*** Lecturas de Hoy ***
- Daniel 6:1-28
- 2 Pedro 3:1-18
- Salmos 119:129-152
- Proverbios 28:21-22
Daniel 6:1-28
Capítulo 6
Daniel en el foso de los leones
6:1 Pareció bien a Darío constituir sobre el reino ciento veinte sátrapas, que gobernasen en todo el reino.
6:2 Y sobre ellos tres gobernadores, de los cuales Daniel era uno, a quienes estos sátrapas diesen cuenta, para que el rey no fuese perjudicado.
6:3 Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino.
6:4 Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él.
6:5 Entonces dijeron aquellos hombres: No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para acusarle, si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios.
6:6 Entonces estos gobernadores y sátrapas se juntaron delante del rey, y le dijeron así: ¡Rey Darío, para siempre vive!
6:7 Todos los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes han acordado por consejo que promulgues un edicto real y lo confirmes, que cualquiera que en el espacio de treinta días demande petición de cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones.
6:8 Ahora, oh rey, confirma el edicto y fírmalo, para que no pueda ser revocado, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada.
6:9 Firmó, pues, el rey Darío el edicto y la prohibición.
6:10 Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.
6:11 Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando en presencia de su Dios.
6:12 Fueron luego ante el rey y le hablaron del edicto real: ¿No has confirmado edicto que cualquiera que en el espacio de treinta días pida a cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones? Respondió el rey diciendo: Verdad es, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada.
6:13 Entonces respondieron y dijeron delante del rey: Daniel, que es de los hijos de los cautivos de Judá, no te respeta a ti, oh rey, ni acata el edicto que confirmaste, sino que tres veces al día hace su petición.
6:14 Cuando el rey oyó el asunto, le pesó en gran manera, y resolvió librar a Daniel; y hasta la puesta del sol trabajó para librarle.
6:15 Pero aquellos hombres rodearon al rey y le dijeron: Sepas, oh rey, que es ley de Media y de Persia que ningún edicto u ordenanza que el rey confirme puede ser abrogado.
6:16 Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre.
6:17 Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se alterase.
6:18 Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó ayuno; ni instrumentos de música fueron traídos delante de él, y se le fue el sueño.
6:19 El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente al foso de los leones.
6:20 Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones?
6:21 Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre.
6:22 Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo.
6:23 Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios.
6:24 Y dio orden el rey, y fueron traídos aquellos hombres que habían acusado a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones ellos, sus hijos y sus mujeres; y aún no habían llegado al fondo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos.
6:25 Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: Paz os sea multiplicada.
6:26 De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin.
6:27 El salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel del poder de los leones.
6:28 Y este Daniel prosperó durante el reinado de Darío y durante el reinado de Ciro el persa.
2 Pedro 3:1-18
Capítulo 3
El día del Señor vendrá
3:1 Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento,
3:2 para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles;
3:3 sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,
3:4 y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.
3:5 Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste,
3:6 por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua;
3:7 pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.
3:8 Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
3:9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
3:10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
3:11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,
3:12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!
3:13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.
3:14 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.
3:15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,
3:16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.
3:17 Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.
3:18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
Salmos 119:129-152
Pe
119:129 Maravillosos son tus testimonios;Por tanto, los ha guardado mi alma.
119:130 La exposición de tus palabras alumbra;
Hace entender a los simples.
119:131 Mi boca abrí y suspiré,
Porque deseaba tus mandamientos.
119:132 Mírame, y ten misericordia de mí,
Como acostumbras con los que aman tu nombre.
119:133 Ordena mis pasos con tu palabra,
Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
119:134 Líbrame de la violencia de los hombres,
Y guardaré tus mandamientos.
119:135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo,
Y enséñame tus estatutos.
119:136 Ríos de agua descendieron de mis ojos,
Porque no guardaban tu ley.
Tsade
119:137 Justo eres tú, oh Jehová,Y rectos tus juicios.
119:138 Tus testimonios, que has recomendado,
Son rectos y muy fieles.
119:139 Mi celo me ha consumido,
Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.
119:140 Sumamente pura es tu palabra,
Y la ama tu siervo.
119:141 Pequeño soy yo, y desechado,
Mas no me he olvidado de tus mandamientos.
119:142 Tu justicia es justicia eterna,
Y tu ley la verdad.
119:143 Aflicción y angustia se han apoderado de mí,
Mas tus mandamientos fueron mi delicia.
119:144 Justicia eterna son tus testimonios;
Dame entendimiento, y viviré.
Cof
119:145 Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová,Y guardaré tus estatutos.
119:146 A ti clamé; sálvame,
Y guardaré tus testimonios.
119:147 Me anticipé al alba, y clamé;
Esperé en tu palabra.
119:148 Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche,
Para meditar en tus mandatos.
119:149 Oye mi voz conforme a tu misericordia;
Oh Jehová, vivifícame conforme a tu juicio.
119:150 Se acercaron a la maldad los que me persiguen;
Se alejaron de tu ley.
119:151 Cercano estás tú, oh Jehová,
Y todos tus mandamientos son verdad.
119:152 Hace ya mucho que he entendido tus testimonios,
Que para siempre los has establecido.
Proverbios 28:21-22
28:21 Hacer acepción de personas no es bueno;
Hasta por un bocado de pan prevaricará el hombre.
28:22 Se apresura a ser rico el avaro,
Y no sabe que le ha de venir pobreza.
Hasta por un bocado de pan prevaricará el hombre.
28:22 Se apresura a ser rico el avaro,
Y no sabe que le ha de venir pobreza.
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