*** Lecturas de Hoy ***
- Levítico 6:1-7:27
- Marcos 3:7-30
- Salmos 37:1-11
- Proverbios 10:3-4
Levítico 6:1-7:27
Capítulo 6
6:1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:
6:2 Cuando una persona pecare e hiciere prevaricación contra Jehová, y negare a su prójimo lo encomendado o dejado en su mano, o bien robare o calumniare a su prójimo,
6:3 o habiendo hallado lo perdido después lo negare, y jurare en falso; en alguna de todas aquellas cosas en que suele pecar el hombre,
6:4 entonces, habiendo pecado y ofendido, restituirá aquello que robó, o el daño de la calumnia, o el depósito que se le encomendó, o lo perdido que halló,
6:5 o todo aquello sobre que hubiere jurado falsamente; lo restituirá por entero a aquel a quien pertenece, y añadirá a ello la quinta parte, en el día de su expiación.
6:6 Y para expiación de su culpa traerá a Jehová un carnero sin defecto de los rebaños, conforme a tu estimación, y lo dará al sacerdote para la expiación.
6:7 Y el sacerdote hará expiación por él delante de Jehová, y obtendrá perdón de cualquiera de todas las cosas en que suele ofender.
Leyes de los sacrificios
6:8 Habló aún Jehová a Moisés, diciendo:
6:9 Manda a Aarón y a sus hijos, y diles: Esta es la ley del holocausto: el holocausto estará sobre el fuego encendido sobre el altar toda la noche, hasta la mañana; el fuego del altar arderá en él.
6:10 Y el sacerdote se pondrá su vestidura de lino, y vestirá calzoncillos de lino sobre su cuerpo; y cuando el fuego hubiere consumido el holocausto, apartará él las cenizas de sobre el altar, y las pondrá junto al altar.
6:11 Después se quitará sus vestiduras y se pondrá otras ropas, y sacará las cenizas fuera del campamento a un lugar limpio.
6:12 Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz.
6:13 El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará.
6:14 Esta es la ley de la ofrenda: La ofrecerán los hijos de Aarón delante de Jehová ante el altar.
6:15 Y tomará de ella un puñado de la flor de harina de la ofrenda, y de su aceite, y todo el incienso que está sobre la ofrenda, y lo hará arder sobre el altar por memorial en olor grato a Jehová.
6:16 Y el sobrante de ella lo comerán Aarón y sus hijos; sin levadura se comerá en lugar santo; en el atrio del tabernáculo de reunión lo comerán.
6:17 No se cocerá con levadura; la he dado a ellos por su porción de mis ofrendas encendidas; es cosa santísima, como el sacrificio por el pecado, y como el sacrificio por la culpa.
6:18 Todos los varones de los hijos de Aarón comerán de ella. Estatuto perpetuo será para vuestras generaciones tocante a las ofrendas encendidas para Jehová; toda cosa que tocare en ellas será santificada.
6:19 Habló también Jehová a Moisés, diciendo:
6:20 Esta es la ofrenda de Aarón y de sus hijos, que ofrecerán a Jehová el día que fueren ungidos: la décima parte de un efa de flor de harina, ofrenda perpetua, la mitad a la mañana y la mitad a la tarde.
6:21 En sartén se preparará con aceite; frita la traerás, y los pedazos cocidos de la ofrenda ofrecerás en olor grato a Jehová.
6:22 Y el sacerdote que en lugar de Aarón fuere ungido de entre sus hijos, hará igual ofrenda. Es estatuto perpetuo de Jehová; toda ella será quemada.
6:23 Toda ofrenda de sacerdote será enteramente quemada; no se comerá.
6:24 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
6:25 Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: Esta es la ley del sacrificio expiatorio: en el lugar donde se degüella el holocausto, será degollada la ofrenda por el pecado delante de Jehová; es cosa santísima.
6:26 El sacerdote que la ofreciere por el pecado, la comerá; en lugar santo será comida, en el atrio del tabernáculo de reunión.
6:27 Todo lo que tocare su carne, será santificado; y si salpicare su sangre sobre el vestido, lavarás aquello sobre que cayere, en lugar santo.
6:28 Y la vasija de barro en que fuere cocida, será quebrada; y si fuere cocida en vasija de bronce, será fregada y lavada con agua.
6:29 Todo varón de entre los sacerdotes la comerá; es cosa santísima.
6:30 Mas no se comerá ninguna ofrenda de cuya sangre se metiere en el tabernáculo de reunión para hacer expiación en el santuario; al fuego será quemada.
Capítulo 7
7:1 Asimismo esta es la ley del sacrificio por la culpa; es cosa muy santa.
7:2 En el lugar donde degüellan el holocausto, degollarán la víctima por la culpa; y rociará su sangre alrededor sobre el altar.
7:3 Y de ella ofrecerá toda su grosura, la cola, y la grosura que cubre los intestinos,
7:4 los dos riñones, la grosura que está sobre ellos, y la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de sobre el hígado.
7:5 Y el sacerdote lo hará arder sobre el altar, ofrenda encendida a Jehová; es expiación de la culpa.
7:6 Todo varón de entre los sacerdotes la comerá; será comida en lugar santo; es cosa muy santa.
7:7 Como el sacrificio por el pecado, así es el sacrificio por la culpa; una misma ley tendrán; será del sacerdote que hiciere la expiación con ella.
7:8 Y el sacerdote que ofreciere holocausto de alguno, la piel del holocausto que ofreciere será para él.
7:9 Asimismo toda ofrenda que se cociere en horno, y todo lo que fuere preparado en sartén o en cazuela, será del sacerdote que lo ofreciere.
7:10 Y toda ofrenda amasada con aceite, o seca, será de todos los hijos de Aarón, tanto de uno como de otro.
7:11 Y esta es la ley del sacrificio de paz que se ofrecerá a Jehová:
7:12 Si se ofreciere en acción de gracias, ofrecerá por sacrificio de acción de gracias tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite, y flor de harina frita en tortas amasadas con aceite.
7:13 Con tortas de pan leudo presentará su ofrenda en el sacrificio de acciones de gracias de paz.
7:14 Y de toda la ofrenda presentará una parte por ofrenda elevada a Jehová, y será del sacerdote que rociare la sangre de los sacrificios de paz.
7:15 Y la carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día.
7:16 Mas si el sacrificio de su ofrenda fuere voto, o voluntario, será comido en el día que ofreciere su sacrificio, y lo que de él quedare, lo comerán al día siguiente;
7:17 y lo que quedare de la carne del sacrificio hasta el tercer día, será quemado en el fuego.
7:18 Si se comiere de la carne del sacrificio de paz al tercer día, el que lo ofreciere no será acepto, ni le será contado; abominación será, y la persona que de él comiere llevará su pecado.
7:19 Y la carne que tocare alguna cosa inmunda, no se comerá; al fuego será quemada. Toda persona limpia podrá comer la carne;
7:20 pero la persona que comiere la carne del sacrificio de paz, el cual es de Jehová, estando inmunda, aquella persona será cortada de entre su pueblo.
7:21 Además, la persona que tocare alguna cosa inmunda, inmundicia de hombre, o animal inmundo, o cualquier abominación inmunda, y comiere la carne del sacrificio de paz, el cual es de Jehová, aquella persona será cortada de entre su pueblo.
7:22 Habló más Jehová a Moisés, diciendo:
7:23 Habla a los hijos de Israel, diciendo: Ninguna grosura de buey ni de cordero ni de cabra comeréis.
7:24 La grosura de animal muerto, y la grosura del que fue despedazado por fieras, se dispondrá para cualquier otro uso, mas no la comeréis.
7:25 Porque cualquiera que comiere grosura de animal, del cual se ofrece a Jehová ofrenda encendida, la persona que lo comiere será cortada de entre su pueblo.
7:26 Además, ninguna sangre comeréis en ningún lugar en donde habitéis, ni de aves ni de bestias.
7:27 Cualquiera persona que comiere de alguna sangre, la tal persona será cortada de entre su pueblo.
Marcos 3:7-30
La multitud a la orilla del mar
3:7 Mas Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea. Y de Judea,
3:8 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él.
3:9 Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no le oprimiesen.
3:10 Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él.
3:11 Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.
3:12 Mas él les reprendía mucho para que no le descubriesen.
Elección de los doce apóstoles
(Mt. 10. 1-4; Lc. 6. 12-16)
3:13 Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él.
3:14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar,
3:15 y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios:
3:16 a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro;
3:17 a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, esto es, Hijos del trueno;
3:18 a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananista,
3:19 y Judas Iscariote, el que le entregó. Y vinieron a casa.
La blasfemia contra el Espíritu Santo
(Mt. 12. 22-32; Lc. 11. 14-23)
3:20 Y se agolpó de nuevo la gente, de modo que ellos ni aun podían comer pan.
3:21 Cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí.
3:22 Pero los escribas que habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.
3:23 Y habiéndolos llamado, les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?
3:24 Si un reino está dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer.
3:25 Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer.
3:26 Y si Satanás se levanta contra sí mismo, y se divide, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin.
3:27 Ninguno puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y entonces podrá saquear su casa.
3:28 De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean;
3:29 pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.
3:30 Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo.
Salmos 37:1-11
Capítulo 37
El camino de los malos
Salmo de David.
37:1 No te impacientes a causa de los malignos,Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
37:2 Porque como hierba serán pronto cortados,
Y como la hierba verde se secarán.
37:3 Confía en Jehová, y haz el bien;
Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
37:4 Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
37:5 Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.
37:6 Exhibirá tu justicia como la luz,
Y tu derecho como el mediodía.
37:7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.
No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
Por el hombre que hace maldades.
37:8 Deja la ira, y desecha el enojo;
No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
37:9 Porque los malignos serán destruidos,
Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
37:10 Pues de aquí a poco no existirá el malo;
Observarás su lugar, y no estará allí.
37:11 Pero los mansos heredarán la tierra,
Y se recrearán con abundancia de paz.
Proverbios 10:3-4
10:3 Jehová no dejará padecer hambre al justo;
Mas la iniquidad lanzará a los impíos.
10:4 La mano negligente empobrece;
Mas la mano de los diligentes enriquece.
Mas la iniquidad lanzará a los impíos.
10:4 La mano negligente empobrece;
Mas la mano de los diligentes enriquece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario