La Ley es una serie de instrucciones,
estatutos o mandatos dados por Dios para expresar Su voluntad; esto quiere
decir que la Ley es la revelación de Dios y además, el pacto de Jehová con su
pueblo se basa en la Ley. Ella revela lo
que le desagrada a Dios y lo que debemos evitar; y afecta a toda la sociedad, particularmente
la relación entre cada uno de nosotros y Dios.
Prohíbe y restringe el pecado, y hace posible que se conserve cierta
disciplina dentro de la sociedad rebelde: "¿Qué
diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley;
porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás." (Romanos 7:7)
La Ley entonces, condena el pecado
cometido, y sirve como guía al pecador, descubriéndonos como transgresores: "…porque por medio de la ley es el
conocimiento del pecado." (Romanos
3:20b)
Así pues, si los cristianos no
conocemos y hacemos la Ley, estamos expuestos a pecar; la Biblia es clara
cuando dice que pecamos aún en ignorancia.
(Levítico 5:18; Hebreos 9:7)
Establecido lo anterior es
importante conocer y hacer la Ley.
Además el cumplir la Ley nos traerá prosperidad y bendición.
Sustento con estas citas -de muchas- a manera de ejemplo:
Sustento con estas citas -de muchas- a manera de ejemplo:
v Deuteronomio
11:13-15: "Si
obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole
con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, yo daré la lluvia de vuestra
tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu
aceite. Daré también hierba en tu campo
para tus ganados; y comerás, y te saciarás."
v Josué
1:7-9: "Solamente
esfuérzate y sé muy valiente, para
cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te
apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas
las cosas que emprendas. Nunca se
apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás
en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito;
porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas
valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en
dondequiera que vayas."
Por último, cumplir con la Ley hará que hallemos gracia ante los ojos de
Dios.
v Génesis 7:5: "E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová."
v Génesis
6:8: "Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová."
Ahora, ¿es necesario cumplir la Ley para
ser salvo? Definitivamente NO. La Biblia nos enseña:
v Gálatas
3:10-14: "Porque todos los que dependen de las obras
de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no
permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para
hacerlas. Y que por la ley ninguno se
justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; y la
ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por
ellas. Cristo nos redimió de la
maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito
todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de
Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la
promesa del Espíritu."
v Romanos
3:28: "Concluimos, pues, que el hombre es
justificado por fe sin las obras de la ley."
v Romanos
4:5: "mas al que no obra, sino cree en aquel que
justifica al impío, su fe le es contada por justicia."
v Efesios
2:8-9: "Porque por gracia sois salvos por medio de
la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie
se gloríe."
Sin embargo, estudiamos la Ley como nuestra
guía moral para conducirnos. Jesús mismo
mencionó en Mateo 22:36-39 las dos leyes que debemos guardar: "Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en
la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor
tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este
es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo."
Por lo tanto, aunque no estamos bajo las
leyes del Antiguo Testamento: "Pero ahora estamos libres de la ley, por haber
muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el
régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra." (Romanos 7:6), estamos bajo la ley de un
nuevo pacto, la del amar a Dios y a nuestro prójimo. Cuando cumplimos esta ley, vamos a cumplir la
Ley en su totalidad. En otras palabras,
amar a Dios significa que debemos en forma apropiada mostrar respeto, adoración
honrándolo a Él. De igual manera si
amamos a nuestro prójimo como Jesús nos ordena, entonces, no mentiremos o
robaremos o codiciaremos lo que es de él.
Por último Jesús no vino a abrogar la
Ley (Mateo 5:17), por el contrario
Él mismo la observó (Lucas 2:22-24; 27;
39) y reconoció su validez. Él
insistió en que la Ley de Dios era la única norma para la vida (Lucas 10:26-28).
Siguiendo entonces la actitud de Cristo, debemos observar la Ley y vivir principalmente de acuerdo con ella, quedando claros que ninguno puede justificarse por la Ley pues solo en Jesucristo está la unidad, la justificación y la salvación.
Siguiendo entonces la actitud de Cristo, debemos observar la Ley y vivir principalmente de acuerdo con ella, quedando claros que ninguno puede justificarse por la Ley pues solo en Jesucristo está la unidad, la justificación y la salvación.