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domingo, 30 de mayo de 2010

Lectura Bíblica - Abril 25

*** Lecturas de Hoy ***
  • Jueces 4:1-5:31
  • Lucas 22:35-53
  • Salmos 94:1-23
  • Proverbios 14:3-4

Jueces 4:1-5:31
Capítulo 4
Débora y Barac derrotan a Sísara
4:1 Después de la muerte de Aod, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová. 4:2 Y Jehová los vendió en mano de Jabín rey de Canaán, el cual reinó en Hazor; y el capitán de su ejército se llamaba Sísara, el cual habitaba en Haroset-goim. 4:3 Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque aquél tenía novecientos carros herrados, y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel por veinte años. 4:4 Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot; 4:5 y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio. 4:6 Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón; 4:7 y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos? 4:8 Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré. 4:9 Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes. 4:10 Y juntó Barac a Zabulón y a Neftalí en Cedes, y subió con diez mil hombres a su mando; y Débora subió con él. 4:11 Y Heber ceneo, de los hijos de Hobab suegro de Moisés, se había apartado de los ceneos, y había plantado sus tiendas en el valle de Zaanaim, que está junto a Cedes. 4:12 Vinieron, pues, a Sísara las nuevas de que Barac hijo de Abinoam había subido al monte de Tabor. 4:13 Y reunió Sísara todos sus carros, novecientos carros herrados, con todo el pueblo que con él estaba, desde Haroset- goim hasta el arroyo de Cisón. 4:14 Entonces Débora dijo a Barac: Levántate, porque este es el día en que Jehová ha entregado a Sísara en tus manos. ¿No ha salido Jehová delante de ti? Y Barac descendió del monte de Tabor, y diez mil hombres en pos de él. 4:15 Y Jehová quebrantó a Sísara, a todos sus carros y a todo su ejército, a filo de espada delante de Barac; y Sísara descendió del carro, y huyó a pie. 4:16 Mas Barac siguió los carros y el ejército hasta Haroset- goim, y todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada, hasta no quedar ni uno. 4:17 Y Sísara huyó a pie a la tienda de Jael mujer de Heber ceneo; porque había paz entre Jabín rey de Hazor y la casa de Heber ceneo. 4:18 Y saliendo Jael a recibir a Sísara, le dijo: Ven, señor mío, ven a mí, no tengas temor. Y él vino a ella a la tienda, y ella le cubrió con una manta. 4:19 Y él le dijo: Te ruego me des de beber un poco de agua, pues tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y le dio de beber, y le volvió a cubrir. 4:20 Y él le dijo: Estate a la puerta de la tienda; y si alguien viniere, y te preguntare, diciendo: ¿Hay aquí alguno? tú responderás que no. 4:21 Pero Jael mujer de Heber tomó una estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, se le acercó calladamente y le metió la estaca por las sienes, y la enclavó en la tierra, pues él estaba cargado de sueño y cansado; y así murió. 4:22 Y siguiendo Barac a Sísara, Jael salió a recibirlo, y le dijo: Ven, y te mostraré al varón que tú buscas. Y él entró donde ella estaba, y he aquí Sísara yacía muerto con la estaca por la sien. 4:23 Así abatió Dios aquel día a Jabín, rey de Canaán, delante de los hijos de Israel. 4:24 Y la mano de los hijos de Israel fue endureciéndose más y más contra Jabín rey de Canaán, hasta que lo destruyeron.

Capítulo 5
Cántico de Débora y de Barac
5:1 Aquel día cantó Débora con Barac hijo de Abinoam, diciendo: 5:2 Por haberse puesto al frente los caudillos en Israel, Por haberse ofrecido voluntariamente el pueblo, Load a Jehová. 5:3 Oíd, reyes; escuchad, oh príncipes; Yo cantaré a Jehová, Cantaré salmos a Jehová, el Dios de Israel. 5:4 Cuando saliste de Seir, oh Jehová, Cuando te marchaste de los campos de Edom, La tierra tembló, y los cielos destilaron, Y las nubes gotearon aguas. 5:5 Los montes temblaron delante de Jehová, Aquel Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel. 5:6 En los días de Samgar hijo de Anat, En los días de Jael, quedaron abandonados los caminos, Y los que andaban por las sendas se apartaban por senderos torcidos. 5:7 Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído, Hasta que yo Débora me levanté, Me levanté como madre en Israel. 5:8 Cuando escogían nuevos dioses, La guerra estaba a las puertas; ¿Se veía escudo o lanza Entre cuarenta mil en Israel? 5:9 Mi corazón es para vosotros, jefes de Israel, Para los que voluntariamente os ofrecisteis entre el pueblo. Load a Jehová. 5:10 Vosotros los que cabalgáis en asnas blancas, Los que presidís en juicio, Y vosotros los que viajáis, hablad. 5:11 Lejos del ruido de los arqueros, en los abrevaderos, Allí repetirán los triunfos de Jehová, Los triunfos de sus aldeas en Israel; Entonces marchará hacia las puertas el pueblo de Jehová. 5:12 Despierta, despierta, Débora; Despierta, despierta, entona cántico. Levántate, Barac, y lleva tus cautivos, hijo de Abinoam. 5:13 Entonces marchó el resto de los nobles; El pueblo de Jehová marchó por él en contra de los poderosos. 5:14 De Efraín vinieron los radicados en Amalec, En pos de ti, Benjamín, entre tus pueblos; De Maquir descendieron príncipes, Y de Zabulón los que tenían vara de mando. 5:15 Caudillos también de Isacar fueron con Débora; Y como Barac, también Isacar Se precipitó a pie en el valle. Entre las familias de Rubén Hubo grandes resoluciones del corazón. 5:16 ¿Por qué te quedaste entre los rediles, Para oír los balidos de los rebaños? Entre las familias de Rubén Hubo grandes propósitos del corazón. 5:17 Galaad se quedó al otro lado del Jordán; Y Dan, ¿por qué se estuvo junto a las naves? Se mantuvo Aser a la ribera del mar, Y se quedó en sus puertos. 5:18 El pueblo de Zabulón expuso su vida a la muerte, Y Neftalí en las alturas del campo. 5:19 Vinieron reyes y pelearon; Entonces pelearon los reyes de Canaán, En Taanac, junto a las aguas de Meguido, Mas no llevaron ganancia alguna de dinero. 5:20 Desde los cielos pelearon las estrellas; Desde sus órbitas pelearon contra Sísara. 5:21 Los barrió el torrente de Cisón, El antiguo torrente, el torrente de Cisón. Marcha, oh alma mía, con poder. 5:22 Entonces resonaron los cascos de los caballos Por el galopar, por el galopar de sus valientes. 5:23 Maldecid a Meroz, dijo el ángel de Jehová; Maldecid severamente a sus moradores, Porque no vinieron al socorro de Jehová, Al socorro de Jehová contra los fuertes. 5:24 Bendita sea entre las mujeres Jael, Mujer de Heber ceneo; Sobre las mujeres bendita sea en la tienda. 5:25 El pidió agua, y ella le dio leche; En tazón de nobles le presentó crema. 5:26 Tendió su mano a la estaca, Y su diestra al mazo de trabajadores, Y golpeó a Sísara; hirió su cabeza, Y le horadó, y atravesó sus sienes. 5:27 Cayó encorvado entre sus pies, quedó tendido; Entre sus pies cayó encorvado; Donde se encorvó, allí cayó muerto. 5:28 La madre de Sísara se asoma a la ventana, Y por entre las celosías a voces dice: ¿Por qué tarda su carro en venir? ¿Por qué las ruedas de sus carros se detienen? 5:29 Las más avisadas de sus damas le respondían, Y aun ella se respondía a sí misma: 5:30 ¿No han hallado botín, y lo están repartiendo? A cada uno una doncella, o dos; Las vestiduras de colores para Sísara, Las vestiduras bordadas de colores; La ropa de color bordada de ambos lados, para los jefes de los que tomaron el botín. 5:31 Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová; Mas los que te aman, sean como el sol cuando sale en su fuerza. Y la tierra reposó cuarenta años.

Lucas 22:35-53
Bolsa, alforja y espada
22:35 Y a ellos dijo: Cuando os envié sin bolsa, sin alforja, y sin calzado, ¿os faltó algo? Ellos dijeron: Nada. 22:36 Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una. 22:37 Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos; porque lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento. 22:38 Entonces ellos dijeron: Señor, aquí hay dos espadas. Y él les dijo: Basta.

Jesús ora en Getsemaní
(Mt. 26.36-46; Mr. 14.32-42)
22:39 Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. 22:40 Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. 22:41 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, 22:42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. 22:43 Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. 22:44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. 22:45 Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; 22:46 y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.

Arresto de Jesús
(Mt. 26.47-56; Mr. 14.43-50; Jn. 18.2-11)
22:47 Mientras él aún hablaba, se presentó una turba; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba al frente de ellos; y se acercó hasta Jesús para besarle. 22:48 Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre? 22:49 Viendo los que estaban con él lo que había de acontecer, le dijeron: Señor, ¿heriremos a espada? 22:50 Y uno de ellos hirió a un siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. 22:51 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Basta ya; dejad. Y tocando su oreja, le sanó. 22:52 Y Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los jefes de la guardia del templo y a los ancianos, que habían venido contra él: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y palos? 22:53 Habiendo estado con vosotros cada día en el templo, no extendisteis las manos contra mí; mas esta es vuestra hora, y la potestad de la tinieblas.

Salmos 94:1-23
Capítulo 94
Oración clamando por venganza
94:1 Jehová, Dios de las venganzas,
Dios de las venganzas, muéstrate.
94:2 Engrandécete, oh Juez de la tierra;
Da el pago a los soberbios.
94:3 ¿Hasta cuándo los impíos,
Hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos?

