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martes, 22 de junio de 2010

Lectura Bíblica - Mayo 12

*** Lecturas de Hoy ***
  • 1 Samuel 12:1-13:23
  • Juan 7:1-31
  • Salmos 109:1-31
  • Proverbios 15:4

1 Samuel 12:1-13:23
Capítulo 12
Discurso de Samuel al pueblo
12:1 Dijo Samuel a todo Israel: He aquí, yo he oído vuestra voz en todo cuanto me habéis dicho, y os he puesto rey. 12:2 Ahora, pues, he aquí vuestro rey va delante de vosotros. Yo soy ya viejo y lleno de canas; pero mis hijos están con vosotros, y yo he andado delante de vosotros desde mi juventud hasta este día. 12:3 Aquí estoy; atestiguad contra mí delante de Jehová y delante de su ungido, si he tomado el buey de alguno, si he tomado el asno de alguno, si he calumniado a alguien, si he agraviado a alguno, o si de alguien he tomado cohecho para cegar mis ojos con él; y os lo restituiré. 12:4 Entonces dijeron: Nunca nos has calumniado ni agraviado, ni has tomado algo de mano de ningún hombre. 12:5 Y él les dijo: Jehová es testigo contra vosotros, y su ungido también es testigo en este día, que no habéis hallado cosa alguna en mi mano. Y ellos respondieron: Así es. 12:6 Entonces Samuel dijo al pueblo: Jehová que designó a Moisés y a Aarón, y sacó a vuestros padres de la tierra de Egipto, es testigo. 12:7 Ahora, pues, aguardad, y contenderé con vosotros delante de Jehová acerca de todos los hechos de salvación que Jehová ha hecho con vosotros y con vuestros padres. 12:8 Cuando Jacob hubo entrado en Egipto, y vuestros padres clamaron a Jehová, Jehová envió a Moisés y a Aarón, los cuales sacaron a vuestros padres de Egipto, y los hicieron habitar en este lugar. 12:9 Y olvidaron a Jehová su Dios, y él los vendió en mano de Sísara jefe del ejército de Hazor, y en mano de los filisteos, y en mano del rey de Moab, los cuales les hicieron guerra. 12:10 Y ellos clamaron a Jehová, y dijeron: Hemos pecado, porque hemos dejado a Jehová y hemos servido a los baales y a Astarot; líbranos, pues, ahora de mano de nuestros enemigos, y te serviremos. 12:11 Entonces Jehová envió a Jerobaal, a Barac, a Jefté y a Samuel, y os libró de mano de vuestros enemigos en derredor, y habitasteis seguros. 12:12 Y habiendo visto que Nahas rey de los hijos de Amón venía contra vosotros, me dijisteis: No, sino que ha de reinar sobre nosotros un rey; siendo así que Jehová vuestro Dios era vuestro rey. 12:13 Ahora, pues, he aquí el rey que habéis elegido, el cual pedisteis; ya veis que Jehová ha puesto rey sobre vosotros. 12:14 Si temiereis a Jehová y le sirviereis, y oyereis su voz, y no fuereis rebeldes a la palabra de Jehová, y si tanto vosotros como el rey que reina sobre vosotros servís a Jehová vuestro Dios, haréis bien. 12:15 Mas si no oyereis la voz de Jehová, y si fuereis rebeldes a las palabras de Jehová, la mano de Jehová estará contra vosotros como estuvo contra vuestros padres. 12:16 Esperad aún ahora, y mirad esta gran cosa que Jehová hará delante de vuestros ojos. 12:17 ¿No es ahora la siega del trigo? Yo clamaré a Jehová, y él dará truenos y lluvias, para que conozcáis y veáis que es grande vuestra maldad que habéis hecho ante los ojos de Jehová, pidiendo para vosotros rey. 12:18 Y Samuel clamó a Jehová, y Jehová dio truenos y lluvias en aquel día; y todo el pueblo tuvo gran temor de Jehová y de Samuel. 12:19 Entonces dijo todo el pueblo a Samuel: Ruega por tus siervos a Jehová tu Dios, para que no muramos; porque a todos nuestros pecados hemos añadido este mal de pedir rey para nosotros. 12:20 Y Samuel respondió al pueblo: No temáis; vosotros habéis hecho todo este mal; pero con todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino servidle con todo vuestro corazón. 12:21 No os apartéis en pos de vanidades que no aprovechan ni libran, porque son vanidades. 12:22 Pues Jehová no desamparará a su pueblo, por su grande nombre; porque Jehová ha querido haceros pueblo suyo. 12:23 Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros; antes os instruiré en el camino bueno y recto. 12:24 Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro corazón, pues considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros. 12:25 Mas si perseverareis en hacer mal, vosotros y vuestro rey pereceréis.

