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lunes, 28 de mayo de 2012

Los siete “YO SOY” de nuestro Señor Jesús

El Evangelio según Juan nos muestra, más que ningún otro Evangelio, el ministerio de nuestro Señor Jesús, y de forma general, podemos decir que solamente abarca los últimos 21 días de este ministerio.  En total 9 capítulos de este evangelio, desde el 13 hasta el 22 se dedican a la última semana en la vida de Jesús y la tercera parte se dedican al día de Su muerte.

Los primeros 11 capítulos definen el ministerio del Señor por medio del uso selectivo que hace Juan de siete milagros, siete "YO SOY" y siete discursos.   En el estudio de hoy, miraremos los siete "YO SOY" para entender qué es lo que cada uno de ellos nos dicen.

1.- El Pan de Vida
"Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás."
Juan 6:35 – RVA

Cualquiera que come de Él nunca más sentirá hambre espiritual.  Como el maná de Éxodo 16, cada persona que lo busca lo encontrará: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.  Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá."  (Mateo 7:7-8 – RVA).  Nuestro encuentro con  el Señor es personal, cada uno de nosotros tiene que encontrarlo por sí mismo, nadie lo puede recibir por nosotros y tampoco lo podemos recibir por alguien más.  

Todos recibimos la cantidad necesaria de Él para nuestra salvación, a nadie le hace falta y a nadie le sobra.

En cuanto a nuestra sed, recordemos que Jesús le dijo a la mujer samaritana en el pozo que el agua que Él le ofrecía aplacaría su sed para siempre.  Señalando el Pozo de Jacob, frente al que se encontraban, Jesús dijo: "Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna." (Juan 4:13-14 – RVA)

"Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.  El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.  Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él." (Juan 7:37b-39 - RVA).

En Jesús se satisfacen nuestra hambre y sed espirituales.  Una vez que tenemos el Espíritu Santo, nuestra búsqueda por la plenitud espiritual termina y nunca más necesitaremos de algún otro sostenimiento. El agujero en nuestro corazón finalmente es llenado.

2.- La Luz Del Mundo
"Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad."
Juan 8:12 – DHH

Aquellas personas que nos unimos a Jesús como uno de Sus discípulos, no seremos ignorantes de los asuntos espirituales, sino que tendremos el poder para entender de forma específica, la verdad espiritual que lleva a la vida eterna.  Cuando tomamos el tiempo para aprender y aplicar estas verdades en fe, descubrimos que cualquiera que sea la pregunta espiritual, Jesús es la respuesta.  Veamos algunos ejemplos:

¿Nos sentimos lastimados o desanimados?  ¿Estamos sobrecogidos por las preocupaciones de la vida?
"Alégrense siempre en el Señor.  Insisto: ¡Alégrense!  Que su amabilidad sea evidente a todos.  El Señor está cerca.  No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias…  Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús."  (Filipenses 4:4-7,19 – NVI)

"Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; nuestra ayuda segura en momentos de angustia."  (Salmo 46:1 – NVI)

¿Nos encontramos atravesando problemas económicos?
"Así tendrán ustedes toda clase de riquezas y podrán dar generosamente.  Y la colecta que ustedes envíen por medio de nosotros, será motivo de que los hermanos den gracias a Dios."  (2 Corintios 9:11 – DHH)

"Den a otros, y Dios les dará a ustedes.  Les dará en su bolsa una medida buena, apretada, sacudida y repleta.  Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les devolverá a ustedes."  (Lucas 6:38 – DHH)

¿Estamos atravesando problemas de salud?
"¿Está enfermo alguno de ustedes?  Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor.  La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará.  Y si ha pecado, su pecado se le perdonará.  Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados.  La oración el justo es poderosa y eficaz."  (Santiago 5:14-16 – NVI)

¿Nos encontramos cargados de culpa por nuestros pecados?
"Pero si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios, que es justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad."  (1 Juan 1:9 – DHH)

"Así pues, ahora ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, porque la ley del Espíritu que da vida en Cristo Jesús, te liberó de la ley del pecado y de la muerte."  (Romanos 8:1-2 – DHH)

¡Cualquiera que sea la pregunta espiritual, Jesús es la respuesta!

3.- La Puerta
"Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo.  Se moverá con entera libertad, y hallará pastos."
Juan 10:9 – NVI

Estas palabras nos recuerdan el Salmo 23:2a – NVI: "En verdes pastos me hace descansar."

La salvación se encuentra solamente por medio de Jesús, Él es la única puerta al Reino de Dios.  Habiendo entrado a través de Él tendremos la libertad de entrar y salir cuando nos plazca, morando en un estado de paz en medio de la abundancia, y así ciertamente la bondad y el amor nos seguirán todos los días de nuestra vida, y moraremos en la casa del Señor para siempre.

