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viernes, 6 de enero de 2012

Dios siempre velará por nosotros

Es lindo y reconfortante saber que Dios tiene cuidado de nosotros, es hermoso saber que estamos bajo la soberanía de un Dios detallista al que no se le escapa nada de nuestra vida.  La Biblia dice en Job 12:10 (NVI): "En sus manos está la vida de todo ser vivo."

Aún así, nos es fácil creer que Dios omite detalles sobre nuestra vida, porque a lo mejor no vemos las cosas que quisiéramos ver, o porque el tiempo ha pasado y aún no se ha cumplido lo prometido.  Sin embargo, se nos olvida que Dios nos ha prometido que cumplirá porque no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirse de lo que ha dicho, Él dijo y hará, Él habló y ejecutará.  (Números 23:19)

Quizá en más de alguna ocasión podamos creer que Dios se ha olvidado de nosotros o de algo en específico para nuestra vida, pero la verdad es que a Dios no se le escapa ningún detalle.

David en muchos de sus Salmos describe en detalle el accionar de Dios en su vida, él experimentó muchas de las perspectivas de Dios, ya que le conocía muy personalmente.  En el Salmo 32:8 (NVI) el salmista nos dice, hablando de lo que Dios hace por nosotros: "Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti."

En este Salmo en especial, David escribe sobre la dicha y la bendición del perdón y sobre la promesa que Dios nos hace.  Dios nos dice que nos va instruir y a mostrar el camino a seguir, es decir, cómo dirigirnos en la vida; luego nos dice que va a darnos consejos (y que mejor que su Palabra para ser lumbrera a nuestro camino).  Por último, y es la mejor parte, nos dice que "velará por nosotros", que nos cuidará; y esta es la Palabra de Dios hoy para tu vida: "Y velaré por ti."

No te olvides que estas delante de un Dios detallista y al cual no se le escapa nada, pueda que en este momento tengas muchas preguntas, muchos cuestionamientos, pero en medio de todo eso debes tener por seguro que Dios velará por ti.

Su Palabra dice que Él nos librará del lazo del cazador y de la peste destructora, dice que con sus plumas nos cubrirá, porque debajo de sus alas estaremos seguros; por lo tanto no temeremos el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en la oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya, porque caerán a nuestro lado mil y diez mil a nuestra diestra, mas a nosotros no llegarán, pues Dios a sus ángeles mandará acerca de nosotros para que nos guarden en todos nuestros caminos, y ellos en sus manos nos llevarán para que no tropecemos.  (Salmo 91)

Ese es mi Dios, ese es tu Dios, ese es nuestro Dios.  Entonces ¿por qué temer?, ¿por qué desesperarse?, ¿por qué huir?  Al contrario en cada momento de nuestra vida debemos buscar su presencia, el apóstol Pedro dijo: "Señor, ¿a quién iremos?  Tú tienes palabras de vida eterna."  (Juan 6:68 - RVR)

Hoy quiero invitarles a confiar plenamente en las promesas de Dios para sus vidas, a pesar que un río venga sobre nosotros, debemos tener la seguridad de que Dios velará por nosotros.  Por esto exaltemos a Dios, alabémosle y gocémonos, porque estoy seguro que tiene preparado para nosotros una bendición tan detallada, que será exacta y perfectamente lo que necesitamos.

Aún cuando no sea como lo hemos imaginado que sería, pues Él ve más allá de nuestros ojos; aún cuando no haya llegado su promesa, debemos esperar, porque con fe y con paciencia se heredan las promesas (Hebreos 6:12).  

Estemos atentos para no caer en las tentaciones de ser impacientes cuando estamos inquietos y confundidos con dudas sobre los métodos de la providencia de Dios.  Cuando hemos derramado quejas y peticiones ante Dios, debemos observar las respuestas que Dios da por su palabra, su Espíritu, y providencia; lo que el Señor dirá a nuestro caso.  Dios no desilusionará las expectativas de fe de los que esperamos oír lo que Él nos dirá: "Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará." (Habacuc 2:3 – RVR)  

Aunque el favor prometido de Dios, sea largamente postergado, al final llegará y nos recompensará abundantemente por esperar.  Humildes, con el corazón quebrantado y arrepentidos, descansaremos en la promesa y en Cristo, en quien, y por medio del cual nos es dada la salvación.  Así pues, debemos andar, trabajar y vivir por fe, perseverando hasta el fin y seremos exaltados a la gloria.

Dios siempre nos dará respuestas perfectas con las que velará por nosotros.

ORACIÓN

Padre, vengo ante tu presencia, en acción de gracias, porque sé Señor que mi vida, como la de todo ser vivo, está en tus manos.  Porque Señor, tú me proteges, tú cuidas de mi y tú velas por mí.

Dame Señor de tu paz, que sobrepasa todo entendimiento, cuando el día malo llegue a mí.  Hazme entender, que las cosas adversas que tú permites en mi vida tienen un propósito para ti, y que toda leve tribulación es temporal y necesaria para que tú crezcas en mí.

Tu Palabra dice que la fe es un don tuyo, por lo que te pido Señor, me des fe y paciencia, confiando en que por tu amor hacia mí, harás cumplir tus promesas en mi vida.  Abre mis oídos y ojos espirituales para poder escuchar tu instrucción, ver el camino que tú me mostrarás y estar atento a tus consejos, y así permitirte velar por mí. Te lo pido en el nombre de tu Hijo Amado Jesús, Amén.



Dios cuida de mí

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