94:4 ¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras,
Y se vanagloriarán todos los que hacen iniquidad?
94:5 A tu pueblo, oh Jehová, quebrantan,
Y a tu heredad afligen.
94:6 A la viuda y al extranjero matan,
Y a los huérfanos quitan la vida.
94:7 Y dijeron: No verá JAH,
Ni entenderá el Dios de Jacob.

94:8 Entended, necios del pueblo;
Y vosotros, fatuos, ¿cuándo seréis sabios?
94:9 El que hizo el oído, ¿no oirá?
El que formó el ojo, ¿no verá?
94:10 El que castiga a las naciones, ¿no reprenderá?
¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia?
94:11 Jehová conoce los pensamientos de los hombres,
Que son vanidad.

94:12 Bienaventurado el hombre a quien tú, JAH, corriges,
Y en tu ley lo instruyes,
94:13 Para hacerle descansar en los días de aflicción,
En tanto que para el impío se cava el hoyo.
94:14 Porque no abandonará Jehová a su pueblo,
Ni desamparará su heredad,
94:15 Sino que el juicio será vuelto a la justicia,
Y en pos de ella irán todos los rectos de corazón.
94:16 ¿Quién se levantará por mí contra los malignos?
¿Quién estará por mí contra los que hacen iniquidad?
94:17 Si no me ayudara Jehová,
Pronto moraría mi alma en el silencio.
94:18 Cuando yo decía: Mi pie resbala,
Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.
94:19 En la multitud de mis pensamientos dentro de mí,
Tus consolaciones alegraban mi alma.
94:20 ¿Se juntará contigo el trono de iniquidades
Que hace agravio bajo forma de ley?
94:21 Se juntan contra la vida del justo,
Y condenan la sangre inocente.
94:22 Mas Jehová me ha sido por refugio,
Y mi Dios por roca de mi confianza.
94:23 Y él hará volver sobre ellos su iniquidad,
Y los destruirá en su propia maldad;
Los destruirá Jehová nuestro Dios.


Proverbios 14:3-4
14:3 En la boca del necio está la vara de la soberbia;
Mas los labios de los sabios los guardarán.
14:4 Sin bueyes el granero está vacío;
Mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan.

Lectura Bíblica - Abril 24

*** Lecturas de Hoy ***
  • Jueces 2:10-3:31
  • Lucas 22:14-34
  • Salmos 93:1-5
  • Proverbios 14:1-2

Jueces 2:10-3:31
2:10 Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel.

Apostasía de Israel, y la obra de los jueces
2:11 Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales. 2:12 Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová. 2:13 Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot. 2:14 Y se encendió contra Israel el furor de Jehová, el cual los entregó en manos de robadores que los despojaron, y los vendió en mano de sus enemigos de alrededor; y no pudieron ya hacer frente a sus enemigos. 2:15 Por dondequiera que salían, la mano de Jehová estaba contra ellos para mal, como Jehová había dicho, y como Jehová se lo había jurado; y tuvieron gran aflicción. 2:16 Y Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que les despojaban; 2:17 pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así. 2:18 Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían. 2:19 Mas acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y no se apartaban de sus obras, ni de su obstinado camino. 2:20 Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y dijo: Por cuanto este pueblo traspasa mi pacto que ordené a sus padres, y no obedece a mi voz, 2:21 tampoco yo volveré más a arrojar de delante de ellos a ninguna de las naciones que dejó Josué cuando murió; 2:22 para probar con ellas a Israel, si procurarían o no seguir el camino de Jehová, andando en él, como lo siguieron sus padres. 2:23 Por esto dejó Jehová a aquellas naciones, sin arrojarlas de una vez, y no las entregó en mano de Josué.

Capítulo 3
Naciones que fueron dejadas para probar a Israel
3:1 Estas, pues, son las naciones que dejó Jehová para probar con ellas a Israel, a todos aquellos que no habían conocido todas la guerras de Canaán; 3:2 solamente para que el linaje de los hijos de Israel conociese la guerra, para que la enseñasen a los que antes no la habían conocido: 3:3 los cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos, los sidonios, y los heveos que habitaban en el monte Líbano, desde el monte de Baal-hermón hasta llegar a Hamat. 3:4 Y fueron para probar con ellos a Israel, para saber si obedecerían a los mandamientos de Jehová, que él había dado a sus padres por mano de Moisés. 3:5 Así los hijos de Israel habitaban entre los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos. 3:6 Y tomaron de sus hijas por mujeres, y dieron sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses.

Otoniel liberta a Israel de Cusan-risataim
3:7 Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo ante los ojos de Jehová, y olvidaron a Jehová su Dios, y sirvieron a los baales y a las imágenes de Asera. 3:8 Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los vendió en manos de Cusan-risataim rey de Mesopotamia; y sirvieron los hijos de Israel a Cusan-risataim ocho años. 3:9 Entonces clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová levantó un libertador a los hijos de Israel y los libró; esto es, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb. 3:10 Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó a Israel, y salió a batalla, y Jehová entregó en su mano a Cusan-risataim rey de Siria, y prevaleció su mano contra Cusan-risataim. 3:11 Y reposó la tierra cuarenta años; y murió Otoniel hijo de Cenaz.

Aod liberta a Israel de Moab
3:12 Volvieron los hijos de Israel a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová fortaleció a Eglón rey de Moab contra Israel, por cuanto habían hecho lo malo ante los ojos de Jehová. 3:13 Este juntó consigo a los hijos de Amón y de Amalec, y vino e hirió a Israel, y tomó la ciudad de las palmeras. 3:14 Y sirvieron los hijos de Israel a Eglón rey de los moabitas dieciocho años. 3:15 Y clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová les levantó un libertador, a Aod hijo de Gera, benjamita, el cual era zurdo. Y los hijos de Israel enviaron con él un presente a Eglón rey de Moab. 3:16 Y Aod se había hecho un puñal de dos filos, de un codo de largo; y se lo ciñó debajo de sus vestidos a su lado derecho. 3:17 Y entregó el presente a Eglón rey de Moab; y era Eglón hombre muy grueso. 3:18 Y luego que hubo entregado el presente, despidió a la gente que lo había traído. 3:19 Mas él se volvió desde los ídolos que están en Gilgal, y dijo: Rey, una palabra secreta tengo que decirte. El entonces dijo: Calla. Y salieron de delante de él todos los que con él estaban. 3:20 Y se le acercó Aod, estando él sentado solo en su sala de verano. Y Aod dijo: Tengo palabra de Dios para ti. El entonces se levantó de la silla. 3:21 Entonces alargó Aod su mano izquierda, y tomó el puñal de su lado derecho, y se lo metió por el vientre, 3:22 de tal manera que la empuñadura entró también tras la hoja, y la gordura cubrió la hoja, porque no sacó el puñal de su vientre; y salió el estiércol. 3:23 Y salió Aod al corredor, y cerró tras sí las puertas de la sala y las aseguró con el cerrojo. 3:24 Cuando él hubo salido, vinieron los siervos del rey, los cuales viendo las puertas de la sala cerradas, dijeron: Sin duda él cubre sus pies en la sala de verano. 3:25 Y habiendo esperado hasta estar confusos, porque él no abría las puertas de la sala, tomaron la llave y abrieron; y he aquí su señor caído en tierra, muerto. 3:26 Mas entre tanto que ellos se detuvieron, Aod escapó, y pasando los ídolos, se puso a salvo en Seirat. 3:27 Y cuando había entrado, tocó el cuerno en el monte de Efraín, y los hijos de Israel descendieron con él del monte, y él iba delante de ellos. 3:28 Entonces él les dijo: Seguidme, porque Jehová ha entregado a vuestros enemigos los moabitas en vuestras manos. Y descendieron en pos de él, y tomaron los vados del Jordán a Moab, y no dejaron pasar a ninguno. 3:29 Y en aquel tiempo mataron de los moabitas como diez mil hombres, todos valientes y todos hombres de guerra; no escapó ninguno. 3:30 Así fue subyugado Moab aquel día bajo la mano de Israel; y reposó la tierra ochenta años.

Samgar liberta a Israel de los filisteos
3:31 Después de él fue Samgar hijo de Anat, el cual mató a seiscientos hombres de los filisteos con una aguijada de bueyes; y él también salvó a Israel.

Lucas 22:14-34
22:14 Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. 22:15 Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! 22:16 Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios. 22:17 Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros; 22:18 porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga. 22:19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. 22:20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. 22:21 Mas he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa. 22:22 A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado! 22:23 Entonces ellos comenzaron a discutir entre sí, quién de ellos sería el que había de hacer esto.

La grandeza en el servicio
22:24 Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor. 22:25 Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; 22:26 mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve. 22:27 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve. 22:28 Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. 22:29 Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, 22:30 para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.

Jesús anuncia la negación de Pedro
(Mt. 26.31-35; Mr. 14.27-31; Jn. 13.36-38)
22:31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 22:32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. 22:33 El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte. 22:34 Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.

Salmos 93:1-5
Capítulo 93
La majestad de Jehová
93:1 Jehová reina; se vistió de magnificencia;
Jehová se vistió, se ciñó de poder.
Afirmó también el mundo, y no se moverá.
93:2 Firme es tu trono desde entonces;
Tú eres eternamente.

93:3 Alzaron los ríos, oh Jehová,
Los ríos alzaron su sonido;
Alzaron los ríos sus ondas.
93:4 Jehová en las alturas es más poderoso
Que el estruendo de las muchas aguas,
Más que las recias ondas del mar.


93:5 Tus testimonios son muy firmes;
La santidad conviene a tu casa,
Oh Jehová, por los siglos y para siempre.


Proverbios 14:1-2
14:1 La mujer sabia edifica su casa;
Mas la necia con sus manos la derriba.
14:2 El que camina en su rectitud teme a Jehová;
Mas el de caminos pervertidos lo menosprecia.

