*** Lecturas de Hoy ***
- Números 32:1-33:39
- Lucas 4:31-5:11
- Salmos 64:1-10
- Proverbios 11:22
Números 32:1-33:39
Capítulo 32
Rubén y Gad se establecen al oriente del Jordán
(Dt. 3.12-22)
32:1 Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una muy inmensa muchedumbre de ganado; y vieron la tierra de Jazer y de Galaad, y les pareció el país lugar de ganado.
32:2 Vinieron, pues, los hijos de Gad y los hijos de Rubén, y hablaron a Moisés y al sacerdote Eleazar, y a los príncipes de la congregación, diciendo:
32:3 Atarot, Dibón, Jazer, Nimra, Hesbón, Eleale, Sebam, Nebo y Beón,
32:4 la tierra que Jehová hirió delante de la congregación de Israel, es tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado.
32:5 Por tanto, dijeron, si hallamos gracia en tus ojos, dése esta tierra a tus siervos en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán.
32:6 Y respondió Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: ¿Irán vuestros hermanos a la guerra, y vosotros os quedaréis aquí?
32:7 ¿Y por qué desanimáis a los hijos de Israel, para que no pasen a la tierra que les ha dado Jehová?
32:8 Así hicieron vuestros padres, cuando los envié desde Cades- barnea para que viesen la tierra.
32:9 Subieron hasta el torrente de Escol, y después que vieron la tierra, desalentaron a los hijos de Israel para que no viniesen a la tierra que Jehová les había dado.
32:10 Y la ira de Jehová se encendió entonces, y juró diciendo:
32:11 No verán los varones que subieron de Egipto de veinte años arriba, la tierra que prometí con juramento a Abraham, Isaac y Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí;
32:12 excepto Caleb hijo de Jefone cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos de Jehová.
32:13 Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación que había hecho mal delante de Jehová.
32:14 Y he aquí, vosotros habéis sucedido en lugar de vuestros padres, prole de hombres pecadores, para añadir aún a la ira de Jehová contra Israel.
32:15 Si os volviereis de en pos de él, él volverá otra vez a dejaros en el desierto, y destruiréis a todo este pueblo.
32:16 Entonces ellos vinieron a Moisés y dijeron: Edificaremos aquí majadas para nuestro ganado, y ciudades para nuestros niños;
32:17 y nosotros nos armaremos, e iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar; y nuestros niños quedarán en ciudades fortificadas a causa de los moradores del país.
32:18 No volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel posean cada uno su heredad.
32:19 Porque no tomaremos heredad con ellos al otro lado del Jordán ni adelante, por cuanto tendremos ya nuestra heredad a este otro lado del Jordán al oriente.
32:20 Entonces les respondió Moisés: Si lo hacéis así, si os disponéis para ir delante de Jehová a la guerra,
32:21 y todos vosotros pasáis armados el Jordán delante de Jehová, hasta que haya echado a sus enemigos de delante de sí,
32:22 y sea el país sojuzgado delante de Jehová; luego volveréis, y seréis libres de culpa para con Jehová, y para con Israel; y esta tierra será vuestra en heredad delante de Jehová.
32:23 Mas si así no lo hacéis, he aquí habréis pecado ante Jehová; y sabed que vuestro pecado os alcanzará.
32:24 Edificaos ciudades para vuestros niños, y majadas para vuestras ovejas, y haced lo que ha declarado vuestra boca.
32:25 Y hablaron los hijos de Gad y los hijos de Rubén a Moisés, diciendo: Tus siervos harán como mi señor ha mandado.
32:26 Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros ganados y todas nuestras bestias, estarán ahí en las ciudades de Galaad;
32:27 y tus siervos, armados todos para la guerra, pasarán delante de Jehová a la guerra, de la manera que mi señor dice.
32:28 Entonces les encomendó Moisés al sacerdote Eleazar, y a Josué hijo de Nun, y a los príncipes de los padres de las tribus de los hijos de Israel.
32:29 Y les dijo Moisés: Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén pasan con vosotros el Jordán, armados todos para la guerra delante de Jehová, luego que el país sea sojuzgado delante de vosotros, les daréis la tierra de Galaad en posesión;
32:30 mas si no pasan armados con vosotros, entonces tendrán posesión entre vosotros, en la tierra de Canaán.
32:31 Y los hijos de Gad y los hijos de Rubén respondieron diciendo: Haremos lo que Jehová ha dicho a tus siervos.
32:32 Nosotros pasaremos armados delante de Jehová a la tierra de Canaán, y la posesión de nuestra heredad será a este lado del Jordán.
32:33 Así Moisés dio a los hijos de Gad, a los hijos de Rubén, y a la media tribu de Manasés hijo de José, el reino de Sehón rey amorreo y el reino de Og rey de Basán, la tierra con sus ciudades y sus territorios, las ciudades del país alrededor.
32:34 Y los hijos de Gad edificaron Dibón, Atarot, Aroer,
32:35 Atarot-sofán, Jazer, Jogbeha,
32:36 Bet-nimra y Bet-arán, ciudades fortificadas; hicieron también majadas para ovejas.
32:37 Y los hijos de Rubén edificaron Hesbón, Eleale, Quiriataim,
32:38 Nebo, Baal-meón (mudados los nombres) y Sibma; y pusieron nombres a las ciudades que edificaron.
32:39 Y los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron a Galaad, y la tomaron, y echaron al amorreo que estaba en ella.
32:40 Y Moisés dio Galaad a Maquir hijo de Manasés, el cual habitó en ella.
32:41 También Jair hijo de Manasés fue y tomó sus aldeas, y les puso por nombre Havot-jair.
32:42 Asimismo Noba fue y tomó Kenat y sus aldeas, y lo llamó Noba, conforme a su nombre.
Capítulo 33
Jornadas de Israel desde Egipto hasta el Jordán
33:1 Estas son las jornadas de los hijos de Israel, que salieron de la tierra de Egipto por sus ejércitos, bajo el mando de Moisés y Aarón.
33:2 Moisés escribió sus salidas conforme a sus jornadas por mandato de Jehová. Estas, pues, son sus jornadas con arreglo a sus salidas.
33:3 De Ramesés salieron en el mes primero, a los quince días del mes primero; el segundo día de la pascua salieron los hijos de Israel con mano poderosa, a vista de todos los egipcios,
33:4 mientras enterraban los egipcios a los que Jehová había herido de muerte de entre ellos, a todo primogénito; también había hecho Jehová juicios contra sus dioses.
33:5 Salieron, pues, los hijos de Israel de Ramesés, y acamparon en Sucot.
33:6 Salieron de Sucot y acamparon en Etam, que está al confín del desierto.
33:7 Salieron de Etam y volvieron sobre Pi-hahirot, que está delante de Baal-zefón, y acamparon delante de Migdol.
33:8 Salieron de Pi-hahirot y pasaron por en medio del mar al desierto, y anduvieron tres días de camino por el desierto de Etam, y acamparon en Mara.
33:9 Salieron de Mara y vinieron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí.
33:10 Salieron de Elim y acamparon junto al Mar Rojo.
33:11 Salieron del Mar Rojo y acamparon en el desierto de Sin.
33:12 Salieron del desierto de Sin y acamparon en Dofca.
33:13 Salieron de Dofca y acamparon en Alús.
33:14 Salieron de Alús y acamparon en Refidim, donde el pueblo no tuvo aguas para beber.
33:15 Salieron de Refidim y acamparon en el desierto de Sinaí.
33:16 Salieron del desierto de Sinaí y acamparon en Kibrot- hataava.
33:17 Salieron de Kibrot-hataava y acamparon en Hazerot.
33:18 Salieron de Hazerot y acamparon en Ritma.
33:19 Salieron de Ritma y acamparon en Rimón-peres.
33:20 Salieron de Rimón-peres y acamparon en Libna.
33:21 Salieron de Libna y acamparon en Rissa.
33:22 Salieron de Rissa y acamparon en Ceelata.
33:23 Salieron de Ceelata y acamparon en el monte de Sefer.
33:24 Salieron del monte de Sefer y acamparon en Harada.
33:25 Salieron de Harada y acamparon en Macelot.
33:26 Salieron de Macelot y acamparon en Tahat.
33:27 Salieron de Tahat y acamparon en Tara.
33:28 Salieron de Tara y acamparon en Mitca.
33:29 Salieron de Mitca y acamparon en Hasmona.
33:30 Salieron de Hasmona y acamparon en Moserot.
33:31 Salieron de Moserot y acamparon en Bene-jaacán.
33:32 Salieron de Bene-jaacán y acamparon en el monte de Gidgad.
33:33 Salieron del monte de Gidgad y acamparon en Jotbata.
33:34 Salieron de Jotbata y acamparon en Abrona.
33:35 Salieron de Abrona y acamparon en Ezión-geber.
33:36 Salieron de Ezión-geber y acamparon en el desierto de Zin, que es Cades.
33:37 Y salieron de Cades y acamparon en el monte de Hor, en la extremidad del país de Edom.
33:38 Y subió el sacerdote Aarón al monte de Hor, conforme al dicho de Jehová, y allí murió a los cuarenta años de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mes quinto, en el primero del mes.
33:39 Era Aarón de edad de ciento veintitrés años, cuando murió en el monte de Hor.
Lucas 4:31-5:11
Un hombre que tenía un espíritu inmundo
(Mr. 1.21-28)
4:31 Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les enseñaba en los días de reposo.
4:32 Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad.
4:33 Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz,
4:34 diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios.
4:35 Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno.
4:36 Y estaban todos maravillados, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y salen?
4:37 Y su fama se difundía por todos los lugares de los contornos.
Jesús sana a la suegra de Pedro
(Mt. 8.14-15; Mr. 1.29-31)
4:38 Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga, y entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella.
4:39 E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les servía.
Muchos sanados al ponerse el sol
(Mt. 8.16-17; Mr. 1.32-34)
4:40 Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.
4:41 También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo.
Jesús recorre Galilea predicando
(Mr. 1.35-39)
4:42 Cuando ya era de día, salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando a donde estaba, le detenían para que no se fuera de ellos.
4:43 Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.
4:44 Y predicaba en las sinagogas de Galilea.
Capítulo 5
La pesca milagrosa
(Mt. 4.18-22; Mr. 1.16-20)
5:1 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios.
5:2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes.
5:3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.
5:4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.
5:5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.
5:6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.
5:7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.
5:8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.
5:9 Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él,
5:10 y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
5:11 Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.
Salmos 64:1-10
Capítulo 64
Plegaria pidiendo protección contra enemigos ocultos
Al músico principal. Salmo de David.
64:1 Escucha, oh Dios, la voz de mi queja;Guarda mi vida del temor del enemigo.
64:2 Escóndeme del consejo secreto de los malignos,
De la conspiración de los que hacen iniquidad,
64:3 Que afilan como espada su lengua;
Lanzan cual saeta suya, palabra amarga,
64:4 Para asaetear a escondidas al íntegro;
De repente lo asaetean, y no temen.
64:5 Obstinados en su inicuo designio,
Tratan de esconder los lazos,
Y dicen: ¿Quién los ha de ver?
64:6 Inquieren iniquidades, hacen una investigación exacta;
Y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, así como su corazón, es profundo.
64:7 Mas Dios los herirá con saeta;
De repente serán sus plagas.
64:8 Sus propias lenguas los harán caer;
Se espantarán todos los que los vean.
64:9 Entonces temerán todos los hombres,
Y anunciarán la obra de Dios,
Y entenderán sus hechos.
64:10 Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en él;
Y se gloriarán todos los rectos de corazón.
Proverbios 11:22
11:22 Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo
Es la mujer hermosa y apartada de razón.
Es la mujer hermosa y apartada de razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario