El Apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, envía desde Corinto esta carta a los hermanos de Roma. La Epístola a los Romanos es también conocida como el "Quinto Evangelio", pues en ella encontramos las doctrinas fundamentales del cristianismo:
1- La depravación del hombre.
2- El pecado y sus consecuencias.
3- La justificación.
4- La santificación.
5- El cuerpo de Cristo.
Hoy nos interesa lo que Pablo expone, por el soplo de Dios, acerca de cómo debe ser la vida del cristiano, es decir, de todos aquellos que integramos el reino de Dios.
"El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne".
Romanos 13:10-14
Pablo menciona en este pasaje dos elementos importantes: La venida de Cristo y cómo vivir la nueva vida.
1. La venida de Cristo.
"Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos".
Romanos 13:11
El Señor afirma que su regreso es inminente y nos advierte que "es ya hora de levantarnos del sueño". Con esta frase, Pablo se refiere al momento histórico de la humanidad y de la Iglesia, el regreso de nuestro Señor Jesucristo. Se acerca el día en que lo veremos cara a cara, la hora en que seremos transformados, el momento de nuestra partida al cielo.
"He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad."
1 Corintios 15:51-53
Cada día que pasa se acerca más nuestra salvación. Cuanto más oscuro es el mundo, más lo debe iluminar la luz. Es por esto que resulta necesario levantarse del sueño. Esta figura literaria nos indica que debemos escaparnos de nuestra actitud de indiferencia y de relajación, separarnos de no poseer el sentido de urgencia para cumplir con la voluntad y el deseo del corazón de Dios.
La urgencia que sentía Pablo por llevar al mundo el evangelio y trabajar para la edificación de la Iglesia seguramente lo movió a incluir en su carta esta exhortación. Por medio de ella el Señor quiere indicarnos que todos debemos estar en constante vigilia, sin descuidar nuestra vida espiritual ni la extensión del Reino... porque la venida de Cristo está más cerca.
"Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras."
1 Tesalonicenses 4:16-18
2. ¿Cómo vivir la nueva vida?
"La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne."
Romanos 13:12-14
Pablo utiliza tres verbos importantes que nos enseñan cómo debemos vivir la nueva vida mientras regresa el Señor Jesús.
- Desechar
- Vestir
- Andar
¡Debemos vivir vistiéndonos, desechando y andando!
La expresión "la noche está avanzada" se refiere simplemente al sistema de este mundo bajo el gobierno de Satanás, en medio del cual, rodeados de tinieblas, de oscuridad, de confusión, abundancia de pecado, de independencia de Dios; debemos vivir velando: desechando, vistiéndonos y andando.
Pero, ¿qué debemos desechar?, ¿de qué debemos vestirnos? y ¿cómo debemos andar?
a. Desechar.
Significa menospreciar, desestimar, renunciar, no admitir, apartar de sí. Debemos desechar, menospreciar, desestimar, renunciar y apartar de nuestra vida las obras que el mundo practica, el estilo de vida mundano. Algunas de esas obras, que son pecados, las menciona Pablo en el versículo 13: glotonería y borracheras, lujuria (es decir, consumar en la mente lo que nos gustaría realizar con el cuerpo), lascivia (apetito carnal), contiendas y envidia. Jesús mismo advierte sobre estas obras y sus peligros en Lucas 21:34: "Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día."
Desechando esto, debemos vivir una vida de santidad y consagración manifestando día a día, la conducta del reino de Dios, viviendo bajo los principios del Reino. Rick Warren, fundador y pastor de la iglesia Saddleback en Lake Forest, California; en su libro "Una vida con propósito" afirma: "La vida cristiana es más que credos y convicciones; incluye conducta y carácter".
b. Andar.
Pablo exhorta a desechar las obras de este mundo y a andar como de día. Estamos en la noche, en un mundo sumergido en el pecado y perdido, pero debemos andar como es digno del Reino de Dios, el Reino de la Luz y de los discípulos de Cristo.
El término "andemos" es sinónimo de vivir, de la manera de conducirse en cada aspecto de la vida (trabajo, hogar, iglesia, relaciones, etcétera). Vivamos de tal manera que otros, en la noche, puedan ver la luz, la claridad del día. ¡Que otros vean a Cristo en nosotros y por nosotros!
Este mismo concepto se presenta en Mateo 5:14,16: "Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder… Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."
¡Dejemos ver el estilo de vida del reino de Dios para que el mundo glorifique al Padre!
c. Vestir.
La acción de desechar no resulta suficiente para una vida que agrada a Dios. Pablo añade que este proceso se debe acompañar de una labor adicional, la de vestir.
Debemos vestirnos de las armas de luz, que son armas provistas por el Padre de las luces: "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación." (Santiago 1:17), y esas mismas armas se caracterizan por ser poderosas: "porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas." (2 Corintios 10:4).
ORACION
Señor Jesús, reconozco mi Gran Señor, que hasta el día de hoy no he desechado ni apartado las obras que el mundo practica, dejándome llevar por el estilo de vida de este mundo. Reconozco mi Dios, que he andado en oscuridad, sumergido y perdido en el pecado, y reconozco mi Señor, que ni siquiera sabía que debía vestir con las armas que tú me has provisto para vencer al mundo y destruir fortalezas.
Por favor Señor, llévame a vivir desechando el estilo de vida mundano, viviendo una vida de santidad y consagración, dónde manifieste la conducta de tu Reino, de tal forma que otros puedan verte a ti en nosotros y por medio de nosotros, trayendo la luz y la claridad del día en medio de la oscuridad de la noche, a partir de hoy en que hemos decidido vestirnos de ti.
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