-16:9
  • Salmos 25:16-22
  • Proverbios 20:16-18

2 Crónicas 32:1-33:13
Capítulo 32
Senaquerib invade a Judá
(2 R. 18. 13-37; Is. 36. 1-22)
32:1 Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib rey de los asirios e invadió a Judá, y acampó contra las ciudades fortificadas, con la intención de conquistarlas. 32:2 Viendo, pues, Ezequías la venida de Senaquerib, y su intención de combatir a Jerusalén , 32:3 Tuvo consejo con sus príncipes y con sus hombres valientes, para cegar las fuentes de agua que estaban fuera de la ciudad; y ellos le apoyaron. 32:4 Entonces se reunió mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que corría por a traves del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan? 32:5 Después con ánimo resuelto edificó Ezequías todos los muros caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por fuera: fortificó además a Milo en la ciudad de David, e hizo también muchas espadas y escudos. 32:6 Y puso capitanes de guerra sobre el pueblo, y los hizo reunir en la plaza de la puerta de la ciudad, y habló al corazón de ellos, diciendo: 32:7 Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. 32:8 Con él es el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos, y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá. 32:9 Después de esto Senaquerib rey de los asirios, mientras sitiaba a Laquis con todas sus fuerzas, envió sus siervos a Jerusalén para decir a Ezequías rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén : 32:10 Así ha dicho Senaquerib rey de los asirios: ¿En quién confiáis vosotros al resistir el sitio en Jerusalén? 32:11 ¿No os engaña Ezequías para entregaros a muerte, a hambre, y a sed, al decir: Jehová nuestro Dios nos librará de la mano del rey de Asiria? 32:12 ¿No es Ezequías el mismo que ha quitado sus lugares altos y sus altares, y ha dicho a Judá y a Jerusalén : Delante de este solo altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso? 32:13 ¿No habéis sabido lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de la tierra? ¿Pudieron los dioses de las naciones de esas tierras librar su tierra de mi mano? 32:14 ¿Qué dios hubo de entre todos los dioses de aquellas naciones que destruyeron mis padres, que pudiese salvar a su pueblo de mis manos? ¿Cómo podrá vuestro Dios libraros de mi mano? 32:15 Ahora, pues, no os engañe Ezequías, ni os persuada de ese modo, ni le creáis; que si ningún dios de todas aquellas naciones y reinos pudo librar a su pueblo de mis manos, y de las manos de mis padres, ¿cuánto menos vuestro Dios os podrá librar de mi mano? 32:16 Y otras cosas más hablaron sus siervos contra Jehová Dios, y contra su siervo Ezequías. 32:17 Además de esto escribió cartas en que blasfemaba contra Jehová el Dios de Israel, y hablaba contra él, diciendo: Como los dioses de las naciones de los países no pudieron librar su pueblo de mis manos, tampoco el Dios de Ezequías librará al suyo de mis manos. 32:18 Y clamaron a gran voz en judaico al pueblo de Jerusalén que estaba sobre los muros, para espantarles y atemorizarles, a fin de poder tomar la ciudad. 32:19 Y hablaron contra el Dios de Jerusalén , como contra los dioses de los pueblos de la tierra, que son obra de manos de hombres.

Jehová libra a Ezequías
(2 R. 19. 1-37; Is. 37. 1-38)
32:20 Mas el rey Ezequías, y el profeta Isaías hijo de Amoz, oraron por esto, y clamaron al cielo. 32:21 Y Jehová envió un ángel, el cual destruyó a todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Este se volvió por tanto, avergonzado a su tierra; y entrando en el templo de su dios, allí lo mataron a espada sus propios hijos. 32:22 Así salvó Jehová a Ezequías y a los moradores de Jerusalén de las manos de Senaquerib rey de Asiria, y de las manos de todos; y les dio reposo de todos lados. 32:23 Y muchos trajeron a Jerusalén ofrenda a Jehová, y ricos presentes a Ezequías rey de Judá; y fue muy engrandecido delante de todas las naciones después de esto.

Enfermedad de Ezequías
(2 R. 20. 1-11; Is. 38. 1-22)
32:24 En aquel tiempo Ezequías enfermó de muerte; y oró a Jehová, quien le respondió, y le dio una señal. 32:25 Mas Ezequías no correspondió al bien que le había sido hecho: sino que se enalteció su corazón, y vino la ira contra él, y contra Judá y Jerusalén . 32:26 Pero Ezequías, después de haberse enaltecido su corazón, se humilló, él y los moradores de Jerusalén ; y no vino sobre ellos la ira de Jehová en los días de Ezequías.

Ezequías recibe a los enviados de Babilonia
(2 R. 20. 12-19; Is. 39. 1-8)
32:27 Y tuvo Ezequías riquezas y gloria, muchas en gran manera; y adquirió tesoros de plata y oro, piedras preciosas, perfumes , escudos, y toda clase de joyas deseables. 32:28 Asimismo hizo depósitos para las rentas del grano, del vino, y del aceite; establos para toda clase de bestias, y apriscos para los ganados. 32:29 Adquirió también ciudades, y hatos de ovejas y de vacas en gran abundancia; porque Dios le había dado muchas riquezas. 32:30 Este Ezequías cubrió los manantiales de Gihón la de arriba, y condujo el agua hacia el occidente de la ciudad de David. Y fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo. 32:31 Mas en lo referente a los mensajeros de los príncipes de Babilonia, que enviaron a él para saber del prodigio que había acontecido en el país, Dios lo dejó, para probarle, para hacer conocer todo lo que estaba en su corazón.

Muerte de Ezequías
(2 R. 20. 20-21)
32:32 Los demás de los hechos de Ezequías, y de sus misericordias, he aquí todos están escritos en la profecía del profeta Isaías hijo de Amoz, en el libro de los reyes de Judá y de Israel. 32:33 Y durmió Ezequías con sus padres, y lo sepultaron en el lugar más prominente de los sepulcros de los hijos de David, honrándole en su muerte todo Judá y toda Jerusalén : y reinó en su lugar Manasés su hijo.

Capítulo 33
Reinado de Manasés
(2 R. 21. 1-18)
33:1 De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar, y cincuenta y cinco años reinó en Jerusalén. 33:2 Pero hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel: 33:3 Porque él reedificó los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a los baales, e hizo imágenes de Asera, y adoró a todo el ejército de los cielos, y les rindió culto. 33:4 Edificó también altares en la casa de Jehová, de la cual había dicho Jehová: En Jerusalén estará mi nombre perpetuamente. 33:5 Edificó asimismo altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Jehová. 33:6 Y pasó sus hijos por fuego en el valle de los hijos de Hinom; y observaba los tiempos, miraba en agüeros, era dado a adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores: se excedió en hacer lo malo ante los ojos de Jehová, hasta encender su ira. 33:7 Además de esto puso una imagen fundida que hizo, en la casa de Dios, de la cual había dicho Dios a David y a Salomón su hijo: En esta casa y en Jerusalén , la cual yo elegí sobre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre: 33:8 Y nunca más quitaré el pie de Israel de la tierra que yo entregué a vuestros padres, a condición de que guarden y hagan todas las cosas que yo les he mandado, toda la ley, los estatutos, y los preceptos, por medio de Moisés. 33:9 Manasés, pues, hizo extraviarse a Judá y a los moradores de Jerusalén , para hacer más mal que las naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel. 33:10 Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo, mas ellos no escucharon: 33:11 por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales aprisionaron con grillos a Manasés, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia. 33:12 Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres. 33:13 Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración, y lo restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios.

Romanos 15:22-16:9
Pablo se propone ir a Roma
15:22 Por esta causa me he visto impedido muchas veces de ir a vosotros. 15:23 Pero ahora, no teniendo más campo en estas regiones, y deseando desde hace muchos años ir a vosotros, 15:24 cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al pasar, y ser encaminado allá por vosotros, una vez que haya gozado con vosotros. 15:25 Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos. 15:26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén. 15:27 Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales. 15:28 Así que, cuando haya concluido esto, y les haya entregado este fruto, pasaré entre vosotros rumbo a España. 15:29 Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré con abundancia de la bendición del evangelio de Cristo. 15:30 Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios, 15:31 para que sea librado de los rebeldes que están en Judea, y que la ofrenda de mi servicio a los santos en Jerusalén sea acepta; 15:32 para que con gozo llegue a vosotros por la voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con vosotros. 15:33 Y el Dios de paz sea con todos vosotros. Amén.

Capítulo 16
Saludos personales
16:1 Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; 16:2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo. 16:3 Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, 16:4 que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles. 16:5 Saludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo. 16:6 Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre vosotros. 16:7 Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Cristo. 16:8 Saludad a Amplias, amado mío en el Señor. 16:9 Saludad a Urbano, nuestro colaborador en Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío.

Salmos 25:16-22
25:16 Mírame, y ten misericordia de mí,
Porque estoy solo y afligido.
25:17 Las angustias de mi corazón se han aumentado;
Sácame de mis congojas.
25:18 Mira mi aflicción y mi trabajo,
Y perdona todos mis pecados.
25:19 Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado,
Y con odio violento me aborrecen.
25:20 Guarda mi alma, y líbrame;
No sea yo avergonzado, porque en ti confié.
25:21 Integridad y rectitud me guarden,
Porque en ti he esperado.

25:22 Redime, oh Dios, a Israel
De todas sus angustias.


Proverbios 20:16-18
20:16 Quítale su ropa al que salió por fiador del extraño,
Y toma prenda del que sale fiador por los extraños.
20:17 Sabroso es al hombre el pan de mentira;
Pero después su boca será llena de cascajo.
20:18 Los pensamientos con el consejo se ordenan;
Y con dirección sabia se hace la guerra.

Lectura Bíblica - Agosto 01

*** Lecturas de Hoy ***
  • 2 Crónicas 30:1-31:21
  • Romanos 15:1-21
  • Salmos 25:1-15
  • Proverbios 20:13-15

2 Crónicas 30:1-31:21
Capítulo 30
Ezequías celebra la pascua
30:1 Envió después Ezequías por todo Israel y Judá, y escribió cartas a Efraín y a Manasés, para que viniesen a Jerusalén a la casa de Jehová para celebrar la pascua a Jehová Dios de Israel. 30:2 Y el rey había tomado consejo con sus príncipes, y con toda la congregación en Jerusalén , para celebrar la pascua en el mes segundo: 30:3 Porque entonces no la podían celebrar, por cuanto no había suficientes sacerdotes santificados, ni el pueblo se había reunido en Jerusalén. 30:4 Esto agradó al rey y a toda la multitud. 30:5 Y determinaron hacer pasar pregón por todo Israel, desde Beerseba hasta Dan, para que viniesen a celebrar la pascua a Jehová Dios de Israel, en Jerusalén : porque en mucho tiempo no la habían celebrado al modo que está escrito. 30:6 Fueron pues correos con cartas de mano del rey y de sus príncipes por todo Israel y Judá, como el rey lo había mandado, y decían: Hijos de Israel, volveos a Jehová el Dios de Abraham, de Isaac, y de Israel, y él se volverá al remanente que ha quedado de la mano de los reyes de Asiria. 30:7 No seáis como vuestros padres y como vuestros hermanos, que se rebelaron contra Jehová el Dios de sus padres, y él los entregó a desolación, como vosotros veis. 30:8 No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz como vuestros padres; someteos a Jehová, y venid a su santuario, el cual él ha santificado para siempre; y servid a Jehová vuestro Dios, y el ardor de su ira se apartará de vosotros. 30:9 Porque si os volviereis a Jehová, vuestros hermanos y vuestros hijos hallarán misericordia delante de los que los tienen cautivos, y volverán a esta tierra: porque Jehová vuestro Dios es clemente y misericordioso, y no apartará de vosotros su rostro, si vosotros os volviereis a él. 30:10 Pasaron, pues, los correos de ciudad en ciudad por la tierra de Efraín y Manasés, hasta Zabulón: mas se reían y burlaban de ellos. 30:11 Con todo eso, algunos hombres de Aser, de Manasés, y de Zabulón, se humillaron, y vinieron a Jerusalén . 30:12 En Judá también estuvo la mano de Dios para darles un solo corazón para cumplir el mensaje del rey y de los príncipes, conforme a la palabra de Jehová. 30:13 Y se reunió en Jerusalén mucha gente para celebrar la fiesta solemne de los panes sin levadura en el mes segundo, una vasta reunión. 30:14 Y levantándose, quitaron los altares que había en Jerusalén ; quitaron también todos los altares de incienso, y los echaron al torrente de Cedrón. 30:15 Entonces sacrificaron la pascua, a los catorce días del mes segundo; y los sacerdotes y los levitas llenos de vergüenza se santificaron, y trajeron los holocaustos a la casa de Jehová. 30:16 Y tomaron su lugar en los turnos de costumbre, conforme a la ley de Moisés varón de Dios; y los sacerdotes esparcían la sangre que recibían de manos de los levitas: 30:17 Porque había muchos en la congregación que no estaban santificados, y por eso los levitas sacrificaban la pascua por todos los que no se habían purificado, para santificarlos a Jehová. 30:18 Porque una gran multitud del pueblo de Efraín y Manasés, y de Isacar y Zabulón, no se habían purificado, y comieron la pascua no conforme a lo que está escrito. Mas Ezequías oró por ellos, diciendo: Jehová, que es bueno, sea propicio a todo aquel que ha prepasrado su corazón para buscar a Dios, 30:19 a Jehová el Dios de sus padres, aunque no esté purificado según los ritos de purificación del santuario. 30:20 Y oyó Jehová a Ezequías, y sanó al pueblo. 30:21 Así los hijos de Israel que estaban en Jerusalén celebraron la fiesta solemne de los panes sin levadura por siete días con grande gozo: y glorificaban a Jehová todos los días los levitas y los sacerdotes, cantando con instrumentos resonantes a Jehová. 30:22 Y habló Ezequías al corazón de todos los levitas que tenían buena inteligencia en el servicio de Jehová. Y comieron de lo sacrificado en la fiesta solemne por siete días, ofreciendo sacrificios de paz, y dando gracias a Jehová el Dios de sus padres. 30:23 Y toda aquella asamblea determinó que celebrasen la fiesta por otros siete días; y la celebraron otros siete días con alegría. 30:24 Porque Ezequías rey de Judá había dado a la asamblea mil novillos y siete mil ovejas; y también los príncipes dieron al pueblo mil novillos y diez mil ovejas: y muchos sacerdotes ya se habían santificado. 30:25 Se alegró, pues, toda la congregación de Judá, como también los sacerdotes y levitas, y toda la multitud que había venido de Israel; asimismo los forasteros que habían venido de la tierra de Israel, y los que habitaban en Judá. 30:26 Hubo entonces gran regocijo en Jerusalén; porque desde los días de Salomón hijo de David rey de Israel, no había habido cosa semejante en Jerusalén . 30:27 Después los sacerdotes y levitas, puestos en pie, bendijeron al pueblo: y la voz de ellos fue oída, y su oración llegó a la habitación de su santuario, al cielo.

Capítulo 31
31:1 Hechas todas estas cosas, todos los de Israel que habían estado allí, salieron por las ciudades de Judá, y quebraron las estatuas y destruyeron las imágenes de Asera, y derribaron los lugares altos y los altares por todo Judá y Benjamín, y también en Efraín y Manasés, hasta acabarlo todo. Después se volvieron todos los hijos de Israel a sus ciudades, cada uno a su posesión.

Ezequías reorganiza el servicio de los sacerdotes y levitas
31:2 Y arregló Ezequías la distribución de los sacerdotes y de los levitas conforme a sus turnos, cada uno según su oficio, los sacerdotes y los levitas para ofrecer el holocausto y las ofrendas de paz, para que ministrasen, para que diesen gracias y alabasen dentro de las puertas de los atrios de Jehová. 31:3 el rey contribuyó de su propia hacienda para los holocaustos a mañana y tarde, y para los holocaustos de los días de reposo, nuevas lunas, y fiestas solemnes, como está escrito en la ley de Jehová. 31:4 Mandó también al pueblo que habitaba en Jerusalén , que diese la porción a los sacerdotes y levitas, para que ellos se dedicasen a la ley de Jehová. 31:5 Y cuando este edicto fue divulgado, los hijos de Israel dieron muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra: trajeron asimismo en abundancia los diezmos de todas las cosas. 31:6 También los hijos de Israel y de Judá, que habitaban en las ciudades de Judá, dieron del mismo modo los diezmos de las vacas y de las ovejas; y trajeron los diezmos de lo santificado, de las cosas que habían prometido a Jehová su Dios, y los depositaron en montones. 31:7 En el mes tercero comenzaron a formar aquellos montones, y terminaron en el mes séptimo. 31:8 Cuando Ezequías y los príncipes vinieron y vieron los montones, bendijeron a Jehová, y a su pueblo Israel. 31:9 Y preguntó Ezequías a los sacerdotes y a los levitas acerca de esos montones. 31:10 Y el sumo sacerdote Azarías, de la casa de Sadoc, le contestó: Desde que comenzaron a traer las ofrendas a la casa de Jehová, hemos comido y nos hemos saciado, y nos ha sobrado mucho: porque Jehová ha bendecido su pueblo, y ha quedado esta abundancia de provisiones. 31:11 Entonces mandó Ezequías que preparasen cámaras en la casa de Jehová; y las prepararon. 31:12 Y en ellas depositaron las primicias y los diezmos y las cosas consagradas, fielmente; y dieron cargo de ello al levita Conanías, el principal, y Simei su hermano fue el segundo. 31:13 Y Jehiel, Azazías, Nahat, Asael, Jerimot, Jozabad, Eliel, Ismaquías, Mahat, y Benaía, fueron los mayordomos al servicio de Conanías y de Simei su hermano, por mandamiento del rey Ezequías y de Azarías, príncipe de la casa de Dios. 31:14 Y el levitaCoré hijo de Imna, guarda de la puerta oriental, tenía cargo de las ofrendas voluntarias para Dios, y de la distribución de las ofrendas dedicadas a Jehová, y de las cosas santísimas. 31:15 Y a su servicio estaba Edén, Benjamín, Jesúa, Semaías, Amarías, y Secanías, en las ciudades de los sacerdotes, para dar con fidelidad a sus hermanos sus porciones conforme a sus grupos, así al mayor como al menor; 31:16 a los varones anotados por sus linajes, de tres años arriba, a todos los que entraban en la casa de Jehová, para desempeñar su ministerio, según sus oficios y grupos; 31:17 También a los que eran contados entre los sacerdotes según sus casas paternas; y a los levitas de edad de veinte años arriba, conforme a sus oficios y grupos; 31:18 Eran inscritos con todos sus niños, sus mujeres, sus hijos e hijas, toda la multitud; porque con fidelidad se consagraban a las cosas santas. 31:19 Del mismo modo para los hijos de Aarón, sacerdotes, que estaban en los ejidos de sus ciudades, por todas las ciudades, los varones nombrados tenían cargo de dar sus porciones a todos los varones de entre los sacerdotes, y a todo el linaje de los levitas. 31:20 De esta manera hizo Ezequías en todo Judá: y ejecutó lo bueno, recto, y verdadero, delante de Jehová su Dios. 31:21 En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado.

Romanos 15:1-21
Capítulo 15
15:1 Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. 15:2 Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. 15:3 Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí. 15:4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. 15:5 Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, 15:6 para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

El evangelio a los gentiles
15:7 Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios. 15:8 Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres, 15:9 y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito: Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles, Y cantaré a tu nombre. 15:10 Y otra vez dice: Alegraos, gentiles, con su pueblo. 15:11 Y otra vez: Alabad al Señor todos los gentiles, Y magnificadle todos los pueblos. 15:12 Y otra vez dice Isaías: Estará la raíz de Isaí, Y el que se levantará a regir los gentiles; Los gentiles esperarán en él. 15:13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. 15:14 Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros. 15:15 Mas os he escrito, hermanos, en parte con atrevimiento, como para haceros recordar, por la gracia que de Dios me es dada 15:16 para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo. 15:17 Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere. 15:18 Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, 15:19 con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo. 15:20 Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, 15:21 sino, como está escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; Y los que nunca han oído de él, entenderán.

Salmos 25:1-15
David implora dirección, perdón y protección
Salmo de David.
25:1 A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.
25:2 Dios mío, en ti confío;
No sea yo avergonzado,
No se alegren de mí mis enemigos.
25:3 Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido;
Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

25:4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos;
Enséñame tus sendas.
25:5 Encamíname en tu verdad, y enséñame,
Porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día.

25:6 Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias,
Que son perpetuas.
25:7 De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes;
Conforme a tu misericordia acuérdate de mí,
Por tu bondad, oh Jehová.

25:8 Bueno y recto es Jehová;
Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
25:9 Encaminará a los humildes por el juicio,
Y enseñará a los mansos su carrera.
25:10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad,
Para los que guardan su pacto y sus testimonios.

25:11 Por amor de tu nombre, oh Jehová,
Perdonarás también mi pecado, que es grande.
25:12 ¿Quién es el hombre que teme a Jehová?
El le enseñará el camino que ha de escoger.
25:13 Gozará él de bienestar,
Y su descendencia heredará la tierra.
25:14 La comunión íntima de Jehová es con los que le temen,
Y a ellos hará conocer su pacto.
25:15 Mis ojos están siempre hacia Jehová,
Porque él sacará mis pies de la red.


Proverbios 20:13-15
20:13 No ames el sueño, para que no te empobrezcas;
Abre tus ojos, y te saciarás de pan.
20:14 El que compra dice: Malo es, malo es;
Mas cuando se aparta, se alaba.
20:15 Hay oro y multitud de piedras preciosas;
Mas los labios prudentes son joya preciosa.

miércoles, 28 de julio de 2010

Lectura Bíblica - Julio 31

*** Lecturas de Hoy ***
  • 2 Crónicas 29:1-36
  • Romanos 14:1-23
  • Salmos 24:1-10
  • Proverbios 20:12

2 Crónicas 29:1-36
Capítulo 29
Reinado de Ezequías
(2 R. 18. 1-3)
29:1 Comenzó a reinar Ezequías siendo de veinticinco años, y reinó veintinueve años en Jerusalén . El nombre de su madre fue Abías, hija de Zacarías. 29:2 E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre.

Ezequías restablece el culto del templo
29:3 En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa de Jehová, y las reparó. 29:4 E hizo venir los sacerdotes y levitas, y los reunió en la plaza oriental. 29:5 Y les dijo: ¡Oidme, levitas! Santificaos ahora, y santificad la casa de Jehová el Dios de vuestros padres, y sacad del santuario la inmundicia. 29:6 Porque nuestros padres se han rebelado, y han hecho lo malo ante los ojos de Jehová nuestro Dios; porque le dejaron, y apartaron sus rostros del tabernáculo de Jehová, y le volvieron las espaldas. 29:7 Y aun cerraron las puertas del pórtico, y apagaron las lámparas; no quemaron incienso, ni sacrificaron holocausto en el santuario al Dios de Israel. 29:8 Por tanto, la ira de Jehová ha venido sobre Judá y Jerusalén , y los ha entregado a turbación, y a execración y escarnio, como veis vosotros con vuestros ojos. 29:9 Y he aquí nuestros padres han caído a espada, y nuestros hijos, nuestras hijas y nuestras mujeres fueron llevados cautivos por esto. 29:10 Ahora, pues, yo he determinado hacer pacto con Jehová el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el ardor de su ira. 29:11 Hijos míos, no os engañéis ahora, porque Jehová os ha escogido a vosotros para que estéis delante de él, y le sirváis, y seáis sus ministros, y le queméis incienso. 29:12 Entonces se levantaron los levitas, Mahat hijo de Amasai, y Joel hijo de Azarías, de los hijos de Coat; y de los hijos de Merari, Cis hijo de Abdi, y Azarías hijo de Jehalelel; de los hijos de Gersón, Joa hijo de Zima, y Edén hijo de Joa; 29:13 de los hijos de Elizafán, Simri y Jeiel; y de los hijos de Asaf, Zacarías y Matanías; 29:14 de los hijos de Hemán, Jehiel y Simei; y de los hijos de Jedutún, Semaías y Uziel. 29:15 Estos reunieron a sus hermanos, y se santificaron, y entraron, conforme al mandamiento del rey y las palabras de Jehová, para limpiar la casa de Jehová. 29:16 Y entrando los sacerdotes dentro de la casa de Jehová para limpiarla, sacaron toda la inmundicia que hallaron en el templo de Jehová, al atrio de la casa de Jehová; y de allí los levitas la llevaron fuera al torrente de Cedrón. 29:17 Comenzaron a santificarse el día primero del mes primero, y a los ocho del mismo mes vinieron al pórtico de Jehová: y santificaron la casa de Jehová en ocho días, y en el dieciséis del mes primero terminaron. 29:18 Entonces vinieron al rey Ezequías y le dijeron: Ya hemos limpiado toda la casa de Jehová, el altar del holocausto, y todos sus instrumentos, y la mesa de la proposición con todos sus utensilios. 29:19 Asimismo hemos preparado y santificado todos los utensilios que en su infidelidad había desechado el rey Acaz, cuando reinaba: y he aquí están delante del altar de Jehová. 29:20 Y levantándose de mañana el rey Ezequías reunió los principales de la ciudad, y subió a la casa de Jehová. 29:21 Y presentaron siete novillos, siete carneros, siete corderos, y siete machos cabríos, para expiación por el reino, por el santuario y por Judá. Y dijo a los sacerdotes hijos de Aarón, que los ofreciesen sobre el altar de Jehová. 29:22 Mataron, pues, los novillos, y los sacerdotes recibieron la sangre, y la esparcieron sobre el altar; mataron luego los carneros, y esparcieron la sangre sobre el altar; asimismo mataron los corderos, y esparcieron la sangre sobre el altar. 29:23 Después hicieron acercar delante del rey y de la multitud los machos cabríos para la expiación, y pusieron sobre ellos sus manos: 29:24 Y los sacerdotes los mataron, e hicieron ofrenda de expiación con la sangre de ellos sobre el altar, para reconciliar a todo Israel; porque por todo Israel mandó el rey hacer el holocausto y la expiación. 29:25 Puso también levitas en la casa de Jehová con címbalos, salterios, y arpas, conforme al mandamiento de David, de Gad vidente del rey, y del profeta Natán: porque aquel mandamiento procedía de Jehová por medio de sus profetas. 29:26 Y los levitas estaban con los instrumentos de David, y los sacerdotes con trompetas. 29:27 Entonces mandó Ezequías sacrificar el holocausto en el altar; y cuando comenzó el holocausto, comenzó también el cántico de Jehová, con las trompetas y los instrumentos de David rey de Israel. 29:28 Y toda la multitud adoraba, y los cantores cantaban, y los trompeteros sonaban las trompetas; todo hasta duró hasta consumirse el holocausto. 29:29 Y cuando acabaron de ofrecer, se inclinó el rey, y todos los que con él estaban, y adoraron. 29:30 Entonces el rey Ezequías y los príncipes dijeron a los levitas que alabasen a Jehová con las palabras de David y de Asaf vidente: y ellos alabaron con gran alegría, y se inclinaron y adoraron. 29:31 Y respondiendo Ezequías dijo: Vosotros os habéis consagrado ahora a Jehová; acercaos, pues, y presentad sacrificios y alabanzas en la casa de Jehová. Y la multitud presentó sacrificios y alabanzas; y todos los generosos de corazón trajeron holocaustos. 29:32 Y fue el número de los holocaustos que trajo la congregación, setenta bueyes, cien carneros y doscientos corderos; todo para el holocausto de Jehová. 29:33 Y las ofrendas fueron seiscientos bueyes, y tres mil ovejas. 29:34 Mas los sacerdotes eran pocos, y no bastaban para desollar los holocaustos; y así sus hermanos los levitas les ayudaron hasta que acabaron la obra, y hasta que los demás sacerdotes se santificaron: porque los levitas fueron más rectos de corazón para santificarse, que los sacerdotes. 29:35 Así, pues, hubo abundancia de holocaustos, con grosura de las ofrendas de paz, y libaciones para cada holocausto. Y quedó restablecido el servicio de la casa de Jehová. 29:36 Y se alegró Ezequías con todo el pueblo, de que Dios hubiese preparado el pueblo; porque la cosa fue hecha rápidamente.

Romanos 14:1-23
Capítulo 14
Los débiles en la fe
14:1 Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. 14:2 Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. 14:3 El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. 14:4 ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. 14:5 Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. 14:6 El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. 14:7 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. 14:8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. 14:9 Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven. 14:10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. 14:11 Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. 14:12 De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. 14:13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. 14:14 Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. 14:15 Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió. 14:16 No sea, pues, vituperado vuestro bien; 14:17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. 14:18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. 14:19 Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. 14:20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que come. 14:21 Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite. 14:22 ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba. 14:23 Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.

Salmos 24:1-10
El rey de gloria
Salmo de David.
24:1 De Jehová es la tierra y su plenitud;
El mundo, y los que en él habitan.
24:2 Porque él la fundó sobre los mares,
Y la afirmó sobre los ríos.

24:3 ¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo?
24:4 El limpio de manos y puro de corazón;
El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño.
24:5 El recibirá bendición de Jehová,
Y justicia del Dios de salvación.
24:6 Tal es la generación de los que le buscan,
De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. Selah

24:7 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
Y alzaos vosotras, puertas eternas,
Y entrará el Rey de gloria.
24:8 ¿Quién es este Rey de gloria?
Jehová el fuerte y valiente,
Jehová el poderoso en batalla.
24:9 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
Y alzaos vosotras, puertas eternas,
Y entrará el Rey de gloria.
24:10 ¿Quién es este Rey de gloria?
Jehová de los ejércitos,
El es el Rey de la gloria. Selah


Proverbios 20:12
20:12 El oído que oye, y el ojo que ve,
Ambas cosas igualmente ha hecho Jehová.

Lectura Bíblica - Julio 30

*** Lecturas de Hoy ***
  • 2 Crónicas 26:1-28:27
  • Romanos 13:1-14
  • Salmos 23:1-6
  • Proverbios 20:11

2 Crónicas 26:1-28:27
Capítulo 26
Reinado de Uzías
(2 R. 15. 1-7)
26:1 Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Uzías, el cual tenía dieciséis años, y lo pusieron por rey en lugar de Amasías su padre. 26:2 Uzías edificó él a Elot, y la restituyó a Judá después que el rey Amasías durmió con sus padres. 26:3 De dieciséis años era Uzías cuando comenzó a reinar, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén . El nombre de su madre fue Jecolías, de Jerusalén . 26:4 E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Amasías su padre. 26:5 Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días que buscó a Jehová, él le prosperó. 26:6 Y salió, y peleó contra los filisteos, y rompió el muro de Gat, y el muro de Jabnia, y el muro de Asdod; y edificó ciudades en Asdod, y en la tierra de los filisteos. 26:7 Dios le dio ayuda contra los filisteos, y contra los árabes que habitaban en Gur-baal, y contra los amonitas. 26:8 Y dieron los amonitas presentes a Uzías, y se divulgó su fama hasta la frontera de Egipto; porque se había hecho altamente poderoso. 26:9 Edificó también Uzías torres en Jerusalén , junto a la puerta del ángulo, y junto a la puerta del valle, y junto a las esquinas; y las fortificó. 26:10 Asimismo edificó torres en el desierto, y abrió muchas cisternas: porque tuvo muchos ganados, así en los Sefela como en las vegas; y viñas, y labranzas, así en los montes como en los llanos fértiles; porque era amigo de la agricultura. 26:11 Tuvo también Uzías un ejército de guerreros, los cuales salían a la guerra en divisiones, de acuerdo con la lista hecha por mano de Jehiel escriba, y de Maasías gobernador, y por mano de Hananías, uno de los jefes del rey. 26:12 Todo el número de los jefes de familias, valientes y esforzados, era dos mil seiscientos. 26:13 Y bajo la mano de éstos estaba el ejército de guerra, de trescientos siete mil quinientos guerreros poderosos y fuertes, para ayudar al rey contra los enemigos. 26:14 Y Uzías preparó para todo el ejército, escudos, lanzas, yelmos, coseletes, arcos, y hondas para tirar piedras. 26:15 E hizo en Jerusalén máquinas por inventadas por ingenieros, para que estuviesen en las torres y en los baluartes, para arrojar saetas y grandes piedras, y su fama se extendió lejos, porque fue ayudado maravillosamente, hasta hacerse poderoso. 26:16 Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso. 26:17 Y entró tras él el sacerdote Azarías, y con él ochenta sacerdotes de Jehová, varones valientes. 26:18 Y se pusieron contra el rey Uzías, y le dijeron: No te corresponde a ti, oh Uzías, el quemar incienso a Jehová, sino a los sacerdotes hijos de Aarón, que son consagrados para quemarlo.Sal del santuario, por que has prevaricado, y no te será para gloria delante de Jehová Dios. 26:19 Entonces Uzías, teniendo enla mano un incensariopar ofrecer incienso, se llenó de ira; y en su ira contra los sacerdotes, la lepra le brotó en la frente delante de los sacerdotes en la casa de Jehová, junto al altar del incienso. 26:20 Y le miró el sumo sacerdote Azarías, y todos los sacerdotes, y he aquí la lepra estaba en su frente; e le hicieron salir apresuradamente de aquel lugar; y él también se dio prisa a salir, porque Jehová lo había herido. 26:21 Así el rey Uzías fue leproso hasta el día de su muerte, y habitó leproso en una casa apartada, por lo cual fue excluido de la casa de Jehová; y Jotam su hijo tuvo cargo de la casa real, gobernando al pueblo de la tierra. 26:22 Los demás de los hechos de Uzías, primeros y postreros, fueron escritos por el profeta Isaías, hijo de Amóz. 26:23 Y durmió Uzías con sus padres, y lo sepultaron con sus padres en el campo de los sepulcros reales; porque dijeron: Leproso es. Y reinó Jotam su hijo en lugar suyo.

Capítulo 27
Reinado de Jotam
(2 R. 15. 32-38)
27:1 De veinticinco años era Jotam cuando comenzó a reinar, y dieciséis años reinó en Jerusalén . El nombre de su madre fue Jerusa, hija de Sadoc. 27:2 E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Uzías su padre, salvo que no entró en el santuario de Jehová. Pero el pueblo continuaba corrompiéndose. 27:3 Edificó él la puerta mayor de la casa de Jehová, y sobre el muro de la fortaleza edificó mucho. 27:4 Además edificó ciudades en las montañas de Judá, y construyó fortalezas y torres en los bosques. 27:5 También tuvo él guerra con el rey de los hijos de Amón, a los cuales venció; y le dieron los hijos de Amón en aquel año cien talentos de plata, diez mil coros de trigo, y diez mil de cebada. Esto le dieron los hijos de Amón, y lo mismo en el segundo año, y en el tercero. 27:6 Así que Jotam se hizo fuerte, porque preparó sus caminos delante de Jehová su Dios. 27:7 Lo demás hechos de Jotam, y todas sus guerras, y sus caminos, he aquí están escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá. 27:8 Cuando comenzó a reinar era de veinticinco años, y dieciséis reinó en Jerusalén. 27:9 Y durmió Jotam con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de David; y reinó en su lugar Acaz su hijo.

