-->

martes, 15 de octubre de 2013

Soy hijo(a) de Dios


"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."
Romanos 12:2 - RV60

¿Tus primeros años de vida, fueron duros?  

El dolor de la familia es el dolor más profundo, este se da sobre nosotros desde muy temprana edad, cuando aún somos demasiado jóvenes para procesar el maltrato y lograr defendernos.  Además, involucra a personas que deberían haber sido dignas de confianza para nosotros: nuestra propia familia, nuestro padre, nuestra madre, nuestro tío, nuestra hermana...  Ellos se alzaban grandemente sobre nosotros, generalmente por ser mayores y siempre por su rango: "Eres estúpido(a), lento, tonta, gordo...", todo nos lo creímos.

Como resultado, hemos estado operando con datos erróneos y aún hoy, décadas más tarde, estas voces de la derrota todavía resuenan en nuestro subconsciente.
Sin embargo, la Biblia nos dice en Romanos 12:2 que debemos dejar que Dios nos transforme en personas nuevas, al cambiar nuestra forma de pensar.
Tú eres un(a) hijo(a) de Dios, su creación...  Amado(a) por Él... Renueva tu forma de pensar y ¡vas a salir de esto!
Tú eres parte de la familia de Dios...
"Yo le seré por padre, y él me será por hijo; y no quitaré de él mi misericordia...; sino que lo confirmaré en mi casa y en mi reino eternamente, y su trono será firme para siempre."
1Crónicas 17:13-14 - RV60

ORACIÓN
Gracias Señor por tu Palabra, porque me amas, por haberme adoptado como tu hijo, por hacerme parte de tu familia.

Hoy clamo a Ti, para que renueves mi forma de pensar, eliminando aquellos pensamientos que tengo, que no están acorde a los tuyos, de forma que me pueda ver como lo que soy, un hijo tuyo, hijo del Rey de Reyes y del Señor de Señores.

Quita de mi mente aquellas palabras que un día recibí y hasta hoy recordé y siembra Tu Palabra en mí corazón.  

Hoy me declaro libre de mi pasado, por la mano poderosa de Dios.  En el nombre de Tu hijo amado Jesús, AMÉN.