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jueves, 28 de junio de 2012

Los siete milagros de Jesús - Parte 1

Por su amplio uso del simbolismo, el Evangelio de Juan, es de muchas maneras el más intrigante.  No es que Juan retrate hechos ficticios, sino que los acontecimientos reales que él menciona, transmiten la verdad de tal forma, que van más allá del punto obvio de su narrativa.  La colocación de la purificación del Templo después de la boda de Caná es un buen ejemplo de cómo utilizar los eventos contrastantes para ilustrar el punto de que el Señor vino a crear una relación íntima y personal con su iglesia.

El Evangelio de Juan define el ministerio del Señor a través del uso selectivo 7 "YO SOY" y 7 milagros.  El uso del número 7 simboliza la plenitud divina.

Además de las siete declaraciones "YO SOY" y los siete milagros mencionados, Juan muestra 7 ocasiones en las que fue malinterpretado por su aduciencia el uso simbólico que el Señor daba a Sus palabras, mostrando qué tanto los líderes de Israel perdieron el punto espiritual de su enseñanza. 

En el mensaje anterior hablé sobre los siete "YO SOY" de nuestro Señor Jesús, hoy me centraré en Sus siete milagros. 

۞         MILAGRO 1 - El agua en vino
"Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.  Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.  Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.  Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer?  Aún no ha venido mi hora.  Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.  Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.  Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua.  Y las llenaron hasta arriba.  Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala.  Y se lo llevaron.  Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora.  Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él."
Juan 2:1-11 - RVR

Esta es la primera de las señales milagrosas que hizo Jesús en Caná de Galilea, donde manifestó Su gloria y sus discípulos pusieron su fe en Él; sin embargo a muchos les parece tan insignificante este milagro, sobretodo si se compara a los milagros de apertura en los otros evangelios, tales como la expulsión de demonios o la sanidad de enfermedades.

Este milagro nos menciona varios detalles valiosos en su contexto:

  Nos habla de seis tinajas vacías de piedra, utilizadas normalmente para retener el agua usada en la limpieza ceremonial.
Estas tinajas representan al hombre con un corazón no regenerado.

  Estas tinajas están llenas de agua (por funcionarios sin nombre) y que el Señor convierte en vino. 
Esta agua, se refiere al agua de vida, y los funcionarios representan al Espíritu Santo.

  El encargado del banquete proclama que este vino es superior al vino servido anteriormente.
El agua transformada en vino, representa el gozo de nuestra salvación.  El vino nuevo es el nuevo pacto, superior al antiguo pacto (el vino viejo).  Este nuevo pacto da paso a una vida nueva renovada por el Espíritu Santo y a nuestra verdadera relación con Dios Padre.

Lo sucedido en Caná de Galilea es el comienzo de todos los signos.  El prototipo de los que Jesús irá llevando a cabo a lo largo de nuestra vida. En este primer milagro, la "transformación del agua en vino" se nos propone la clave para captar el tipo de transformación salvadora que opera Jesús.  Este milagro simboliza nada menos que la misión de nuestro Mesías: "Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia."  (Juan 10:10 - RVA)

El agua de vida solamente puede ser saboreada como vino cuando, haciendo lo que Jesús nos dijere, permitimos que Él regenere nuestro corazón.

۞         MILAGRO 2 - Sanando el hijo del oficial
"Pasados esos dos días, Jesús salió de Samaria y siguió su viaje a Galilea.  Porque, como él mismo dijo, a un profeta no lo honran en su propia tierra.  Cuando llegó a Galilea, los de aquella región lo recibieron bien, porque también habían ido a la fiesta de la Pascua a Jerusalén y habían visto todo lo que él hizo entonces.  Jesús regresó a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.  Y había un alto oficial del rey, que tenía un hijo enfermo en Cafarnaúm.  Cuando el oficial supo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo y le rogó que fuera a su casa y sanara a su hijo, que estaba a punto de morir.  Jesús le contestó: Ustedes no creen, si no ven señales y milagros.  Pero el oficial le dijo: Señor, ven pronto, antes que mi hijo se muera.  Jesús le dijo entonces: Vuelve a casa; tu hijo vive.  El hombre creyó lo que Jesús le dijo, y se fue.  Mientras regresaba a su casa, sus criados salieron a su encuentro y le dijeron: ¡Su hijo vive!  Él les preguntó a qué hora había comenzado a sentirse mejor su hijo, y le contestaron: Ayer a la una de la tarde se le quitó la fiebre.  El padre cayó entonces en la cuenta de que era la misma hora en que Jesús le dijo: "Tu hijo vive"; y él y toda su familia creyeron en Jesús.  Esta fue la segunda señal milagrosa que hizo Jesús, cuando volvió de Judea a Galilea."
Juan 4:43-54 - DHH

Para Jesús no existen las barreras del tiempo o del espacio, Él se mueve en otro plano, en el que, el hoy, el ayer y el mañana, así como los lugares en el universo tienen otro significado.  Él es Dios y así como es capaz de cambiar la composición química de los elementos, al cambiar el agua en vino en las Bodas de Caná, es capaz de sanar al hijo de este funcionario a través del tiempo y la distancia, como respuesta a sus súplicas.

Por un acto puro y simple de la Gracia de Dios, Jesús se conmueve y sana a este muchacho, sin verlo, con solo Su Palabra y Voluntad.  En este pasaje no se menciona nacionalidad del funcionario, sus convicciones religiosas, su rectitud o su dignidad... sólo su fe.  Este hombre tomó a Jesús y Su palabra, y la creyó.  Pasó la noche allí antes de regresar a casa, creyendo que su hijo ya había sido sanado, sin tener motivo de preocupación alguna.  ¿Por qué no habrá de obrar así nuestro Señor con nosotros?

El Señor nos ha dado muchas, muchísimas pruebas del Amor y la Voluntad del Padre. ¿Decidimos ver y creer estas pruebas?  Esa es cuestión nuestra.  La decisión está en nuestras manos, es algo que solo nosotros podemos decidir.  ¡El Señor no obliga, el Señor propone!  En lo personal, he visto y experimentado tantas veces la intervención divina en mi vida, que sería un tonto y un necio, si no creyera…

La Palabra de Dios nos dice que somos salvos por gracia y mediante la fe que Dios nos da: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios."  (Efesios 2:8 - RVR).


۞         MILAGRO 3 - La sanación en el estanque de Betesda
"Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.  Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos.  En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua.  Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua;  y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.  Y  había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.  Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?  Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua;  y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.  Jesús le dijo:  Levántate, toma tu lecho, y anda.  Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo.  Y era día de reposo aquel día."
Juan 5:1-9 - RVA

Este relato sostiene que un ángel periódicamente agitaba las aguas en el estanque de Betesda y el primero que ingresara al agua en ese momento era curado.  Por esto muchos enfermos pacientemente esperaban allí día a día la oportunidad de su sanidad.  Sin embargo, un lisiado no podía meterse al estanque, porque siempre que lo intentaba, otro descendía antes que él.  Durante 38 años había intentado y había fracasado...

Analicemos un poco más profundamente este mensaje: La Biblia nos enseña que 38 años, es el tiempo que los israelitas vagaron por el desierto entre Egipto y la Tierra Prometida antes de recibir la ley.  La situación de este hombre demuestra la pobreza de nuestro vagar, de nuestras propias obras inútiles, que nunca podrán sanarnos de nuestras debilidades (físicas y espirituales), sino que nos muestran la necesidad de un Salvador, ya que sin Él estamos desesperados y desamparados. 

El hecho de que esta curación se llevara a cabo el día de reposo subraya aún más el punto de que no es nuestra religiosidad, ni nuestras fuerzas la que pueden hacer cambios radicales en nuestras vidas.  Jesús le preguntó al hombre: "¿Quieres ser sano?", simbólicamente: ¿quieres ser liberado de la esclavitud de la religiosidad?  ¿quieres dejar de tratar de lograr la salvación por tu propio esfuerzo inútil?

No por nuestras propias obras inútiles, para que nadie se gloríe.  (Efesios 2:9)


ORACIÓN
En el nombre de Tu Hijo Jesús, vengo delante de Ti Padre, agradecido por Tu amor y misericordias infinitas hasta el día de hoy.

Hoy Señor, entiendo que solamente puedo saborear el vino nuevo que tienes para mí, cuando hago lo que Tu Hijo nos dice, cuando permito que Él regenere mi corazón, por lo que lo dispongo delante de Ti, para que Tú te adueñes de Él y lo puedas transformar.

Te entrego Señor mis fuerzas inútiles, entendiendo que es por Tus fuerzas, que yo puedo vivir confiado, seguro y descansado.

Gracias Padre, porque por tu gracia me has salvado, lo declaro en el nombre de Tu Hijo Amado Jesús, AMÉN.