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miércoles, 19 de diciembre de 2012

¿Qué es Navidad para ti?

En muchos países de tradición cristiana se puede observar que los preparativos de la Navidad comienzan muy temprano.  Hay lugares donde desde mediados de setiembre o principios de octubre pueden verse en vitrinas de locales comerciales algunos productos que sugieren que la Navidad se acerca.
Varios países celebran el llamado "viernes negro" a finales de noviembre, como inicio oficial de la época navideña, y no pocas emisoras de radio comienzan a programar música y programas radiales asociados a esta época tan especial.  Sin embargo, tanto derroche de personajes de chocolate y mazapán, o tal cantidad de adornos y productos típicos de esta época no significan debidamente la Navidad, sino más bien el cumplimiento de muchas tradiciones.  En algunos otros casos puede verse todo lo contrario, en otras latitudes del mundo personas con un  marcado desinterés festejan la Navidad solo porque así lo indica el calendario.
Sea por exceso o por desidia, muchas personas se están perdiendo de festejar y disfrutar el verdadero significado de la Navidad.  
Si tomásemos un tiempo para preguntar a 100 personas ¿qué es la Navidad para ustedes?, posiblemente tendríamos 100 respuestas diferentes.  La Navidad en el mundo puede tener muchos significados… es un tiempo de familia, de dulces, de regalos, de fiestas, de amigos, de solidaridad, de descanso, de compras, de cenas, de nieve, etcétera...
Es muy posible que en el etcétera estén incluidas las borracheras y muchas obras de la carne más.  Es posible que esté  Papá Noel, San Nicolás, Colacho, Santa Claus... Pero ¿será que en el etcétera alguien pueda pensar también en el nombre de JESÚS...?
El temor más grande que tengo es que en la Navidad, JESÚS no sea el invitado de honor en los hogares de las familias que dicen profesar el Cristianismo, sino que EMANUEL sea un etcétera más en la celebración.
Sí, probablemente esta sociedad se encuentre inmune al verdadero mensaje de Navidad, ya que después de haber escuchado tantas veces las mismas frases, sin conocer de manera personal su significado, estas se nos han hecho huecas.
Sin embargo, hay buenas noticias para todo aquel que quiera volver a descubrir la importancia de la Navidad.  Jesús, el Hijo de Dios, nació, vivió, murió y resucitó para que toda la humanidad tenga vida y en abundancia: "…yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia." (Juan 10:10b - RVA).  Ese bienestar interior que todos anhelamos es la vida abundante que Jesús nos ofrece; Él hace posible que todo alrededor nuestro vuelva a tener sentido, aún aquello que creíamos perdido.  Él puede restaurarnos de ese estado de resistencia ,muchas veces infundado, que teníamos a las cosas de Dios.
Entonces, ¿qué es la Navidad para ti?
En la Navidad celebramos el nacimiento de Jesús, que vino al mundo para morir por nuestros pecados en la Cruz.
"Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor."  (Lucas 2:10-11 - RVA)
¡Cuán confortantes son estas palabras!  
En ellas podemos encontrar claramente el verdadero sentido de la Navidad: El nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.  Y no solo eso, sino que también podemos ver todos los beneficios que trajo a la humanidad: buenas noticias, alegría, salvación…
Cuando el ángel del Señor se le apareció en sueños a José para anunciarle que María daría a luz un niño le dijo: "Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados."  (Mateo 1:21 - RVA)
El apóstol Pablo escribió: "Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero."  (1 Timoteo 1:15 - RVA)
Creer en Jesús es la clave para que la Navidad vuelva a tener significado.
No existe otra razón válida para celebrar la Navidad sino que "Cristo vino al mundo a salvarte a ti, a mí, tu familia, mi familia, la humanidad..." y esto es lo que debería significar la Navidad para todos nosotros.
Veamos un ejemplo a la luz de la Palabra de Dios en la figura de Simeón, un hombre recto y piadoso, a quien el Espíritu de Dios le reveló que no moriría sin ver al Salvador: "Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.  Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor.  Y movido por el Espíritu, vino al templo.  Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación."  (Lucas 2:25-30 - RVA)
Esta historia nos enseña tres verdades importantes:
Primera: No importa el tiempo que te lleve, si buscas al Señor, lo encontrarás.  O lo que es mejor, Él te encontrará y se revelará a tu vida.
Segunda: Es Dios, y no tú, quien escoge el momento y la forma en que se te va a aparecer.  Simeón no llegó a presenciar el ministerio maravilloso de Jesús durante sus últimos tres años de poder sobrenatural; no vio más que al recién nacido en los brazos de María, pero había visto a Dios, y eso le bastaba.
Tercera: Aunque era una persona muy "piadosa", Simeón se dio cuenta de que no estaría listo para morir a menos que conociera al Señor y lo tomara en sus brazos.  Muchos no queremos morir hasta que no hayamos visto el mundo. Simeón no quería morir hasta haber visto al Redentor del mundo.  Las preguntas que debes responder en este día especial son:
¿He tenido un encuentro con el Señor?
¿Es Él mi Salvador personal?
Únicamente si puedes contestar afirmativamente a esas dos preguntas, estarás listo para morir.

