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jueves, 28 de enero de 2010

¿Por qué debemos leer y estudiar la Palabra de Dios? - Parte 2

Ya hemos visto los aspectos básicos del ¿por qué debemos leer y estudiar la Palabra de Dios?  Lo que no hemos mencionado es que, por medio de la Palabra de Dios logramos superar cualquier adversidad.

La Biblia nos presenta que en nuestras vidas se libra una constante batalla espiritual, entre las fuerzas de Dios y las fuerzas del diablo.  Mientras que hay muchas formas en que Satanás impone pecado en nuestras vidas, hay una sola forma en que Dios nos limpia, y esto es por su Palabra.  Para el cristiano que no se enamora con su Biblia, no hay nada delante de él más que tristeza, destrucción, problemas, y dolor.  Pero para el cristiano que aprende temprano y con mucho agrado a estudiar su Biblia, y sacar las riquezas espirituales que hay en ella, tendrá la bendición de Dios siempre.

¿Cómo se logra superar las situaciones adversas con la lectura de la Biblia?

Por el conocimiento de las escrituras encontramos paz y esperanza reales, cuando todo a nuestro alrededor parece desmoronarse (Romanos 15:4, Salmo 112:7, Habacuc 3:17-19).

Es así que, por medio de la lectura de la Biblia:

1. Conocemos mejor a nuestro Redentor.

"Escudriñad las Escrituras: porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mi".
Juan 5:39

Según 1 Juan 5:11-12, nuestra salvación (la vida eterna) se base en una sola cosa, "conocer personalmente a Jesucristo" nuestro Salvador.  Si el conocer a Jesucristo y tener relación con Él es la salvación, no debemos equivocarnos en menospreciar nuestra relación con Él.  Hebreos 10:29 dice "¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?".  Es decir, debemos ampliar, profundizar y cuidar esta relación para gozar todo lo que podamos de la salvación, y para que Dios no nos castigue por el pecado que hacemos después que somos salvos.

El apóstol Pablo en Romanos 8:1 nos dice: "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu".  Pablo se refiere al cristiano que vive esforzándose.  Recordemos que en amor, Dios castiga a sus hijos por sus pecados para purificarles y presentarles a Él mismo sin mancha ni arruga, ni cosa semejante: "a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha." (Efesios 5:27).

2. Podemos ser aprobados delante de Dios.

"Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad."
2 Timoteo 2:15

Debemos esforzarnos para buscar ser aprobados delante de Dios, aunque podamos asegurarnos que somos salvos: "Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios" (1 Juan 5:13).

En 1 Samuel 15:22b-23a se nos dice: "Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios; y el prestar atención que el sebo de los carneros: Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría el infringir".  Dios, se complace con nuestra obediencia y cuando le prestamos atención, pero también ve como adoración a otro dios, es decir idolatría, si somos rebeldes u obstinados (no atentos a Él).

3. Aumentamos nuestra fe.

A fin de cuentas la fe y su evidencia en nuestras vidas, que se muestra en la obediencia a la Palabra y voluntad de Dios, es la única cosa que nos corresponde relacionada con nuestra salvación.

Pero, ¿Cómo aumentar nuestra fe?

La respuesta es, por medio de la Palabra de Dios.  Romanos 10:17 nos dice: "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios."  Y Hebreos 4:2 nos detalla que Dios restringe el crecimiento de nuestra fe si rehusamos de leer, estudiar, y sentarnos bajo la predicación y enseñanza de la Palabra de Dios: "Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron".

Si oímos la Palabra de Dios y usamos la poca fe que podamos tener, Dios la aumentará más.

4. Nos limpiamos de nuestros pecados.

Nuestro pecado es el problema que la salvación remedia.  Cuando deseamos la salvación del infierno debemos quitar de nuestra vida el pecado, y esto se logra solamente por medio de nuestra íntima relación con Dios.

Al respecto el Señor Jesús nos dijo:

"Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado."
Juan 15:3

"Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad."
Juan 17:17

5. Nos fortalecemos espiritualmente.

Muchas veces los cristianos nos quejamos de no tener victoria en nuestras vidas, sobre el pecado, el diablo, y nuestra propia carne pecaminosa.  Pensamos que Dios no ha provisto la fuerza espiritual para que podamos vencer, pero Dios sí ha provisto.  Lo que ha sucedido es que nosotros no hemos tomado como nuestro lo que Dios nos ha dado.  Leamos 1° Juan 2:14b "Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno."

6. Nos fortalecemos en nuestras oraciones.

Hay dos puntos importantes al edificar una vida de oración eficaz:

• Saber, ¿cuál es la voluntad de Dios?
• Pedir todo conforme a la voluntad de Dios.

Haciendo esto, Dios nos concederá nuestras peticiones: "Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho." (1 Juan 5:14-15).

¿Cómo vamos a saber la voluntad de Dios si no estudiamos la Biblia?

Simplemente es imposible.  Por esto es de alta prioridad en nuestras vidas el estudio de la Palabra de Dios. "Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos.  Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes, y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas; para que sean vuestros días, y los días de vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra. Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpláis, y si amareis a Jehová vuestro Dios, andando en todos sus caminos, y siguiéndole a él, Jehová también echará de delante de vosotros a todas estas naciones, y desposeeréis naciones grandes y más poderosas que vosotros." (Deuteronomio 11:18-23).

Dios prometió a Su Pueblo, es decir a nosotros, victoria en las luchas de la vida si solamente honramos Su Palabra, aplicándola en toda nuestra vida.

7. Encontramos gozo y paz.

La única forma de encontrar paz y gozo en nuestras vidas es obedeciendo y sirviendo al Señor; conociendo, entendiendo y obedeciendo Su Palabra.

"Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo."
Salmo 119:165

"Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado."
Isaías 26:3

"Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.  Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.  No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal."
Juan 17:13-15

8. Encontramos la guía para tomar decisiones correctas en nuestra vida.

Debemos buscar la ayuda del Espíritu Santo, para usar la Palabra de Dios como guía en nuestras vidas: "Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino." (Salmo 119:105).

Afortunados somos quienes hemos encontrado la guía de Dios.

9. Somos prosperados en nuestro camino.

Dios nos dice, que si obedecemos su voluntad nos irá bien: "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.  Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas." (Josué 1:8-9).

ORACION
Grande y Poderoso Señor, hoy empiezo un nuevo estilo de vida por medio de la lectura de tu Palabra, sabedor de que por medio de ella te conoceré mejor y entenderé qué debo hacer para recibir tu aprobación, mientras tú vas aumentando mi fe, limpias mis pecados y me fortaleces espiritualmente.

Abre mi entendimiento en este momento ¡Oh Señor!, para darme cuenta que así como existe Gran Bendición en practicar tu Poderosa Palabra, existe gran pérdida de bendiciones por no hacerlo.  Ayúdame a temblar ante tu Poderosa Palabra, AMÉN.


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