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martes, 8 de febrero de 2011

Viviendo bajo el abrigo de Dios

Una de las preocupaciones de muchas personas es como vivir protegidos de las diferentes amenazas y peligros que hoy existen en nuestro mundo, un mundo peligroso.  Son muchas las razones para vivir preocupados: guerra, incertidumbre económica, enfermedades prolongadas, narcotráfico desastres naturales y accidentes fatales, son apenas algunas de las continuas realidades que la gente enfrenta todos los días.  El miedo se apodera de las personas y se extiende por todo el mundo.

Todo esto que vivimos es sólo el principio de los dolores: "Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.  Y todo esto será principio de dolores."  (Mateo 24:7-8)

Entonces, ante tales situaciones peligrosas ¿Qué haremos?, ¿Cuál será nuestro refugio?, ¿Dónde estaremos seguros?

La Biblia en 1 Crónicas 4:10, nos enseña la oración de Jabes, quien pide a Dios, a parte de su bendición, que lo proteja del mal y de la aflicción, independientemente si esta última era el resultado de algún mal hecho contra él, o por el contrario, causado por él a otros: "E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe!  Y le otorgó Dios lo que pidió."  Jabes acudió a Dios en busca de protección y Dios se la otorgó.

En este pasaje entendemos que la verdadera seguridad proviene de la confianza en Dios.  Él oye y responde nuestras oraciones cuando vamos en busca de Su ayuda.

El acto de postrarnos delante de la presencia de Dios y pedirle ayuda cuando nos hallemos en peligro, nos hace sabios.

La protección de Dios para sus hijos

Dios cuida de todos aquellos que le aman.  Esta promesa la encontramos en diversos pasajes bíblicos, pero resulta especialmente clara en el Salmo 91, el único lugar de la Biblia donde todas las promesas de protección están reunidas. Repasemos esta hermosa y poderosa palabra de Dios.

"El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.
Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.
Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos.
Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación,
No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada.
Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón.
Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré.
Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación."

El salmista no indica la situación a la que se refiere, ni el motivo que originó este salmo; sin embargo, el mismo se aplica fácilmente a cualquier clase de peligro, por lo que su alcance es universal.  Este salmo se aplica a todos y cualquiera de los peligros a los que nos enfrentamos.  Independientemente de que nuestras circunstancias parezcan completamente imposibles de superar, todos nosotros somos importantes para Dios, por lo que Él resolverá todos nuestros problemas, si nosotros lo buscamos y le pedimos con fe.

¿Dónde estamos morando? – Salmo 91-1
"El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente."

Debemos hacer un alto en el camino y evaluar ¿dónde estamos viviendo?  Muchos de nosotros vivimos en duda e inseguridad, en vez de vivir al abrigo del Altísimo.

¿Quiénes son los que habitan al abrigo del Altísimo?

Todo aquel que ha recibido a Jesús como único Señor y Salvador de sus vidas, aquellos que han sido hechos hijos de Dios: "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios."  (Juan 1:12)

Recordemos, que no todos los seres humanos estamos bajo la cobertura de Dios, y aunque Él tiene sus brazos abiertos para recibirnos a todos, muchos no quieren venir a Él para tener vida: "y no queréis venir a mí para que tengáis vida."  (Juan 5:40).

Depende de nuestra elección, y es precisamente lo que el salmista -inspirado por Dios- nos habla en este salmo; él decidió en medio de la crisis que Dios debía ser su protección y la seguridad de su vida.

La protección de Dios es suficiente para resguardarnos cuando nos encontremos en medio de situaciones difíciles, en nuestros tiempos de peligro; sabiendo esto nuestra fe se fortalece.

¿En quién estamos confiando? – Salmo 91:2
"Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré."

Desde la perspectiva secular, las personas ponen sus expectativas en el gobierno, las corporaciones, los expertos, el éxito, la tecnología, la riqueza, su familia y hasta en sí mismos; para encontrar seguridad y protección frente a situaciones de peligro.  Sin embargo, y con mucha frecuencia, todos estos recursos nos dejan insatisfechos, y así inevitablemente, los peligros acechan a muchos de nosotros y la adversidad golpea a muchos otros.

Veamos estas expectativas humanas a la luz de la Palabra.

"¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas?
Porque se harán alas como alas de águila, y volarán al cielo."
Proverbios 23-5

"Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre."
Jeremías 17-5a

Por esto el salmista nos enseña que nuestra fe debe estar en Dios, quien nos ofrece un refugio seguro como un castillo, y además de declarar su fe pública en Dios, nos muestra que tiene una verdadera relación personal con Él, utilizando la expresión "Mi Dios".

Nuestro Dios es entonces, nuestra esperanza y nuestro castillo, el lugar seguro donde podemos escondernos y estar a salvo del peligro.

"Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová."
Jeremías 17:7

Nuestra confianza y esperanza en Dios tiene fundamento en Su propia naturaleza y nos son dadas cuando tenemos una relación personal y verdadera con Él.

¿Quién nos protege? – Salmo 91:3-7
"El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.
Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará."

Gran cantidad de peligros se nos muestran en estos versos, pero sobre todos ellos Dios nos librará.  Él nos cubrirá con sus plumas y nos dará refugio, al igual que el ave cubre a sus polluelos.

Veamos cómo estos versículos nos llevan de la mano, explicándonos de forma detallada la protección de Dios y nos muestran las cinco coberturas diferentes de esta protección.

1. Dios nos libra de nuestros enemigos.  (Salmo 91:3)

2. Su protección es cercana y personal, es Él mismo quien nos protege.  (Salmo 91:4)

3. La protección de Dios es 24x7, lo que quiere decir que Dios no duerme, Él nos protege de día y de noche.  (Salmo 91:5)

4. Dios nos libra de todo aquello que nos atemoriza: los lazos o trampas de nuestros enemigos, pestes, guerras y mortandades, tal y como lo presenciamos en estos días.  (Salmo 91:3-6)

5. La protección de Dios es total, es un escudo impenetrable que no permite que nada ni nadie llegue a nosotros, aún cuando todos caigan a nuestro alrededor, Dios nos guardará al igual que libró a su pueblo de las plagas de Egipto.  (Salmo 91:7)

Nada nos destruirá, ni debe atemorizarnos porque Dios es capaz de resguardarnos de todos los peligros que nos puedan afectar.

¿Es verdadera la protección de Dios? – Salmo 91:8
"Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos."

El daño no puede alcanzar a quienes están protegidos por Dios, y aún cuando en muchas ocasiones pareciera lo contrario, la protección de Dios es verdadera.  Nosotros mismos, dice Su Palabra, veremos los resultados de esta protección, así como el pago de aquellos que hacen maldad y no pueden escapar de Su justicia.

La verdad de Dios actúa como escudo protector sobre nuestras vidas, y su palabra es Verdad, y la verdad misma es Jesucristo: "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida."  (Juan 14:6a)

Como cristianos no debemos tener miedo, por el contrario, las palabras en nuestras oraciones deben reflejar la promesa de la protección de Dios, así desaparecerán nuestros temores.

¿Por qué nos protege Dios? – Salmo 91:9
"Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación."

Dios nos protege porque nuestra esperanza no está en los hombres, ni en el dinero, ni en nuestras capacidades personales; sino solamente en Dios.  Filipenses 4:19 nos dice: "Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús."

Adicionalmente, Dios nos protege, porque hemos permitido al Altísimo que haga morada en nuestro corazón, pues hemos recibido al Espíritu Santo, el cual mora en nosotros, y nuestro cuerpo es su habitación y su templo: "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?"  (1 Corintios 3:16)

Si alguno de nosotros no pone toda su confianza en Dios, ni tampoco ha hecho de su cuerpo templo de Su Espíritu, no puede recibir Su protección.

¿Cómo resguarda Dios nuestras vidas? – Salmo 91:10-12
"Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra."

Dios enviará a sus ángeles para resguardarnos, ellos se encargarán de alejar muchos peligros de nuestras vidas.

Los ángeles son siervos de Dios, espíritus ministradores enviados para servicio a favor de quienes seremos los herederos de la salvación: "¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?"  (Hebreos 1:14).  Ellos acamparán alrededor nuestro, si nosotros le tememos a Dios: "El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende."  (Salmo 34:7)

Veamos algunos pasajes de la Biblia, donde encontramos el cuidado de los ángeles a favor de los hijos de Dios.

1. El pueblo de Sodoma intenta atacar a Lot: Los ángeles intervienen a favor de Lot y lo ponen a salvo.  (Génesis 19:9-11, 15-17)

2. Daniel es echado al foso de leones hambrientos: Dios envió un ángel que cerrara la boca de los leones para que su siervo sobreviviera.  (Daniel 6:22)

3. La noche de su arresto, Jesús señaló que doce legiones de ángeles se hallaban listas para liberarlo.  (Mateo 26:53)

4. Los apóstoles son arrestados y encarcelados por enseñar la resurrección de Cristo: Un ángel los libera para que puedan seguir predicando.  (Hechos 5:17-20)

La intervención de los ángeles en nuestros asuntos, es un recurso que Dios utiliza para protegernos.

¿Es posible superar la adversidad? – Salmo 91:13
"Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón."

Dios ha puesto toda potestad a los pies de su hijo Jesucristo, y por Él somos más que vencedores ante toda fuerza del diablo.  Por Cristo, hemos recibido potestad por sobre toda fuerza del enemigo y nada nos dañará: "He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará."  (Lucas 10:19)

La persona que busca refugio en el Señor superará serias adversidades y peligros mortales.

¿Cómo responde Dios a nuestras oraciones? – Salmo 91:14-16
"Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré.
Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación."

Cuando nosotros buscamos refugio en el Señor, estamos demostrando nuestro amor genuino por Él y así Él nos declara que por este amor Él nos responderá.

La respuesta de Dios a nuestro amor consiste en una bendición con siete (7) resultados:

1. Dios nos librará: Él responderá a quien le ama, cuando ore clamando para ser librado de la adversidad.

2. Dios nos pondrá en alto: Al ponernos en un lugar alto, Dios nos provee la seguridad de que no necesitamos estar pidiéndole continuamente ayuda.  Quienes amamos a Dios hemos experimentado la reverencia y el asombro ante Él, y hemos comprendido su realidad.

3. Dios nos responderá: Significa que Dios no solamente nos oye, sino que también nos da la respuesta apropiada ante nuestra situación.

4. Dios estará con nosotros en la angustia: Como cristianos disfrutamos de la morada permanente del Espíritu Santo dentro de nosotros, por lo que ante nuestra angustia Dios mismo actuará.

5. Dios nos glorificará: Dios confirma, para quienes le amamos, el respeto de su pacto.

6. Dios nos saciará de larga vida: Hacer la voluntad de Dios asegura nuestra vida.  Los peligros que nos acechen no arrebatarán nuestra vida de forma prematura.

7. Dios nos mostrará su salvación: Dios nos librará de la angustia.  Él nos oye y responderá nuestras oraciones, cuando le buscamos por protección en situaciones de peligro. La naturaleza de Dios es cuidarnos y darnos lo mejor.

Si recibimos a Cristo, como el único Señor y Salvador de nuestra vida, Él nos dará Su protección, y aún cuando perdamos nuestra vida terrenal, estaremos confiados, porque tendremos vida eterna.

Quiero dejar claro que si bien es cierto que Dios ha prometido protegernos, esto no significa que Dios nunca permitirá que atravesemos situaciones de peligro o que no nos sucedan cosas malas.  Él nos dice que en estos momentos debemos confiar en Él, ya que ningún poder o situación se halla fuera de Su control.  A menudo los propósitos de Dios se llevan a cabo por medio del sufrimiento humano.  La tortura de Pablo y Silas en Filipos, y el encarcelamiento que siguió, les permitió testificar a un carcelero pagano.  Aquella noche, el carcelero y su familia se entregaron a Cristo.  (Hechos 16:27-33)

A veces no entendemos las razones de ciertos sucesos, pero debemos confiar en Dios de manera absoluta.

Si no lo has hecho aún, recibe hoy a Cristo, y pasarás a heredar las promesas que Dios tiene para sus hijos; y pase lo que pase, estarás confiado y tranquilo.

ORACIÓN:
Señor Dios, te doy gracias Padre Celestial, por haber hecho llegar a mi vida la luz de tu Palabra.

Hoy Señor, decido entregar mi vida a ti y hacerte mi Señor y Salvador; hoy vengo delante de tu presencia y te digo Señor, todo lo que tengo te lo doy, confiado en que tu protección nunca me faltará.  Hoy pongo mi confianza absoluta en ti y decido celebrar con alegría, que en medio de este mundo con tantas amenazas, puedo vivir con la seguridad de tu abrigo y cuidado.

Ayúdame Señor a llevar la esperanza, la sombra y el refugio de tu protección, dando testimonio de mi fe en ti, viviendo y muriendo para ti; en el nombre de Cristo Jesús, AMÉN.

1 comentario:

  1. Paso visitando su blog, reciban muchísimas bendiciones, desde mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com

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