Si no, simplemente tenemos que acercarnos a Jesús con un corazón sincero y decirle que reconocemos que hemos vivido sin Él y por lo tanto estábamos alejados de Dios a causa del pecado.  Los brazos del Hijo de Dios están abiertos para recibir a todo aquel que se arrepiente de corazón y le entrega su vida. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,  para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3: 16 - RVA)
¡Que tengan una muy Feliz Navidad!

ORACIÓN

En el nombre de Tu Hijo Jesús, Padre te doy gracias por tu Palabra.  Hoy Señor entiendo, que el verdadero sentido de la Navidad está en el nacimiento de Tu Hijo Amado Jesús y en su sacrificio en la cruz, con el fin de salvarnos de todos nuestros pecados.  Reconozco Señor que Tu Hijo vino al mundo para salvarme a mí, el primero de los pecadores y reconozco que mi pecado me separa de ti.  
Comprendo que no puedo hacer nada para ganar mi entrada al cielo.  Creo que Jesús tomó el castigo por mis pecados al morir en la cruz y resucitar, por esto te acepto como mi Señor y único Salvador.
Trataré de ahora en adelante hacer lo mejor para agradarte todos los días de mi vida.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Orando por nuestros hijos

"Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis;  porque de los tales es el reino de los cielos."
Mateo 19:14 - RVA

Como padres, debemos aceptar el reto de orar por nuestros hijos, nietos, sobrinos, así como por otros hijos que Dios nos ponga en nuestro camino.  No importa la edad que tengan, Dios les ama y no quiere que ninguno se pierda.

Nuestros hijos son un regalo de Dios, como una expresión perceptible, visible y sensible del amor de Dios por nosotros.  Por esto, debemos dejarnos discipular por Cristo y pedirle: "Señor, enséñanos a orar." (Lucas 11:1 - RVA), así perseverando en la oración, un día quizás escuchemos estas maravillosas palabras: "Mamá… Papá... gracias… ¡Yo sabía que estabas orando por mi!"

Ana y Elcana trajeron el niño Elí, y ella dijo: "Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí.  Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová.  Y adoró allí a Jehová."  (1 Samuel 1: 27-28)

Como Padres debemos ser los mejores intercesores, siempre pedir por nuestros hijos, y en tiempos de crisis intensificar esa intercesión, esa es nuestra responsabilidad -no un privilegio- venir delante de Dios para pedir por ellos todo el tiempo.  Es por esto que debemos pedirle al Espíritu Santo que nos guíe para pedir como conviene, tratando que la línea de comunicación con Dios esté completamente clara de comenzar a interceder por nuestros hijos.
He aquí, algunas sugerencias basados en la Palabra de Dios, de cómo orar por nuestros hijos. 

   Orar para que nuestros hijos aprendan a conocer a Dios y tengan un profundo deseo de hacer la voluntad de Dios para su vida.
"Hazme entender el camino de tus mandamientos, para que medite en tus maravillas...
Escogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí.
Dame entendimiento, y guardaré tu ley, y la cumpliré de todo corazón.
Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad."
Salmo 119:27, 30, 34-35 - RVA

   Orar para que nuestros hijos escuchen la Palabra de Dios.  Ella será la base en las decisiones de su vida.
"Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas:  No tengo en ellos contentamiento."
Eclesiastés 12:1 - RVA

"Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas."
Salmo 71:17 - RVA

   Orar para que nuestros hijos tengan desarrollado un agudo sentido del bien y el mal, para que realmente aborrezcan el mal y se aferren a lo que es bueno.
"Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios.
No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, a hacer obras impías con los que hacen iniquidad; y no coma yo de sus deleites."
Salmo 141:3-4 - RVA

   Orar para que nuestros hijos aumenten en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.  Es decir un crecimiento mental, físico, espiritual y social.
"Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres."
Lucas 2:52 - RVA

   Orar para que nuestros hijos desarrollen un corazón agradecido y una actitud mental enfocada en Dios.
"Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza;
Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.
Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres."
Salmo 126:2-3 - RVA

   Orar para que Dios proteja a nuestros hijos de Satanás y sus artimañas en todas las áreas de su vida.
"Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.
No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.
Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche.
Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma.
Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre."
Salmo 121 - RVA

"El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia."
Salmo 126:2-3 - RVA

   Orar para que Dios destruya a los enemigos en la vida de nuestros hijos, ya sean debilidades, mentiras, egoísmo, ira, pereza, o cualquier otra.
"Libra mi alma, oh Jehová, del labio mentiroso, y de la lengua fraudulenta."
Salmo 120:2 - RVA

"Líbrame, oh Jehová, del hombre malo; guárdame de hombres violentos,
Los cuales maquinan males en el corazón, cada día urden contiendas.
Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios.  Selah
Guárdame, oh Jehová, de manos del impío; líbrame de hombres injuriosos, que han pensado trastornar mis pasos.
Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios; han tendido red junto a la senda; me han puesto lazos.  Selah
He dicho a Jehová:  Dios mío eres tú; escucha, oh Jehová, la voz de mis ruegos.
Jehová Señor, potente salvador mío, Tú pusiste a cubierto mi cabeza en el día de batalla.
No concedas, oh Jehová, al impío sus deseos; no saques adelante su pensamiento, para que no se ensoberbezca.  Selah
En cuanto a los que por todas partes me rodean, la maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza.
Caerán sobre ellos brasas; serán echados en el fuego, en abismos profundos de donde no salgan.
El hombre deslenguado no será firme en la tierra; el mal cazará al hombre injusto para derribarle.
Yo sé que Jehová tomará a su cargo la causa del afligido, y el derecho de los necesitados.
Ciertamente los justos alabarán tu nombre; los rectos morarán en tu presencia."
Salmo 140 - RVA

   Orar para que Dios haga exitosos a nuestros hijos en el trabajo que Él tiene para ellos.
"Oh Jehová, sálvanos ahora, te ruego; te ruego, oh Jehová, que nos hagas prosperar ahora."
Salmo 118:25 - RVA

"Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar,
Aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra."
Salmo 139:9-10 - RVA

   Orar para que nuestros hijos tengan un fuerte sentido de pertenencia a una familia, para que sepa lo que es amar y habitar en unidad.
"¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!
Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba,
 La barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras;
Como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion;
 Porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna."
Salmo 133 - RVA

"Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro.  De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.  Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto."
Colosenses 3:12-14 - RVA

   Orar para que nuestros hijos aprendan a respetar la autoridad.
"Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas."
Romanos 13:1 - RVA

" Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo."
Efesios 6:1-4 - RVA

   Orar para que nuestros hijos sean toda su vida un testimonio de la grandeza y el amor de Cristo.
"Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado."
Filipenses 2:15-16 - RVA


ORACIÓN

En el nombre de Cristo Jesús, agradezco al Dios altísimo, por el día que Él ha hecho para mí; porque nuevas son sus maravillas y misericordias cada mañana.  Alabo, exalto y glorifico al Rey de Reyes y al Señor de Señores.

Hoy te consagro y dedico, ahora a ti poderoso Santo, mi familia y cada uno de mis hijos.  Te encomiendo nuestro futuro, todo lo que somos y lo que tenemos.  Una vez más te doy gracias por esta hermosa familia que me diste, por esta familia que es plan tuyo. 

Gracias por mi hijo, porque sé que veré Tu Gloria en él.  Gracias porque me das una familia conforme a tu corazón, porque me das una familia restaurada, sanada, libre y limpia, en el poderoso nombre de Jesús, AMÉN.