4.- El Buen Pastor
"Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas." 
Juan 10:11 – RVA

Nadie espera que las ovejas se cuiden a sí mismas, por eso sus dueños contratan pastores para cuidarlas, quienes son responsables por la seguridad y cuido del rebaño.  Sin embargo, muchos pastores solamente asumen esa responsabilidad hasta el punto en que ésta atenta contra su propia seguridad, decidiendo que su vida vale más que la de las ovejas.  Son muy pocos los que arriesgan sus vidas para proteger sus ovejas, y eso es precisamente lo que hizo nuestro Pastor, a sabiendas y conscientemente, murió por nosotros para nuestra redención: "Nadie me quita la vida, sino que yo la doy por mi propia voluntad."  (Juan 10:18a – DHH)

Él murió en el lugar y como sustituto de nosotros, para lograr que fuésemos librados del castigo del pecado, para obtener el perdón de nuestros pecados, y para que su muerte adquiriera ese perdón.  Nuestro Señor entregó su vida por nosotros, sus ovejas.

5.- La Resurrección y La Vida
"Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.  Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente."
Juan 11:25-26 – RVA

Esta es una declaración increíble.  El Señor ya había dicho que cualquiera que creyera en Él no moriría sino que tendría vida eterna: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3:16 – RVA).    Pero aquí Él nos da más detalles indicando que a pesar de que un creyente muera físicamente, aún tendrá vida eterna; es decir la resurrección de todas aquellas personas que mueren en fe.  

Nuestro Señor también nos dice que habrá algunas personas que nunca morirán, sino que pasarán de esta vida directamente a la otra.  Él nos habla sobre una generación que estará viva cuando Él venga por Su Iglesia y que será cambiada de mortal a inmortal sin tener que morir antes: "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.  Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor."  (1 Tesalonicenses 4:16-17 – RVA)

6.- El Camino, Y La Verdad, Y La Vida
"Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí."
Juan 14:6 – RVA

No existe ninguna otra manera de llegar a la presencia de Dios que la de aceptar la muerte del Señor como pago total por nuestros pecados.  El apóstol Pedro lo dijo claramente: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12 – RVA).

Jesús es el único remedio provisto por Dios para el problema del pecado del hombre.  Él es el único camino para la vida eterna.  Esta es la verdad de la Palabra de Dios.

7.- La Vid
"Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer."
Juan 15:5

Es claro que un incrédulo no produce frutos, y aun después que recibimos la salvación, los creyentes automáticamente no producimos frutos, pero si le entregamos nuestra vida a Él (Romanos 12:1-2) y respondemos al llamado del Espíritu Santo que Él envió para guiarnos (Juan 14:26) sí podemos producir muchos frutos.  De lo contrario, nuestras vidas no serán productivas porque sin Él no podemos hacer nada que tenga un valor espiritual.  Aún seremos salvos, pero no seremos de más uso en la obra del Reino que las ramas, o pámpanos, que el agricultor poda en tiempo de la siega. Pablo lo confirma en 1 Corintios 3:12-15 – DHH: "Sobre este fundamento, uno puede construir con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, paja y cañas; pero el trabajo de cada cual se verá claramente en el día del juicio; porque ese día vendrá con fuego, y el fuego probará la clase de trabajo que cada uno haya hecho.  Si lo que uno construyó es resistente, recibirá su pago; pero si lo que construyó llega a quemarse, perderá su trabajo, aunque él mismo logrará salvarse como quien escapa del fuego."

El creyente sin frutos será salvo, pero como uno que ha escapado del fuego.

Muchos de nosotros veremos nuestros mejores logros ser quemados en el fuego porque los obtuvimos con motivos equivocados, como la auto satisfacción, o para obtener el reconocimiento de los demás, o aun por el deseo de “tener puntos” con Dios.  Solamente aquellas cosas que son provocadas por el Espíritu Santo en las que nuestro único motivo es la gratitud por todo lo que se nos ha dado permanecerán: "Por lo tanto, no juzguen nada antes de tiempo; esperen hasta que venga el Señor.  Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad y pondrá al descubierto las intenciones de cada corazón.  Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda."  (1 Corintios 4:5 – NVI)


ORACIÓN
Gracias te doy Padre porque me has hecho entender que solamente Tú Hijo Jesús es mi sustentador, y que es por medio de Él que obtengo entendimiento y sabiduría para poder vivir de forma adecuada.

Hoy sé, que Él es el único que puede dar vida eterna, y que al haber pagado el precio de mi entrada a Tu Reino con Su vida, puedo ingresar libremente, teniendo la garantía de esa vida eterna contigo.

Padre en el nombre de Tu hijo amado Jesús, te pido que sea Tu Santo Espíritu el que actúe en mí, para que por el resto de mis días en esta tierra, sea obediente y agradecido por tu actuar en mi vida.  Que mi accionar sea conforme a Tu voluntad y mi corazón conforme al Tuyo, ya que solamente esto es lo que al final importa, AMÉN.