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jueves, 21 de noviembre de 2013

Las tres principales razones que contristan el Espíritu Santo – Parte 3

"Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención."
Efesios 4:30 - RV60

En esta serie sobre las tres principales razones que entristecen, causan dolor y afligen, hemos visto como nuestra rebeldía expresada con nuestros pensamientos, palabras y razonamientos propios nos separan de Dios y por ende contristan Su Santo Espíritu.

En la segunda entrega, nos enfocamos en la falta de comunión con el Espíritu Santo, reflejada en nuestra ausencia de compromiso, disciplina y perseverancia, lo que evita que alcancemos los anhelos de nuestro corazón y los veamos cumplidos.

Hoy terminaremos esta serie.

   LA FALTA DE PERDÓN

La falta de perdón, es guardar rencor en nuestro corazón hacia una persona que nos hizo un mal o que traicionó nuestra confianza.  Tenemos razones para estar heridos; pero, eso no nos da derecho a guardar falta de perdón en nuestro interior, pues eso nos va destruyendo y enfermando poco a poco; a la vez que mantenemos atada a la persona que nos hirió.

Debemos tener claro que cada vez que nos sentimos ofendidos el enemigo nos está tendiendo una trampa, una carnada para que nos amarguemos y perdamos nuestra bendición.

Perdonar es una decisión que hay que tomar para soltar o dejar libre a nuestro ofensor.  No olvidemos que perdonar no se trata tan solo de olvidar lo sucedido, hacer de cuenta que no pasó o negarse a recordarlo.  El perdón es una decisión y una conducta que debemos tomar como un estilo de vida, si no practicamos el perdón como estilo de vida, vamos a contristar al Espíritu Santo continuamente y tendremos grandes consecuencias en contra de nosotros.

La falta de perdón le abre la puerta al enemigo para traernos enfermedades y destruir nuestras finanzas y nuestro hogar.  

La falta de perdón se caracteriza por:

• Desobediencia a Dios: Dios nos manda a perdonar; si no perdonamos no seremos perdonados: "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas."  (Mateo 6:14-15 - RV60)

"Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí?  ¿Hasta siete?  Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete." (Mateo 18:21-22 - RV60)

• El enemigo toma ventaja en nuestra vida: Muchos de nosotros no sabemos perdonar, porque hemos sido incapaces de perdonar nuestro propio pasado.  Si nos hemos arrepentido de nuestros pecados y hemos hecho de Jesucristo el Señor y Salvador de nuestras vidas, Dios nos ha perdonado.

• Nuestras oraciones son estorbadas:  La falta de perdón corta la comunión con Dios y Su presencia no fluye en nosotros:  "Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas." (Marcos 11:25 - RV60)

Jesús nos exhorta a dejar lo que hacemos, para arreglar primero nuestras cuentas pendientes con la persona que nos ofendió.

Dios no recibe nuestras ofrendas.  Toda ofrenda a Dios es un sacrificio vivo, y Dios no puede recibir un sacrificio que viene de un corazón con falta de perdón.  Esto viene a ser abominable delante de sus ojos.  "Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda."

Algunos creyentes se preguntan por qué no prosperan si siempre diezman y ofrendan.  Analiza tu vida y verifica si hay falta de perdón en contra de alguien.

El perdón no se basa en sentimientos, sino en un compromiso de obedecer a Dios y a Su Palabra.

ORACIÓN

Dios del cielo y la Tierra, alabo y Glorifico Tu Nombre.  Te doy gracias por Tus nuevas misericordias cada mañana.

Te pido Señor que crees en mí, un corazón limpio que perdone, que renueves un espíritu recto dentro de mí, un espíritu perdonador, que no sea de estorbo a mis oraciones, un espíritu como el tuyo para que recibas mis ofrendas. 

Por favor papá, no me eches de delante de ti y no quites de mí Tu Santo Espíritu.  Quiero ser obediente a Ti y Tu Palabra, te lo pido en el nombre de Tu Amado Hijo Jesús, Amén.

martes, 5 de noviembre de 2013

La presencia Poderosa de Dios

¿Cuándo fue la última vez que sentiste la presencia de Dios?  

¿Cuándo fue la última vez que tuviste la convicción real de que Dios estaba morando en ti de una manera personal?

Es posible que haya pasado mucho tiempo desde que realmente sentiste Su presencia.

Muchas personas viven cada día sin tener una verdadera percepción de la cercanía de Dios.

En la Biblia vemos que cuando Dios llamaba a alguien a su servicio, lo primero que Él hacía era recordar a esa persona Su presencia permanente.  Vemos ejemplos de esto en las historias de:

Moisés
"Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?  Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte."  (Éxodo 3:11-12 - RV60)

Josué
"Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.  Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.  Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio.  Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.  Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.  Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.  Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.  Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas."  (Josué 1:1-9 - RV60)

Gedeón
"Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente."  (Jueces 6:12 - RV60)

Jeremías
Y yo dije:  ¡Ah!   ¡ah, Señor Jehová!  He aquí, no sé hablar, porque soy niño.  Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande."  (Jeremías 1:6-8 - RV60)

Todas las veces que Dios llamó a la acción a uno de sus siervos, su mensaje fue: "Puedes ser fuerte y valiente porque yo estoy contigo. Tendrás la victoria; no por tus habilidades, tu fuerza, tu destreza, tu armadura, tus dones o tu dedicación; será absolutamente por mi presencia.  Puedes ser fuerte porque yo seré fuerte en y a través de ti”.

El Señor aseguraba su presencia una y otra vez a sus seguidores, para que pudieran recordar la razón por la que podían tener confianza. Y Él quiere hacer lo mismo contigo.

El Señor sabe lo difícil que puede ser la vida, y está consciente de los detalles de todas las luchas que enfrentaremos.  Como creyentes en Jesucristo podemos tener la confianza de que nuestro Padre celestial cumplirá Su Palabra.  

"Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora;  porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre."  (Hebreos 13:5:6 - RV60)

"No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;  siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia."  (Isaías 41:10 - RV60)

Él está ahora mismo contigo, y lo estará siempre...

ORACIÓN
Gracias Señor porque tú eres bueno y fiel, y por medio de Tu Palabra me das aliento y fuerza.

Solo te pido mi Dios, que pongas en mí un corazón dispuesto para no separarme de Ti y entender que necesito Tu presencia de forma constante en mi vida.  Quiero estar contigo y que Tú estés conmigo, quédate conmigo mi Señor... porque te necesito...

En el nombre de Tu Hijo Amado Jesús, Amén.