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martes, 9 de noviembre de 2010

Cambiando el espíritu de cobardía por temor de Dios

La Biblia tiene mucho que decir acerca del temor y nos menciona dos tipos específicos:

a. El espíritu de cobardía.
b. El temor de Dios.

Hoy veremos cómo estos dos tipos de temor afectan o inciden en nuestra vida.

1. El espíritu de cobardía.

El diablo opera en nuestras vidas por medio del temor, sembrando en nosotros un "espíritu de cobardía".  El apóstol Pablo conoce que este "espíritu de temor" no viene de Dios, sino que se opone a él: "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio." (2 Timoteo 1:7)

¿Cómo llega el temor a nuestras vidas?

Cuando vemos una película de terror se puede originar en nosotros una serie de reacciones y sensaciones que nos perturban, incluso es posible que empecemos a escuchar ruidos que antes no escuchábamos, alejándonos de la realidad.  Es por esto que experimentar el temor es una de las peores sensaciones del ser humano.

El temor puede ser causado por innumerables situaciones.  El fracaso amoroso, perder el trabajo, la familia o un ser querido, y los problemas en nuestra salud son algunos causantes del temor.

Como es claro todos nosotros tenemos este tipo de problemas, por lo que de alguna manera es imposible evitar que los temores lleguen a nuestras vidas; pero lo que sí podemos hacer es vencerlos en nombre de Jesús, pues sólo Él nos puede dar la victoria: "Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo." (1 Corintios 15:57)

¿Qué hacer ante el temor?

Ante el temor podemos tomar dos caminos:

1. Dejarnos llevar por nuestros temores y vivir enlazados y presa de ellos, lo que hará de nosotros personas frustradas y nos impedirá disfrutar la vida.

2. Confiar en el Señor y entregarle nuestros temores, permitiendo que él haga su obra en nosotros, para darnos paz en medio de las tormentas más severas de nuestra vida.

Proverbios 29:25, dice: "El temor del hombre pondrá lazo; más es que confía en Jehová será exaltado".

La Biblia nos enseña en el Salmo 27:1 que: "Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?".  Es claro que el salmista tenía los mismos temores que nosotros podemos tener, sin embargo nos enseña que no debemos dejar que esos temores nos dominen, fue así como confiadamente proclamó que si el Señor estaba de su lado, no había persona o situación que lo hiciera temer.

¿Por qué el diablo trae su "espíritu de cobardía"?

Como ya mencionamos el temor nos aleja de la realidad, por lo que no tiene fundamento de ser, no tiene ni pies ni cabeza.  Es por medio de este espíritu que el enemigo nos traerá nuestro doloroso pasado, con todos sus problemas y traumas, logrando que quedemos vulnerables ante nuestro presente y futuro.  Recordando nuestro pasado y fracasos, empezamos a ver solamente lo malo, creyendo que no hay salida, que no existe una solución para nuestra situación.

El temor entonces, enfoca nuestra vida en nuestro pasado, el cual pudo haber sido incluso bueno, por lo que el diablo nos dirá que no se volverá a repetir.  Poco a poco el temor crecerá hasta vencernos, si antes no le vencemos nosotros a él.

¿Cómo vencemos el temor?

Para vencer el temor necesitamos confiar en Dios y amarlo totalmente. 1 Juan 4:18 nos dice: "En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor."

En la presencia de Dios hay descanso renovador y paz, por lo que podemos dormir seguros: "Tendrás confianza, porque hay esperanza; mirarás alrededor, y dormirás seguro."  (Job 11:18)

Cuando desarrollamos nuestra confianza en Dios, podemos ver nuestro futuro con esperanza y al acostarnos podremos descansar con una sensación única de seguridad y paz.

Como nuestro Padre sabe que el enemigo nos ataca con el temor, en toda su Palabra Él nos motiva diciéndonos "no temas".

"No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia."
Isaías 41:10

"Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido."
Daniel 10:12

"Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos."
Mateo 10:31

Solamente estos tres versos cubren muchos diferentes tipos de temor, ante los cuales Dios nos dice que no temamos:

1. Dios nos dice que no temamos a estar solos o demasiado débiles.
2. Dios nos dice que no debemos temer a no ser escuchados.
3. Dios nos dice que no temamos por nuestras necesidades físicas.

La Palabra de Dios, está llena de estas exhortaciones, las cuales cubren muchísimos aspectos diferentes del "espíritu de temor".

2. El temor de Dios.

Este tipo de temor no es miedo que signifique estar temeroso de algo, por el contrario es una impresionante reverencia por Dios, por su Poder y su Gloria; sin embargo, también es un apropiado respeto por Su ira y enojo.  En otras palabras, el temor de Dios, es un reconocimiento de todo lo que Él es, lo cual viene a través de conocerlo y de tener una relación verdadera con Él.

Todos los "no temas" de la Palabra de Dios entonces, dependen de nuestra habilidad para poner nuestra confianza y fe en el Señor.  En el Salmo 56:11 el salmista nos dice: "En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?"

Este es un asombroso testimonio de la confianza en Dios.  Lo que el salmista nos dice es que, a pesar de lo que suceda, él seguirá confiando en Dios, por lo que queda claro que la clave para vencer el temor, es la total y completa confianza en Dios (temor de Dios).

El temor del Señor conlleva muchas bendiciones y muchos beneficios.

a. La sabiduría y el conocimiento comienzan con el temor de Dios.

"El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su loor permanece para siempre."
Salmo 111:10

"El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza."
Proverbios 1-7

b. El temor de Dios proporciona vida, seguridad, protección del mal, confianza y satisfacción.

"El temor de Jehová es para vida, y con él vivirá lleno de reposo el hombre; no será visitado de mal."
Proverbios 19:23

"En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos.  El temor de Jehová es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte."
Proverbios 14:26-27

¿Qué hacer en nuestra situación actual?

Leamos Marcos 6:45-51

"En seguida hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a Betsaida, en la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud.  Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar; y al venir la noche, la barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra.  Y viéndoles remar con gran fatiga, porque el viento les era contrario, cerca de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar, y quería adelantárseles.  Viéndole ellos andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma, y gritaron; porque todos le veían, y se turbaron.  Pero en seguida habló con ellos, y les dijo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!  Y subió a ellos en la barca, y se calmó el viento; y ellos se asombraron en gran manera, y se maravillaban."

a. Buscar fuerzas en la oración: Después del tiempo que hemos invertido, después de luchar y correr, por más cansados que estemos, no debemos descansar, sino que debemos buscar a solas la presencia de Dios (Marcos 6:46).

b. Buscar a Dios ante la prueba: Dios nos dará primeramente la paz que necesitamos para poder enfrentar nuestra prueba, Él sabe muy bien que tendremos aflicciones, por eso nos dio a su hijo Jesús, para que confiemos porque ya Él ha luchado por nosotros y ha vencido estas aflicciones: "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo." (Juan 16:33)

c. Confiar en el Señor: Muy posiblemente, hoy tengamos vientos contrarios, por lo que remando nos hemos fatigado; y esta fatiga nos ha hecho ver fantasmas donde no los hay.  El "espíritu de cobardía", se ha apoderado de nosotros. Estamos en medio de la noche y no vemos hacia dónde vamos (Marcos 6:47-49).  Si ponemos nuestra confianza en Dios, todo cambiará. Dios cuida por nosotros y se interesa tanto por nuestros problemas y situaciones que ha dado su vida misma para traernos libertad. Juan 10:10 nos dice: "Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas."

d. Dejar que el Señor se involucre con nuestra situación: Si dejamos que Jesús suba en la barca con nosotros, Él tomará el control de todo y la tormenta cesará (Marcos 6:50b-51).  Nos sorprenderemos, asombraremos y maravillaremos de cómo nuestro Señor cambiará en nuestra vida.

ORACION:
Tu bien sabes Señor la causa de mis temores y más allá de estas causas, decido renunciar todo temor en mi vida y me cubro con tu Gloriosa Presencia, que me da tranquilidad y seguridad.  Qué bueno Señor, que tú me das la solución para cambiar mis noches de pesadillas y temores, en noches llenas de paz y esperanza. 

Hoy decido confiar en ti, dejarte subir en mi barca y que tomes el control de mi situación.  Sorpréndeme Señor, asómbrame, maravíllame, lléname de tu sabiduría, protección y seguridad.  Todo temor desaparece de mi vida, porque tú Señor estás conmigo, tu vara y tu cayado me infunden aliento, tú eres quien me fortalece en los momentos difíciles, AMÉN.

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