Capítulo 28
Reinado de Acaz
(2 R. 16. 1-20)
28:1 De veinte años era Acaz cuando comenzó a reinar, y dieciséis años reinó en Jerusalén : mas no hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre. 28:2 Antes anduvo en los caminos de los reyes de Israel, y además hizo imágenes fundidas a los baales. 28:3 Quemó también incienso en el valle de los hijos de Hinom, e hizo pasar a sus hijos por fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había arrojado de la presencia de los hijos de Israel. 28:4 Asimismo sacrificó y quemó incienso en los lugares altos, en los collados, y debajo de todo árbol frondoso. 28:5 Por lo cual Jehová su Dios lo entregó en manos del rey de los sirios, los cuales lo derrotaron, y le tomaron una gran número de prisioneros que llevaron a Damasco. fue también entregado en manos del rey de Israel, el cual lo batió con gran mortandad. 28:6 Porque Peka, hijo de Remalías mató en Judá en un día ciento veinte mil hombres valientes; por cuanto habían dejado a Jehová el Dios de sus padres. 28:7 Asimismo Zicri, hombre poderoso de Efraín, mató a Maasías hijo del rey, y a Azricam su mayordomo, y a Elcana, segundo después del rey. 28:8 También los hijos de Israel tomaron cautivos de sus hermanos doscientos mil, mujeres, muchachos, y muchachas, además de haber tomado de ellos mucho botín, que llevaron a Samaria. 28:9 Había entonces allí un profeta de Jehová que se llamaba Obed, el cual salió delante del ejército cuando entraba en Samaria, y les dijo: He aquí Jehová el Dios de vuestros padres, por el enojo contra Judá, los ha entregado en vuestras manos; y vosotros los habéis matado con ira que ha llegado hasta el cielo. 28:10 Y ahora habéis determinado sujetar a vosotros a Judá y a Jerusalén como siervos y siervas; mas ¿no habéis pecado vosotros contra Jehová vuestro Dios? 28:11 Oidme, pues, ahora, y devolved a los cautivos que habéis tomado de vuestros hermanos; porque Jehová está airado contra vosotros. 28:12 Entonces se levantaron algunos varones de los principales de los hijos de Efraín, Azarías hijo de Johanán, Berequías hijo de Mesilemot, Ezequías hijo de Salum, y Amasa hijo de Hadlai, contra los que venían de la guerra. 28:13 Y les dijeron: No traigáis acá a los cautivos, porque el pecado contra Jehová estará sobre nosotros. Vosotros tratáis de añadir sobre nuestros pecados y sobre nuestras culpas, siendo muy grande nuestro delito, y el ardor de la ira contra Israel. 28:14 Entonces el ejército dejó los cautivos y el botín delante de los príncipes y de toda la multitud. 28:15 Y se levantaron los varones nombrados, y tomaron a los cautivos, y del despojo vistieron a los que de ellos estaban desnudos; los vistieron, los calzaron, y les dieron de comer y de beber, y los ungieron, y condujeron en asnos a todos los débiles, y los llevaron hasta Jericó, ciudad de las palmeras, cerca de sus hermanos; y ellos volvieron a Samaria. 28:16 En aquel tiempo envió a pedir el rey Acaz a los reyes de Asiria que le ayudasen: 28:17 Porque también los edomitas habían venido y atacado a los de Judá, y habían llevado cautivos. 28:18 Asimismo los filisteos se habían extendido por las ciudades de la Sefela, y del Neguev de Judá, y habían tomado Bet-semes, Ajalón, Gederot, y Soco con sus aldeas, Timna también con sus aldeas, y Gimzo con sus aldeas; y habitaban en ellas. 28:19 Porque Jehová había humillado a Judá por causa de Acaz rey de Israel: por cuanto él había actuado desenfrenadamente en Judá, y había prevaricado gravemente contra Jehová. 28:20 También vino contra él Tiglat-pileser, rey de los asirios, quien lo redujo a estrechez, y no lo fortaleció. 28:21 No obstante que despojó Acaz la casa de Jehová, y la casa real, y las de los príncipes, para dar al rey de los asirios, éste no le ayudó. 28:22 Además el rey Acaz en el tiempo que aquél le apuraba, añadió mayor pecado contra Jehová; 28:23 Porque ofreció sacrificios a los dioses de Damasco que le habían derrotado, y dijo: Pues que los dioses de los reyes de Siria les ayudan, yo también ofreceré sacrificios a ellos para que me ayuden; bien que fueron éstos su ruina, y la de todo Israel. 28:24 Además de eso recogió Acaz los utensilios de la casa de Dios, y los quebró, y cerró las puertas de la casa de Jehová, y se hizo altares en Jerusalén en todos los rincones. 28:25 Hizo también lugares altos en todas las ciudades de Judá, para quemar incienso a los dioses ajenos, provocando así a ira a Jehová el Dios de sus padres. 28:26 Los demás de sus hechos, y todos sus caminos, primeros y postreros, he aquí están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel. 28:27 Y durmió Acaz con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de Jerusalén : pero no lo metieron en los sepulcros de los reyes de Israel; y reinó en su lugar Ezequías su hijo.

Romanos 13:1-14
Capítulo 13
13:1 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. 13:2 De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. 13:3 Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; 13:4 porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. 13:5 Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. 13:6 Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo. 13:7 Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra. 13:8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. 13:9 Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 13:10 El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. 13:11 Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. 13:12 La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 13:13 Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 13:14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.

Salmos 23:1-6
Jehová es mi pastor
Salmo de David.
23:1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
23:2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
23:3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
23:5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
23:6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.


Proverbios 20:11
20:11 Aun el muchacho es conocido por sus hechos,
Si su conducta fuere limpia y recta.

Lectura Bíblica - Julio 29

*** Lecturas de Hoy ***
  • 2 Crónicas 24:1-25:28
  • Romanos 12:1-21
  • Salmos 22:19-31
  • Proverbios 20:8-10

2 Crónicas 24:1-25:28
Capítulo 24
Reinado de Joás de Judá
(2 R. 12. 1-21)
24:1 De siete años era Joás cuando comenzó a reinar, y cuarenta años reinó en Jerusalén . El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba. 24:2 E hizo Joás lo recto ante los ojos de Jehová todos los días de Joiada el sacerdote. 24:3 Y Joiada tomó para él dos mujeres; y engendró hijos e hijas. 24:4 Después de esto aconteció que Joás decidió restaurar la casa de Jehová. 24:5 Y reunió a los sacerdotes y los levitas, y les dijo: Salid por las ciudades de Judá, y recoged dinero de todo Israel, para que cada año sea reparada la casa de vuestro Dios; y vosotros poned diligencia en el asunto. Pero los levitas no pusieron diligencia. 24:6 Por lo cual el rey llamó al sumo sacerdote Joiada y le dijo: ¿Por qué no has procurado que los levitas traigan de Judá y de Jerusalén la ofrenda que Moisés siervo de Jehová impuso a la congregación de Israel para el tabernáculo del testimonio? 24:7 Porque la impía Atalía y sus hijos habían destruído la casa de Dios, y además habían gastado en los ídolos todas las cosas consagradas de la casa de Jehová. 24:8 Mandó, pues, el rey que hiciesen un arca, la cual pusieron fuera, a la puerta de la casa de Jehová; 24:9 e hicieron pregonar en Judá y en Jerusalén , que trajesen a Jehová la ofrenda que Moisés siervo de Dios había impuesto a Israel en el desierto. 24:10 Y todos los jefes y todo el pueblo se gozaron, y trajeron ofrendas, y las echaron en el arca hasta llenarla. 24:11 Y cuando venía el tiempo para llevar el arca al secretario del rey por mano de los levitas, cuando veían que había mucho dinero, venía el escriba del rey, y el que estaba puesto por el sumo sacerdote, y llevaban el arca, y la vaciában, y la volvían a su lugar. Así lo hacían de día en día, y recogían mucho dinero; 24:12 y el rey y Joiada lo daban a los que hacían el trabajo del servicio de la casa de Jehová, y tomaban canteros y carpinteros que reparasen la casa de Jehová, y artífices en hierro y bronce para componer la casa. 24:13 Hacían, pues, los artesanos la obra, y por sus manos la obra fue restaurada, y restituyeron la casa de Dios a su antigua condición, y la consolidaron. 24:14 Y cuando terminaron, trajeron al rey y a Joiada lo que quedaba del dinero, e hicieron de él utensilios para la casa de Jehová, utensilios para el servicio, morteros, cucharas, vasos de oro y de plata. Y sacrificaban holocaustos continuamente en la casa de Jehová todos los días de Joiada. 24:15 Mas Joiada envejeció, y murió lleno de días: de ciento y treinta años era cuando murió. 24:16 Y lo sepultaron en la ciudad de David con los reyes, por cuanto había hecho bien con Israel, y para con Dios, y con su casa. 24:17 Muerto Joiada, vinieron los príncipes de Judá, y ofrecieron obediencia al rey; y el rey los oyó. 24:18 Y desampararon la casa de Jehová el Dios de sus padres, y sirvieron a los símbolos de Asera y a las imágenes esculpidas. Entonces la ira de Dios vino sobre Judá y Jerusalén por este su pecado. 24:19 Y les envió profetas, para que los volviesen a Jehová, los cuales les amonestaron; mas ellos no los escucharon. 24:20 Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joiada; y puesto en pie, donde estaba más alto que el pueblo, les dijo: Así ha dicho Dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos de Jehová? No os vendrá bien por ello; porque por haber dejado a Jehová, el también os abandonará. 24:21 Pero ellos hicieron conspiración contra él, y por mandato del rey lo apedrearon hasta matarlo, en el patio de la casa de Jehová. 24:22 Así el rey Joás no se acordó de la misericordia que Joiada padre de Zacarías había hecho con él, antes mató a su hijo, quien dijo al morir: Jehová lo vea y lo demande. 24:23 A la vuelta del año subió contra él el ejército de Siria; y vinieron a Judá y a Jerusalén , y destruyeron en el pueblo a todos los principales de él, y enviaron todos el botín al rey a Damasco. 24:24 Porque aunque el ejército de Siria había venido con poca gente, Jehová entregó en sus manos un ejército muy numeroso, por cuanto habían dejado a Jehová el Dios de sus padres. Así ejecutaron juicios contra Joás. 24:25 Y cuando se fueron los sirios, lo dejaron agobiado por sus dolencias; y conspiraron contra él sus siervos a causa de la sangre de los hijos de Joiada el sacerdote, y lo hirieron en su cama, y murió: y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes. 24:26 Los que conspiraron contra él fueron Zabad, hijo de Simeat amonita, y Jozabad, hijo de Simrit moabita. 24:27 En cuanto a los hijos de Joás, y la multiplicación que hizo de las rentas, y la restauración de la casa de Jehová, he aquí está escrito en la historia del libro de los reyes. Y reinó en su lugar Amasías su hijo.

Capítulo 25
Reinado de Amasías
(2 R. 14. 1-22)
25:1 De veinticinco años era Amasías cuando comenzó a reinar, y veintinueve años reinó en Jerusalén : el nombre de su madre fue Joadan, de Jerusalén . 25:2 Hizo él lo recto ante los ojos de Jehová aunque no de perfecto corazón. 25:3 Y luego que fue confirmado en el reino, mató a los siervos que habían matado al rey su padre; 25:4 Pero no mató a los hijos de ellos, según lo que está escrito en la ley en el libro de Moisés, donde Jehová mandó diciendo: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres; mas cada uno morirá por su pecado. 25:5 Reunió luego Amasías a Judá, y con arreglo a las familias les puso jefes de millares y de centenas sobre todo Judá y Benjamín. Después puso en lista a todos los de veinte años arriba, y fueron hallados trescientos mil escogidos para salir a la guerra, que tenían lanza y escudo. 25:6 Y de Israel tomó a sueldo por cien talentos de plata, a cien mil hombres valientes,. 25:7 Mas un varón de Dios vino a él, y le dijo: Rey, no vaya contigo el ejército de Israel; porque Jehová no está con Israel, ni con todos los hijos de Efraín. 25:8 Pero si vas así, si lo haces, y te esfuerzas para pelear, Dios te hará caer delante de los enemigos; porque en Dios está el poder, o para ayudar, o para derribar. 25:9 Y Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué, pues, se hará de los cien talentos que he dado al ejército de Israel? Y el varón de Dios respondió: Jehová puede darte mucho más que esto. 25:10 Entonces Amasías apartó el ejército de la gente que había venido a él de Efraín, para que se fuesen a sus casas: y ellos se enojaron grandemente contra Judá, y volvieron a sus casas encolerizados. 25:11 Esforzándose entonces Amasías, sacó a su pueblo, y vino al Valle de la Sal: y mató de los hijos de Seir diez mil. 25:12 Y los hijos de Judá tomaron vivos a otros diez mil, los cuales llevaron a la cumbre de un peñasco, y de allí los despeñaron, y todos se hicieron pedazos. 25:13 Mas los del ejército que Amasías había despedido, para que no fuesen con él a la guerra, invadieron las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Bet-oron, y mataron a tres mil de ellos, y tomaron gran despojo. 25:14 Volviendo luego Amasías de la matanza de los edomitas, trajo también consigo los dioses de los hijos de Seir, y los puso ante sí por dioses, y los adoró, y les quemó incienso. 25:15 Por esto se encendió la ira de Jehová contra Amasías, y envió a él un profeta, que le dijo: ¿Por qué has buscado los dioses de otra nación, que no libraron a su pueblo de tus manos? 25:16 Y hablándole el profeta estas cosas, él le respondió: ¿te han puesto a ti por consejero del rey? Déjate de eso: ¿por qué quieres que te maten? Y cuando terminó de hablar, el profeta dijo luego: Yo sé que Dios ha decretado destruirte, porque has hecho esto, y no obedeciste mi consejo. 25:17 Y Amasías rey de Judá, después de tomar consejo, envió a decir a Joás, hijo de Joacaz hijo de Jehú, rey de Israel: Ven, y veámonos cara a cara. 25:18 Entonces Joás rey de Israel envió a decir a Amasías rey de Judá: El cardo que estaba en el Líbano, envió al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por mujer. Y he aquí que las bestias fieras que estaban en el Líbano, pasaron, y hollaron el cardo. 25:19 Tú dices: He aquí he derrotado a Edom; y tu corazón se enaltece para gloriarte. Quédate ahora en tu casa. ¿para qué te provocas un mal en que puedas caer tú y Judá contigo? 25:20 Mas Amasías no quiso oir; porque era la voluntad de Dios, que los quería entregar en manos de sus enemigos, por cuanto habían buscado los dioses de Edom. 25:21 Subió pues Joás rey de Israel, y se vieron cara a cara él y Amasías rey de Judá, en la batalla de Bet-semes, la cual es de Judá. 25:22 Pero cayó Judá delante de Israel, y huyó cada uno a su estancia. 25:23 Y Joás rey de Israel prendió en Bet-semes a Amasías rey de Judá, hijo de Joás hijo de Joacaz, y lo llevóa Jerusalén : y derribó el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta del ángulo, un tramo de cuatrocientos codos. 25:24 Asimismo tomó todo el oro y plata, y todos los utensilios que se hallaron en la casa de Dios en casa de Obed-edom, y los tesoros de la casa del rey, y los hijos de los nobles; después volvió a Samaria. 25:25 Y vivió Amasías hijo de Joás, rey de Judá, quince años después de la muerte de Joás hijo de Joacaz, rey de Israel. 25:26 Lo demás hechos de Amasías, primeros y postreros, ¿no están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel? 25:27 Desde el tiempo en que Amasías se apartó de Jehová, empezaron a conspirar contra él en Jerusalén ; y habiendo él huído a Laquis, enviaron tras él a Laquis, y allá lo mataron; 25:28 Y lo trajeron en caballos, y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de Judá.

Romanos 12:1-21
Capítulo 12
Deberes cristianos
12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. 12:4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, 12:5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. 12:6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 12:7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 12:8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría. 12:9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. 12:10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. 12:11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; 12:12 gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; 12:13 compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. 12:14 Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. 12:15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. 12:16 Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. 12:17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. 12:18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. 12:19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. 12:20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. 12:21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

Salmos 22:19-31
22:19 Mas tú, Jehová, no te alejes;
Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.
22:20 Libra de la espada mi alma,
Del poder del perro mi vida.
22:21 Sálvame de la boca del león,
Y líbrame de los cuernos de los búfalos.

22:22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos;
En medio de la congregación te alabaré.
22:23 Los que teméis a Jehová, alabadle;
Glorificadle, descendencia toda de Jacob,
Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel.
22:24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido, Ni de él escondió su rostro;
Sino que cuando clamó a él, le oyó.

22:25 De ti será mi alabanza en la gran congregación;
Mis votos pagaré delante de los que le temen.
22:26 Comerán los humildes, y serán saciados;
Alabarán a Jehová los que le buscan;
Vivirá vuestro corazón para siempre.
22:27 Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra,
Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.
22:28 Porque de Jehová es el reino,
Y él regirá las naciones.

22:29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;
Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,
Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.
22:30 La posteridad le servirá;
Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.
22:31 Vendrán, y anunciarán su justicia;
A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.


Proverbios 20:8-10
20:2 Como rugido de cachorro de león es el terror del rey;
El que lo enfurece peca contra sí mismo.
20:3 Honra es del hombre dejar la contienda;
Mas todo insensato se envolverá en ella.

Lectura Bíblica - Julio 28

*** Lecturas de Hoy ***
  • 2 Crónicas 21:1-23:21
  • Romanos 11:11-36
  • Salmos 22:1-18
  • Proverbios 20:7

2 Crónicas 21:1-23:21
Capítulo 21
Reinado de Joram de Judá
(2 R. 8. 16-24)
21:1 Durmió Josafat con sus padres, y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de David. Y reinó en su lugar Joram su hijo, 21:2 quien tuvo por hermanos, hijos de Josafat, a Azarías, Jehiel, Zacarías, Azarías, Micael, y Sefatías. Todos estos fueron hijos de Josafat rey de Judá. 21:3 Y su padre les había dado muchos regalos de oro y de plata, y cosas preciosas, y ciudades fortificadas en Judá; pero había dado el reino a Joram, porque él era el primogénito. 21:4 Fue elevado, pues, Joram al reino de su padre; y luego que se hizo fuerte, mató a espada a todos sus hermanos, y también a algunos de los príncipes de Israel. 21:5 Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó ocho años en Jerusalén . 21:6 Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, como hizo la casa de Acab; porque tenía por mujer a la hija de Acab, e hizo lo malo ante los ojos de Jehová. 21:7 Mas Jehová no quiso destruir la casa de David, a causa del pacto que había hecho con David, y porque le había dicho que le daría lámpara a él y a sus hijos perpetuamente. 21:8 En los días de éste se rebeló Edom contra el dominio de Judá, y pusieron rey sobre sí. 21:9 Entonces pasó Joram con sus príncipes, y todos sus carros; y se levantó de noche, y derrotó a los edomitas que le habían sitiado, y a todos los comandantes de sus carros. 21:10 No obstante, Edom se libertó del dominio de Judá, hasta hoy. También en el mismo tiempo Libna se libertó de su dominio, por cuanto él había dejado a Jehová el Dios de sus padres. 21:11 Además de esto hizo lugares altos en los montes de Judá, e hizo que los moradores de Jerusalén fornicasen, y a ello impelió a Judá. 21:12 Y le llegó una carta del profeta Elías, que decía: Jehová, el Dios de David tu padre, ha dicho así: Por cuanto no has andado en los caminos de Josafat tu padre, ni en los caminos de Asa rey de Judá, 21:13 sino que has andado en el camino de los reyes de Israel, y has hecho que fornicase Judá, y los moradores de Jerusalén , como fornicó la casa de Acab; y además has dado muerte a tus hermanos, a la familia de tu padre, los cuales eran mejores que tú: 21:14 he aquí Jehová herirá a tu pueblo de una gran plaga, y a tus hijos y a tus mujeres, y a todo cuanto tienes; 21:15 Y a ti con muchas enfermedades, con enfermedad de tus intestinos, hasta que se te salgan a causa de tu persistente enfermedad. 21:16 Entonces Jehová despertó contra Joram la ira de los filisteos, y de los árabes que estaban junto a los etíopes; 21:17 Y subieron contra Judá, e invadieron la tierra, y tomaron todos los bienes que hallaron en la casa del rey, y a sus hijos y a sus mujeres; y no le quedó más hijo, sino solamente Joacaz el menor de sus hijos. 21:18 Después de todo esto, Jehová lo hirió con una enfermedad incurable en los intestinos. 21:19 Y aconteció que al pasar muchos días, al fin, al cabo de dos años, los intestinos se le salieron por la enfermedad, muriendo así de enfermedad muy penosa. Y no encendieron fuego en su honor, como las habían hecho con sus padres. 21:20 Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó en Jerusalén ocho años; y murió sin que lo desearan más. Y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.

Capítulo 22
Reinado de Ocozías de Judá
(2 R. 8.25-29)
22:1 Los habitantes de Jerusalén hicieron rey en lugar de Joram a Ocozías su hijo menor; porque una banda armada que había venido con los árabes al campamento, había matado a todos los mayores; por lo cual reinó Ocozías, hijo de Joram rey de Judá. 22:2 Cuando Ocozías comenzó a reinar era de cuarenta y dos años, y reinó un año en Jerusalén . El nombre de su madre fue Atalía, hija de Omri. 22:3 También él anduvo en los caminos de la casa de Acab: pues su madre le aconsejaba a que actuase impíamente. 22:4 Hizo pues lo malo ante los ojos de Jehová, como la casa de Acab; porque después de la muerte de su padre, ellos le aconsejaron para su perdición. 22:5 Y él anduvo en los consejos de ellos, y fue a la guerra con Joram hijo de Acab, rey de Israel, contra Hazael rey de Siria, a Ramot de Galaad, donde los Siros hirieron a Joram. 22:6 Y volvió para curarse en Jezreel de las heridas que le habían hecho en Ramot, peleando contra Hazael rey de Siria. Y descendió Ocozías hijo de Joram, rey de Judá, para visitar a Joram hijo de Acab, en Jezreel, porque allí estaba enfermo.

Jehú mata a Ocozías
(2 R. 9. 27-29)
22:7 Pero esto venía de Dios, para que Ocozías fuese destruído viniendo a Joram: porque habiendo venido, salió con Joram contra Jehú hijo de Nimsi, al cual Jehová había ungido para que exterminara la familia de Acab. 22:8 Y haciendo juicio Jehú contra la casa de Acab, halló a los príncipes de Judá, y a los hijos de los hermanos de Ocozías, que servían a Ocozías, y los mató. 22:9 Y buscando a Ocozías, el cual se había escondido en Samaria, lo hallaron, y lo trajéron a Jehú, y le mataron; y le dieron sepultura, porque dijeron: Es hijo de Josafat, quien de todo su corazón buscó a Jehová. Y la casa de Ocozías no tenía fuerzas para poder retener el reino.

Atalía usurpa el trono
(2 R. 11. 1-21)
22:10 Entonces Atalía madre de Ocozías, viendo que su hijo era muerto, se levantó y destruyó toda la descendencia real de la casa de Judá. 22:11 Pero Josabet, hija del rey, tomó a Joás hijo de Ocozías, y escondiéndolo de entre los demás hijos del rey, a los cuales mataban, y le guardó a él y a su ama en uno de los aposentos. Así lo escondió Josabet, hija del rey Joram, mujer del sacerdote Joiada, (porque ella era hermana de Ocozías), de delante de Atalía, y no lo mataron. 22:12 Y estuvo con ellos escondido en la casa de Dios seis años. Entre tanto Atalía reinaba en el país.

Capítulo 23
23:1 En el séptimo año se animó Joiada, y tomó consigo en alianza a los jefes de centenas Azarías hijo de Jeroham, Ismael hijo de Johanán, Azarías hijo de Obed, Maasías hijo de Adaía, y a Elisafat hijo de Zicri, 23:2 Los cuales recorrieron el país de Judá, y reunieron a los levitas de todas las ciudades de Judá, y a los príncipes de las familias de Israel, y vinieron a Jerusalén . 23:3 Y toda la multitud hizo pacto con el rey en la casa de Dios. Y Joiada les dijo: He aquí el hijo del rey, el cual reinará, como Jehová ha dicho a los hijos de David. 23:4 Ahora haced esto: la tercera parte de vosotros, los que entran el día de reposo, estarán de porteros con los sacerdotes y los levitas; 23:5 Otra tercera parte, a la casa del rey; y la otra tercera parte, a la puerta del Cimiento: y todo el pueblo estará en los patios de la casa de Jehová. 23:6 Y ninguno entre en la casa de Jehová, sino los sacerdotes y levitas que ministran: éstos entrarán, porque están consagrados; y todo el pueblo hará guardia delante de Jehová. 23:7 Y los levitas rodearán al rey por todas partes, y cada uno tendrá sus armas en la mano; cualquiera que entre en la casa, que muera: y estaréis con el rey cuando entre, y cuando salga. 23:8 Y los levitas y todo Judá lo hicieron todo como lo había mandado el sacerdote Joiada: y tomó cada jefe a los suyos, los que entraban el día de reposo, y los que salían el día de reposo: porque el sacerdote Joiada no dio licencia a las compañías. 23:9 Dio también el sacerdote Joiada a los jefes de las centenas las lanzas, los paveses y los escudos que habían sido del rey David, y que estaban en la casa de Dios; 23:10 Y puso en orden a todo el pueblo, teniendo cada uno su espada en la mano, desde el rincón derecho del templo hasta el izquierdo, hacia el altar y la casa, alrededor del rey por todas partes. 23:11 Entonces sacaron al hijo del rey, y le pusieron la corona y el testimonio, y lo proclamaron rey; y Joiada y sus hijos lo ungieron, diciendo luego: ¡Viva el rey! 23:12 Cuando Atalía oyó el estruendo de la gente que corría, y de los que aclamaban al rey, vino al pueblo a la casa de Jehová; 23:13 Y mirando, vió al rey que estaba junto a su columna a la entrada, y los príncipes y los trompeteros junto al rey, y que todo el pueblo de la tierra mostraba alegría, y sonaban bocinas, y los cantores con instrumentos de música dirigían la alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos, y dijo: ¡Traición! ¡Traición! 23:14 Pero el sacerdote Joiada mandó que salieran los jefes de centenas del ejército, y les dijo: Sacadla fuera del recinto; y al que la siguiere, matadlo a filo de espada: porque el sacerdote había mandado que no la matasen en la casa de Jehová. 23:15 Ellos pues le echaron mano, y luego que ella hubo pasado la entrada de la puerta de los caballos de la casa del rey, allí la mataron. 23:16 Y Joiada hizo pacto entre sí y todo el pueblo y el rey, que serían pueblo de Jehová. 23:17 Después de esto entró todo el pueblo en el templo de Baal, y lo derribaron, y también sus altares; e hicieron pedazos sus imágenes, y mataron delante de los altares a Matán, sacerdote de Baal. 23:18 Luego ordenó Joiada los oficios en la casa de Jehová, bajo la mano de los sacerdotes y levitas, según David los había distribuido en la casa de Jehová, para ofrecer a Jehová los holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés, con gozo y con cánticos, conforme a la disposición de David. 23:19 Puso también porteros a las puertas de la casa de Jehová, para que por ninguna vía entrase ningún inmundo. 23:20 Llamó después a los jefes de centenas, y a los principales, a los que gobernaban el pueblo y a todo el pueblo de la tierra, para conducir al rey desde la casa de Jehová; y cuando llegaron a la mitad de la puerta mayor de la casa del rey, sentaron al rey sobre el trono del reino. 23:21 Y se regocijó todo el pueblo del país; y la ciudad estuvo tranquila, después que mataron a Atalia a filo de espada.

Romanos 11:11-36
La salvación de los gentiles
11:11 Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos. 11:12 Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración? 11:13 Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, 11:14 por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos. 11:15 Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos? 11:16 Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas. 11:17 Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, 11:18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti. 11:19 Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado. 11:20 Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme. 11:21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. 11:22 Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado. 11:23 Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar. 11:24 Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?

La restauración de Israel
11:25 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; 11:26 y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. 11:27 Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados. 11:28 Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres. 11:29 Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. 11:30 Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, 11:31 así también éstos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia. 11:32 Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos. 11:33 ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! 11:34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? 11:35 ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? 11:36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.

Salmos 22:1-18
Un grito de angustia y un canto de alabanza
Al músico principal; sobre Ajelet-sahar. Salmo de David.
22:1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?
22:2 Dios mío, clamo de día, y no respondes;
Y de noche, y no hay para mí reposo.

22:3 Pero tú eres santo,
Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
22:4 En ti esperaron nuestros padres;
Esperaron, y tú los libraste.
22:5 Clamaron a ti, y fueron librados;
Confiaron en ti, y no fueron avergonzados.

22:6 Mas yo soy gusano, y no hombre;
Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
22:7 Todos los que me ven me escarnecen;
Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo:
22:8 Se encomendó a Jehová; líbrele él;
Sálvele, puesto que en él se complacía.