Capítulo 13
Guerra contra los filisteos
13:1 Había ya reinado Saúl un año; y cuando hubo reinado dos años sobre Israel, 13:2 escogió luego a tres mil hombres de Israel, de los cuales estaban con Saúl dos mil en Micmas y en el monte de Bet-el, y mil estaban con Jonatán en Gabaa de Benjamín; y envió al resto del pueblo cada uno a sus tiendas. 13:3 Y Jonatán atacó a la guarnición de los filisteos que había en el collado, y lo oyeron los filisteos. E hizo Saúl tocar trompeta por todo el país, diciendo: Oigan los hebreos. 13:4 Y todo Israel oyó que se decía: Saúl ha atacado a la guarnición de los filisteos; y también que Israel se había hecho abominable a los filisteos. Y se juntó el pueblo en pos de Saúl en Gilgal. 13:5 Entonces los filisteos se juntaron para pelear contra Israel, treinta mil carros, seis mil hombres de a caballo, y pueblo numeroso como la arena que está a la orilla del mar; y subieron y acamparon en Micmas, al oriente de Bet-avén. 13:6 Cuando los hombres de Israel vieron que estaban en estrecho (porque el pueblo estaba en aprieto), se escondieron en cuevas, en fosos, en peñascos, en rocas y en cisternas. 13:7 Y algunos de los hebreos pasaron el Jordán a la tierra de Gad y de Galaad; pero Saúl permanecía aún en Gilgal, y todo el pueblo iba tras él temblando. 13:8 Y él esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había dicho; pero Samuel no venía a Gilgal, y el pueblo se le desertaba. 13:9 Entonces dijo Saúl: Traedme holocausto y ofrendas de paz. Y ofreció el holocausto. 13:10 Y cuando él acababa de ofrecer el holocausto, he aquí Samuel que venía; y Saúl salió a recibirle, para saludarle. 13:11 Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas, 13:12 me dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto. 13:13 Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre. 13:14 Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó. 13:15 Y levantándose Samuel, subió de Gilgal a Gabaa de Benjamín. Y Saúl contó la gente que se hallaba con él, como seiscientos hombres. 13:16 Saúl, pues, y Jonatán su hijo, y el pueblo que con ellos se hallaba, se quedaron en Gabaa de Benjamín; pero los filisteos habían acampado en Micmas. 13:17 Y salieron merodeadores del campamento de los filisteos en tres escuadrones; un escuadrón marchaba por el camino de Ofra hacia la tierra de Sual, 13:18 otro escuadrón marchaba hacia Bet-horón, y el tercer escuadrón marchaba hacia la región que mira al valle de Zeboim, hacia el desierto. 13:19 Y en toda la tierra de Israel no se hallaba herrero; porque los filisteos habían dicho: Para que los hebreos no hagan espada o lanza. 13:20 Por lo cual todos los de Israel tenían que descender a los filisteos para afilar cada uno la reja de su arado, su azadón, su hacha o su hoz. 13:21 Y el precio era un pim por las rejas de arado y por los azadones, y la tercera parte de un siclo por afilar las hachas y por componer las aguijadas. 13:22 Así aconteció que en el día de la batalla no se halló espada ni lanza en mano de ninguno del pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y Jonatán su hijo, que las tenían. 13:23 Y la guarnición de los filisteos avanzó hasta el paso de Micmas.

Juan 7:1-31
Capítulo 7
Incredulidad de los hermanos de Jesús
7:1 Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle. 7:2 Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos; 7:3 y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces. 7:4 Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. 7:5 Porque ni aun sus hermanos creían en él. 7:6 Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto. 7:7 No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas. 7:8 Subid vosotros a la fiesta; yo no subo todavía a esa fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido. 7:9 Y habiéndoles dicho esto, se quedó en Galilea.

Jesús en la fiesta de los tabernáculos
7:10 Pero después que sus hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto. 7:11 Y le buscaban los judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquél? 7:12 Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud, pues unos decían: Es bueno; pero otros decían: No, sino que engaña al pueblo. 7:13 Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos. 7:14 Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba. 7:15 Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado? 7:16 Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. 7:17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. 7:18 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia. 7:19 ¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme? 7:20 Respondió la multitud y dijo: Demonio tienes; ¿quién procura matarte? 7:21 Jesús respondió y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis. 7:22 Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres); y en el día de reposo circuncidáis al hombre. 7:23 Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre? 7:24 No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.

¿Es éste el Cristo?
7:25 Decían entonces unos de Jerusalén: ¿No es éste a quien buscan para matarle? 7:26 Pues mirad, habla públicamente, y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido en verdad los gobernantes que éste es el Cristo? 7:27 Pero éste, sabemos de dónde es; mas cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea. 7:28 Jesús entonces, enseñando en el templo, alzó la voz y dijo: A mí me conocéis, y sabéis de dónde soy; y no he venido de mí mismo, pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis. 7:29 Pero yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió. 7:30 Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora. 7:31 Y muchos de la multitud creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace?

Salmos 109:1-31
Clamor de venganza
Al músico principal. Salmo de David.
109:1 Oh Dios de mi alabanza, no calles;
109:2 Porque boca de impío y boca de engañador se han abierto contra mí;
Han hablado de mí con lengua mentirosa;
109:3 Con palabras de odio me han rodeado,
Y pelearon contra mí sin causa.
109:4 En pago de mi amor me han sido adversarios;
Mas yo oraba.
109:5 Me devuelven mal por bien,
Y odio por amor.

109:6 Pon sobre él al impío,
Y Satanás esté a su diestra.
109:7 Cuando fuere juzgado, salga culpable;
Y su oración sea para pecado.
109:8 Sean sus días pocos;
Tome otro su oficio.
109:9 Sean sus hijos huérfanos,
Y su mujer viuda.
109:10 Anden sus hijos vagabundos, y mendiguen;
Y procuren su pan lejos de sus desolados hogares.
109:11 Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene,
Y extraños saqueen su trabajo.
109:12 No tenga quien le haga misericordia,
Ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos.
109:13 Su posteridad sea destruida;
En la segunda generación sea borrado su nombre.
109:14 Venga en memoria ante Jehová la maldad de sus padres,
Y el pecado de su madre no sea borrado.
109:15 Estén siempre delante de Jehová,
Y él corte de la tierra su memoria,
109:16 Por cuanto no se acordó de hacer misericordia,
Y persiguió al hombre afligido y menesteroso,
Al quebrantado de corazón, para darle muerte.
109:17 Amó la maldición, y ésta le sobrevino;
Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él.
109:18 Se vistió de maldición como de su vestido,
Y entró como agua en sus entrañas,
Y como aceite en sus huesos.
109:19 Séale como vestido con que se cubra,
Y en lugar de cinto con que se ciña siempre.

109:20 Sea este el pago de parte de Jehová a los que me calumnian,
Y a los que hablan mal contra mi alma.
109:21 Y tú, Jehová, Señor mío, favoréceme por amor de tu nombre;
Líbrame, porque tu misericordia es buena.
109:22 Porque yo estoy afligido y necesitado,
Y mi corazón está herido dentro de mí.
109:23 Me voy como la sombra cuando declina;
Soy sacudido como langosta.
109:24 Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno,
Y mi carne desfallece por falta de gordura.
109:25 Yo he sido para ellos objeto de oprobio;
Me miraban, y burlándose meneaban su cabeza.

109:26 Ayúdame, Jehová Dios mío;
Sálvame conforme a tu misericordia.
109:27 Y entiendan que esta es tu mano;
Que tú, Jehová, has hecho esto.
109:28 Maldigan ellos, pero bendice tú;
Levántense, mas sean avergonzados, y regocíjese tu siervo.
109:29 Sean vestidos de ignominia los que me calumnian;
Sean cubiertos de confusión como con manto.

109:30 Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca,
Y en medio de muchos le alabaré.
109:31 Porque él se pondrá a la diestra del pobre,
Para librar su alma de los que le juzgan.


Proverbios 15:4
15:4 La lengua apacible es árbol de vida;
Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.

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