Lectura Bíblica - Abril 23

*** Lecturas de Hoy ***
  • Jueces 1:1-2:9
  • Lucas 21:25-22:13
  • Salmos 92:1-15
  • Proverbios 13:24-25

Jueces 1:1-2:9
Capítulo 1
Judá y Simeón capturan a Adoni-bezec
1:1 Aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos? 1:2 Y Jehová respondió: Judá subirá; he aquí que yo he entregado la tierra en sus manos. 1:3 Y Judá dijo a Simeón su hermano: Sube conmigo al territorio que se me ha adjudicado, y peleemos contra el cananeo, y yo también iré contigo al tuyo. Y Simeón fue con él. 1:4 Y subió Judá, y Jehová entregó en sus manos al cananeo y al ferezeo; e hirieron de ellos en Bezec a diez mil hombres. 1:5 Y hallaron a Adoni-bezec en Bezec, y pelearon contra él; y derrotaron al cananeo y al ferezeo. 1:6 Mas Adoni-bezec huyó; y le siguieron y le prendieron, y le cortaron los pulgares de las manos y de los pies. 1:7 Entonces dijo Adoni-bezec: Setenta reyes, cortados los pulgares de sus manos y de sus pies, recogían las migajas debajo de mi mesa; como yo hice, así me ha pagado Dios. Y le llevaron a Jerusalén, donde murió.

Judá conquista Jerusalén y Hebrón
1:8 Y combatieron los hijos de Judá a Jerusalén y la tomaron, y pasaron a sus habitantes a filo de espada y pusieron fuego a la ciudad. 1:9 Después los hijos de Judá descendieron para pelear contra el cananeo que habitaba en las montañas, en el Neguev, y en los llanos. 1:10 Y marchó Judá contra el cananeo que habitaba en Hebrón, la cual se llamaba antes Quiriat-arba; e hirieron a Sesai, a Ahimán y a Talmai.

Otoniel conquista Debir y recibe a Acsa
(Jos. 15.15-19)
1:11 De allí fue a los que habitaban en Debir, que antes se llamaba Quiriat-sefer. 1:12 Y dijo Caleb: El que atacare a Quiriat-sefer y la tomare, yo le daré Acsa mi hija por mujer. 1:13 Y la tomó Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb; y él le dio Acsa su hija por mujer. 1:14 Y cuando ella se iba con él, la persuadió que pidiese a su padre un campo. Y ella se bajó del asno, y Caleb le dijo: ¿Qué tienes? 1:15 Ella entonces le respondió: Concédeme un don; puesto que me has dado tierra del Neguev, dame también fuentes de aguas. Entonces Caleb le dio las fuentes de arriba y las fuentes de abajo.

Extensión de las conquistas de Judá y de Benjamín
1:16 Y los hijos del ceneo, suegro de Moisés, subieron de la ciudad de las palmeras con los hijos de Judá al desierto de Judá, que está en el Neguev cerca de Arad; y fueron y habitaron con el pueblo. 1:17 Y fue Judá con su hermano Simeón, y derrotaron al cananeo que habitaba en Sefat, y la asolaron; y pusieron por nombre a la ciudad, Horma. 1:18 Tomó también Judá a Gaza con su territorio, Ascalón con su territorio y Ecrón con su territorio. 1:19 Y Jehová estaba con Judá, quien arrojó a los de las montañas; mas no pudo arrojar a los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros herrados. 1:20 Y dieron Hebrón a Caleb, como Moisés había dicho; y él arrojó de allí a los tres hijos de Anac. 1:21 Mas al jebuseo que habitaba en Jerusalén no lo arrojaron los hijos de Benjamín, y el jebuseo habitó con los hijos de Benjamín en Jerusalén hasta hoy.

José conquista Bet-el
1:22 También la casa de José subió contra Bet-el; y Jehová estaba con ellos. 1:23 Y la casa de José puso espías en Bet-el, ciudad que antes se llamaba Luz. 1:24 Y los que espiaban vieron a un hombre que salía de la ciudad, y le dijeron: Muéstranos ahora la entrada de la ciudad, y haremos contigo misericordia. 1:25 Y él les mostró la entrada a la ciudad, y la hirieron a filo de espada; pero dejaron ir a aquel hombre con toda su familia. 1:26 Y se fue el hombre a la tierra de los heteos, y edificó una ciudad a la cual llamó Luz; y este es su nombre hasta hoy.

Extensión de las conquistas de Manasés y de Efraín
1:27 Tampoco Manasés arrojó a los de Bet-seán, ni a los de sus aldeas, ni a los de Taanac y sus aldeas, ni a los de Dor y sus aldeas, ni a los habitantes de Ibleam y sus aldeas, ni a los que habitan en Meguido y en sus aldeas; y el cananeo persistía en habitar en aquella tierra. 1:28 Pero cuando Israel se sintió fuerte hizo al cananeo tributario, mas no lo arrojó. 1:29 Tampoco Efraín arrojó al cananeo que habitaba en Gezer, sino que habitó el cananeo en medio de ellos en Gezer.

Extensión de las conquistas de las demás tribus
1:30 Tampoco Zabulón arrojó a los que habitaban en Quitrón, ni a los que habitaban en Naalal, sino que el cananeo habitó en medio de él, y le fue tributario. 1:31 Tampoco Aser arrojó a los que habitaban en Aco, ni a los que habitaban en Sidón, en Ahlab, en Aczib, en Helba, en Afec y en Rehob. 1:32 Y moró Aser entre los cananeos que habitaban en la tierra; pues no los arrojó. 1:33 Tampoco Neftalí arrojó a los que habitaban en Bet-semes, ni a los que habitaban en Bet-anat, sino que moró entre los cananeos que habitaban en la tierra; mas le fueron tributarios los moradores de Bet-semes y los moradores de Bet-anat. 1:34 Los amorreos acosaron a los hijos de Dan hasta el monte, y no los dejaron descender a los llanos. 1:35 Y el amorreo persistió en habitar en el monte de Heres, en Ajalón y en Saalbim; pero cuando la casa de José cobró fuerzas, lo hizo tributario. 1:36 Y el límite del amorreo fue desde la subida de Acrabim, desde Sela hacia arriba.

Capítulo 2
El ángel de Jehová en Boquim
2:1 El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros, 2:2 con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar; mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto? 2:3 Por tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero. 2:4 Cuando el ángel de Jehová habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró. 2:5 Y llamaron el nombre de aquel lugar Boquim, y ofrecieron allí sacrificios a Jehová.

Muerte de Josué
(Jos. 24.29-31)
2:6 Porque ya Josué había despedido al pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su heredad para poseerla. 2:7 Y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Jehová, que él había hecho por Israel. 2:8 Pero murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, siendo de ciento diez años. 2:9 Y lo sepultaron en su heredad en Timnat-sera,en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas.

Lucas 21:25-22:13
La venida del Hijo del Hombre
(Mt. 24.29-35, 42-44; Mr. 13.24-37)
21:25 Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; 21:26 desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. 21:27 Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. 21:28 Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca. 21:29 También les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles. 21:30 Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca. 21:31 Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. 21:32 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. 21:33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 21:34 Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. 21:35 Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. 21:36 Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre. 21:37 Y enseñaba de día en el templo; y de noche, saliendo, se estaba en el monte que se llama de los Olivos. 21:38 Y todo el pueblo venía a él por la mañana, para oírle en el templo.

Capítulo 22
El complot para matar a Jesús
(Mt. 26.1-5, 14-16; Mr. 14.1-2, 10-11; Jn. 11.45-53)
22:1 Estaba cerca la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la pascua. 22:2 Y los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo matarle; porque temían al pueblo. 22:3 Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce; 22:4 y éste fue y habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de cómo se lo entregaría. 22:5 Ellos se alegraron, y convinieron en darle dinero. 22:6 Y él se comprometió, y buscaba una oportunidad para entregárselo a espaldas del pueblo.

Institución de la Cena del Señor
(Mt. 26.17-29; Mr. 14.12-25; Jn. 13.21-30; 1 Co. 11.23-26)
22:7 Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua. 22:8 Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua para que la comamos. 22:9 Ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que la preparemos? 22:10 El les dijo: He aquí, al entrar en la ciudad os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entrare, 22:11 y decid al padre de familia de esa casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos? 22:12 Entonces él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad allí. 22:13 Fueron, pues, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua.

Salmos 92:1-15
Capítulo 92
Alabanza por la bondad de Dios
Salmo. Cántico para el día de reposo.
92:1 Bueno es alabarte, oh Jehová,
Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;
92:2 Anunciar por la mañana tu misericordia,
Y tu fidelidad cada noche,
92:3 En el decacordio y en el salterio,
En tono suave con el arpa.
92:4 Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras;
En las obras de tus manos me gozo.

92:5 ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová!
Muy profundos son tus pensamientos.
92:6 El hombre necio no sabe,
Y el insensato no entiende esto.
92:7 Cuando brotan los impíos como la hierba,
Y florecen todos los que hacen iniquidad,
Es para ser destruidos eternamente.
92:8 Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo.
92:9 Porque he aquí tus enemigos, oh Jehová,
Porque he aquí, perecerán tus enemigos;
Serán esparcidos todos los que hacen maldad.

92:10 Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo;
Seré ungido con aceite fresco.
92:11 Y mirarán mis ojos sobre mis enemigos;
Oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los malignos.

92:12 El justo florecerá como la palmera;
Crecerá como cedro en el Líbano.
92:13 Plantados en la casa de Jehová,
En los atrios de nuestro Dios florecerán.
92:14 Aun en la vejez fructificarán;
Estarán vigorosos y verdes,
92:15 Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto,
Y que en él no hay injusticia.


Proverbios 13:24-25
13:24 El que detiene el castigo, a su hijo aborrece;
Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.
13:25 El justo come hasta saciar su alma;
Mas el vientre de los impíos tendrá necesidad.

Lectura Bíblica - Abril 22

*** Lecturas de Hoy ***
  • Josué 24:1-33
  • Lucas 21:1-24
  • Salmos 91:1-16
  • Proverbios 13:20-23

Josué 24:1-33
Capítulo 24
Discurso de despedida de Josué
24:1 Reunió Josué a todas las tribus de Israel en Siquem, y llamó a los ancianos de Israel, sus príncipes, sus jueces y sus oficiales; y se presentaron delante de Dios. 24:2 Y dijo Josué a todo el pueblo: Así dice Jehová, Dios de Israel: Vuestros padres habitaron antiguamente al otro lado del río, esto es, Taré, padre de Abraham y de Nacor; y servían a dioses extraños. 24:3 Y yo tomé a vuestro padre Abraham del otro lado del río, y lo traje por toda la tierra de Canaán, y aumenté su descendencia, y le di Isaac. 24:4 A Isaac di Jacob y Esaú. Y a Esaú di el monte de Seir, para que lo poseyese; pero Jacob y sus hijos descendieron a Egipto. 24:5 Y yo envié a Moisés y a Aarón, y herí a Egipto, conforme a lo que hice en medio de él, y después os saqué. 24:6 Saqué a vuestros padres de Egipto; y cuando llegaron al mar, los egipcios siguieron a vuestros padres hasta el Mar Rojo con carros y caballería. 24:7 Y cuando ellos clamaron a Jehová, él puso oscuridad entre vosotros y los egipcios, e hizo venir sobre ellos el mar, el cual los cubrió; y vuestros ojos vieron lo que hice en Egipto. Después estuvisteis muchos días en el desierto. 24:8 Yo os introduje en la tierra de los amorreos, que habitaban al otro lado del Jordán, los cuales pelearon contra vosotros; mas yo los entregué en vuestras manos, y poseísteis su tierra, y los destruí de delante de vosotros. 24:9 Después se levantó Balac hijo de Zipor, rey de los moabitas, y peleó contra Israel; y envió a llamar a Balaam hijo de Beor, para que os maldijese. 24:10 Mas yo no quise escuchar a Balaam, por lo cual os bendijo repetidamente, y os libré de sus manos. 24:11 Pasasteis el Jordán, y vinisteis a Jericó, y los moradores de Jericó pelearon contra vosotros: los amorreos, ferezeos, cananeos, heteos, gergeseos, heveos y jebuseos, y yo los entregué en vuestras manos. 24:12 Y envié delante de vosotros tábanos, los cuales los arrojaron de delante de vosotros, esto es, a los dos reyes de los amorreos; no con tu espada, ni con tu arco. 24:13 Y os di la tierra por la cual nada trabajasteis, y las ciudades que no edificasteis, en las cuales moráis; y de las viñas y olivares que no plantasteis, coméis. 24:14 Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. 24:15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová. 24:16 Entonces el pueblo respondió y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses; 24:17 porque Jehová nuestro Dios es el que nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre; el que ha hecho estas grandes señales, y nos ha guardado por todo el camino por donde hemos andado, y en todos los pueblos por entre los cuales pasamos. 24:18 Y Jehová arrojó de delante de nosotros a todos los pueblos, y al amorreo que habitaba en la tierra; nosotros, pues, también serviremos a Jehová, porque él es nuestro Dios. 24:19 Entonces Josué dijo al pueblo: No podréis servir a Jehová, porque él es Dios santo, y Dios celoso; no sufrirá vuestras rebeliones y vuestros pecados. 24:20 Si dejareis a Jehová y sirviereis a dioses ajenos, él se volverá y os hará mal, y os consumirá, después que os ha hecho bien. 24:21 El pueblo entonces dijo a Josué: No, sino que a Jehová serviremos. 24:22 Y Josué respondió al pueblo: Vosotros sois testigos contra vosotros mismos, de que habéis elegido a Jehová para servirle. Y ellos respondieron: Testigos somos. 24:23 Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová Dios de Israel. 24:24 Y el pueblo respondió a Josué: A Jehová nuestro Dios serviremos, y a su voz obedeceremos. 24:25 Entonces Josué hizo pacto con el pueblo el mismo día, y les dio estatutos y leyes en Siquem. 24:26 Y escribió Josué estas palabras en el libro de la ley de Dios; y tomando una gran piedra, la levantó allí debajo de la encina que estaba junto al santuario de Jehová. 24:27 Y dijo Josué a todo el pueblo: He aquí esta piedra nos servirá de testigo, porque ella ha oído todas las palabras que Jehová nos ha hablado; será, pues, testigo contra vosotros, para que no mintáis contra vuestro Dios. 24:28 Y envió Josué al pueblo, cada uno a su posesión.

Muerte de Josué
(Jue. 2.6-10)
24:29 Después de estas cosas murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, siendo de ciento diez años. 24:30 Y le sepultaron en su heredad en Timnat-sera, que está en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas. 24:31 Y sirvió Israel a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué y que sabían todas las obras que Jehová había hecho por Israel.