22:9 Pero tú eres el que me sacó del vientre;
El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.
22:10 Sobre ti fui echado desde antes de nacer;
Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
22:11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca;
Porque no hay quien ayude.

22:12 Me han rodeado muchos toros;
Fuertes toros de Basán me han cercado.
22:13 Abrieron sobre mí su boca
Como león rapaz y rugiente.
22:14 He sido derramado como aguas,
Y todos mis huesos se descoyuntaron;
Mi corazón fue como cera,
Derritiéndose en medio de mis entrañas.
22:15 Como un tiesto se secó mi vigor,
Y mi lengua se pegó a mi paladar,
Y me has puesto en el polvo de la muerte.

22:16 Porque perros me han rodeado;
Me ha cercado cuadrilla de malignos;
Horadaron mis manos y mis pies.
22:17 Contar puedo todos mis huesos;
Entre tanto, ellos me miran y me observan.
22:18 Repartieron entre sí mis vestidos,
Y sobre mi ropa echaron suertes.


Proverbios 20:7
20:7 Camina en su integridad el justo;
Sus hijos son dichosos después de él.

Lectura Bíblica - Julio 27

*** Lecturas de Hoy ***
  • 2 Crónicas 19:1-20:37
  • Romanos 10:14-11:10
  • Salmos 21:1-13
  • Proverbios 20:4-6

2 Crónicas 19:1-20:37
Capítulo 19
El profeta Jehú amonesta a Josafat
19:1 Josafat rey de Judá volvió en paz a su casa en Jerusalén . 19:2 Y le salió al encuentro el vidente Jehú hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues ha salido de la presencia de Jehová ira contra ti por esto. 19:3 Pero se han hallado en ti buenas cosas, por cuanto has quitado de la tierra las imágenes de Asera, y has dispuesto tu corazon para buscar a Dios. 19:4 Habitó, pues, Josafat en Jerusalén ; pero daba vuelta y salía al pueblo, desde Beerseba hasta el monte de Efraín, y los conducía a Jehová el Dios de sus padres. 19:5 Y puso jueces en todas las ciudades fortificadas de Judá, por todos los lugares. 19:6 Y dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis: porque no juzgáis en lugar de hombre, sino en lugar de Jehová, el cual está con vosotros cuando juzgáis. 19:7 Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque con Jehová nuestro Dios no hay injusticia, ni acepcion de personas, ni admisión de cohecho. 19:8 Puso también Josafat en Jerusalén a algunos de los levitas y sacerdotes, y de los padres de familias de Israel, para el juicio de Jehová y para las causas. Y volvieron a Jerusalén . 19:9 Y les mandó, diciendo: Procederéis asimismo con temor de Jehová, con verdad, con corazón íntegro. 19:10 En cualquier causa que viniere a vosotros de vuestros hermanos que habitan en las ciudades, en causas de sangre, entre ley y precepto, estatutos y decretos, les amonestaréis que no pequen contra Jehová, para que no venga ira sobre vosotros y sobre vuestros hermanos. Haciendo así no pecaréis. 19:11 Y he aquí el sacerdote Amarías será el que os presida en todo asunto de Jehová; y Zebadías hijo de Ismael, príncipe de la casa de Judá, en todos los negocios del rey; también los levitas serán oficiales en presencia de vosotros. Esforzaos, pues, para hacerlo, y Jehová estará con el bueno.

Capítulo 20
Victoria sobre Moab y Amón
20:1 Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra. 20:2 Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi. 20:3 Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. 20:4 Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová: y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová. 20:5 Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén , en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo; 20:6 Y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y te tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿no está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista? 20:7 Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre? 20:8 Y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella santuario a tu nombre, diciendo: 20:9 Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti, (porque tu nombre está en esta casa,) y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás. 20:10 Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir, a cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto, sino que se apartase de ellos, y no los destruyese; 20:11 He aquí ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad que tú nos diste en poseción. 20:12 ¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros: no sabemos que hacer, y a ti volvemos nuestros ojos. 20:13 Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños y sus mujeres, y sus hijos. 20:14 Y estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el espíritu de Jehová en medio de la reunión; 20:15 Y dijo: Oid, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén , y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande; porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. 20:16 Mañana descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel. 20:17 No habrá para qué peleéis vosotros en este caso: paraos, estad quedos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén , no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que Jehová estará con vosotros. 20:18 Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová. 20:19 Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz. 20:20 Y cuando se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat estando en pie, dijo: Oidme, Judá y moradores de Jerusalén . Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados. 20:21 Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre. 20:22 Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros: 20:23 Porque los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir, para matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado con los del monte de Seir, cada cual ayudó a la destrucción de su compañero. 20:24 Y luego que vino Judá a la torre del desierto, miraron hacia la multitud; y he aquí yacían ellos en tierra muertos, pues ninguno había escapado. 20:25 Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los cadáveres muchas riquezas, así vestidos como alhajas preciosas, que tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar: tres días estuvieron recogiendo el botín, porque era mucho. 20:26 Y al cuarto día se juntaron en el valle de Beraca; porque allí bendijeron a Jehová, y por esto llamaron el nombre de aquel paraje el valle de Beraca, hasta hoy. 20:27 Y todo Judá y los de Jerusalén , y Josafat a la cabeza de ellos, volvieron para regresar a Jerusalén gozosos, porque Jehová les había dado gozo librándolos de sus enemigos. 20:28 Y vinieron a Jerusalén con salterios, arpas, y trompetas, a la casa de Jehová. 20:29 Y el pavor de Dios cayó sobre todos los reinos de aquella tierra, cuando oyeron que Jehová había peleado contra los enemigos de Israel. 20:30 Y el reino de Josafat tuvo paz; porque su Dios le dio paz de todas partes.

Resumen del reinado de Josafat
(1 R. 22. 41-50)
20:31 Así reinó Josafat sobre Judá; de treinta y cinco años era cuando comenzó a reinar, y reinó veintecinco años en Jerusalén . El nombre de su madre fue Azuba, hija de Silhi. 20:32 Y anduvo en el camino de Asa su padre, sin apartarse de él, haciendo lo recto ante los ojos de Jehová. 20:33 Con todo eso los lugares altos no fueron quitados; pues el pueblo aún no había enderezado su corazón al Dios de sus padres. 20:34 Los demás hechos de Josafat, primeros y postreros, he aquí están escritos en las palabras de Jehú hijo de Hanani, del cual se hace mención en el libro de los reyes de Israel. 20:35 Pasadas estas cosas, Josafat rey de Judá trabó amistad con Ocozías rey de Israel, el cual era dado a la impiedad: 20:36 e hizo con él compañía para construir naves que fuesen a Tarsis; y construyeron las naves en Ezión-geber. 20:37 Entonces Eliezer hijo de Dodava, de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: Por cuanto has hecho compañía con Ocozías, Jehová destruirá tus obras. Y las naves se rompieron, y no pudieron ir a Tarsis.

Romanos 10:14-11:10
10:14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 10:15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! 10:16 Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. 10:18 Pero digo: ¿No han oído? Antes bien, Por toda la tierra ha salido la voz de ellos, Y hasta los fines de la tierra sus palabras. 10:19 También digo: ¿No ha conocido esto Israel? Primeramente Moisés dice: Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo; Con pueblo insensato os provocaré a ira. 10:20 E Isaías dice resueltamente: Fui hallado de los que no me buscaban; Me manifesté a los que no preguntaban por mí. 10:21 Pero acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un puebo rebelde y contradictor.

Capítulo 11
El remanente de Israel
11:1 Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. 11:2 No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo: 11:3 Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme? 11:4 Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. 11:5 Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. 11:6 Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra. 11:7 ¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos; 11:8 como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy. 11:9 Y David dice: Sea vuelto su convite en trampa y en red, En tropezadero y en retribución; 11:10 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, Y agóbiales la espalda para siempre.

Salmos 21:1-13
Alabanza por haber sido librado del enemigo
Al músico principal. Salmo de David.
21:1 El rey se alegra en tu poder, oh Jehová;
Y en tu salvación, ¡cómo se goza!
21:2 Le has concedido el deseo de su corazón,
Y no le negaste la petición de sus labios. Selah
21:3 Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien;
Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.
21:4 Vida te demandó, y se la diste;
Largura de días eternamente y para siempre.
21:5 Grande es su gloria en tu salvación;
Honra y majestad has puesto sobre él.
21:6 Porque lo has bendecido para siempre;
Lo llenaste de alegría con tu presencia.
21:7 Por cuanto el rey confía en Jehová,
Y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido.

21:8 Alcanzará tu mano a todos tus enemigos;
Tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.
21:9 Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira;
Jehová los deshará en su ira,
Y fuego los consumirá.
21:10 Su fruto destruirás de la tierra,
Y su descendencia de entre los hijos de los hombres.
21:11 Porque intentaron el mal contra ti;
Fraguaron maquinaciones, mas no prevalecerán,
21:12 Pues tú los pondrás en fuga;
En tus cuerdas dispondrás saetas contra sus rostros.

21:13 Engrandécete, oh Jehová, en tu poder;
Cantaremos y alabaremos tu poderío.


Proverbios 20:4-6
20:4 El perezoso no ara a causa del invierno;
Pedirá, pues, en la siega, y no hallará.
20:5 Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre;
Mas el hombre entendido lo alcanzará.
20:6 Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad,
Pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?