Sepultura de los huesos de José en Siquem
24:32 Y enterraron en Siquem los huesos de José, que los hijos de Israel habían traído de Egipto, en la parte del campo que Jacob compró de los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien piezas de dinero; y fue posesión de los hijos de José.

Muerte de Eleazar
24:33 También murió Eleazar hijo de Aarón, y lo enterraron en el collado de Finees su hijo, que le fue dado en el monte de Efraín.

Lucas 21:1-24
Capítulo 21
La ofrenda de la viuda
(Mr. 12.41-44)
21:1 Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. 21:2 Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas. 21:3 Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. 21:4 Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.

Jesús predice la destrucción del templo
(Mt. 24.1-2; Mr. 13.1-2)
21:5 Y a unos que hablaban de que el templo estaba adornado de hermosas piedras y ofrendas votivas, dijo: 21:6 En cuanto a estas cosas que veis, días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra, que no sea destruida.

Señales antes del fin
(Mt. 24.3-28; Mr. 13.3-23)
21:7 Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo será esto? ¿y qué señal habrá cuando estas cosas estén para suceder? 21:8 El entonces dijo: Mirad que no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y: El tiempo está cerca. Mas no vayáis en pos de ellos. 21:9 Y cuando oigáis de guerras y de sediciones, no os alarméis; porque es necesario que estas cosas acontezcan primero; pero el fin no será inmediatamente. 21:10 Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; 21:11 y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo. 21:12 Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre. 21:13 Y esto os será ocasión para dar testimonio. 21:14 Proponed en vuestros corazones no pensar antes cómo habéis de responder en vuestra defensa; 21:15 porque yo os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se opongan. 21:16 Mas seréis entregados aun por vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros; 21:17 y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. 21:18 Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. 21:19 Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas. 21:20 Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. 21:21 Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. 21:22 Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. 21:23 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo. 21:24 Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.

Salmos 91:1-16
Capítulo 91
Morando bajo la sombra del Omnipotente
91:1 El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
91:2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
91:3 El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
91:4 Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
91:5 No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
91:6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.

91:7 Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.
91:8 Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos.

91:9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación,
91:10 No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada.

91:11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
91:12 En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
91:13 Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón.
91:14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
91:15 Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré.
91:16 Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación.


Proverbios 13:20-23
13:20 El que anda con sabios, sabio será;
Mas el que se junta con necios será quebrantado.
13:21 El mal perseguirá a los pecadores,
Mas los justos serán premiados con el bien.
13:22 El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos;
Pero la riqueza del pecador está guardada para el justo.
13:23 En el barbecho de los pobres hay mucho pan;
Mas se pierde por falta de juicio.

Lectura Bíblica - Abril 21

*** Lecturas de Hoy ***
  • Josué 22:21-23:16
  • Lucas 20:27-47
  • Salmos 90:1-17
  • Proverbios 13:17-19

Josué 22:21-23:16
22:21 Entonces los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés respondieron y dijeron a los cabezas de los millares de Israel: 22:22 Jehová Dios de los dioses, Jehová Dios de los dioses, él sabe, y hace saber a Israel: si fue por rebelión o por prevaricación contra Jehová, no nos salves hoy. 22:23 Si nos hemos edificado altar para volvernos de en pos de Jehová, o para sacrificar holocausto u ofrenda, o para ofrecer sobre él ofrendas de paz, el mismo Jehová nos lo demande. 22:24 Lo hicimos más bien por temor de que mañana vuestros hijos digan a nuestros hijos: ¿Qué tenéis vosotros con Jehová Dios de Israel? 22:25 Jehová ha puesto por lindero el Jordán entre nosotros y vosotros, oh hijos de Rubén e hijos de Gad; no tenéis vosotros parte en Jehová; y así vuestros hijos harían que nuestros hijos dejasen de temer a Jehová. 22:26 Por esto dijimos: Edifiquemos ahora un altar, no para holocausto ni para sacrificio, 22:27 sino para que sea un testimonio entre nosotros y vosotros, y entre los que vendrán después de nosotros, de que podemos hacer el servicio de Jehová delante de él con nuestros holocaustos, con nuestros sacrificios y con nuestras ofrendas de paz; y no digan mañana vuestros hijos a los nuestros: Vosotros no tenéis parte en Jehová. 22:28 Nosotros, pues, dijimos: Si aconteciere que tal digan a nosotros, o a nuestras generaciones en lo por venir, entonces responderemos: Mirad el símil del altar de Jehová, el cual hicieron nuestros padres, no para holocaustos o sacrificios, sino para que fuese testimonio entre nosotros y vosotros. 22:29 Nunca tal acontezca que nos rebelemos contra Jehová, o que nos apartemos hoy de seguir a Jehová, edificando altar para holocaustos, para ofrenda o para sacrificio, además del altar de Jehová nuestro Dios que está delante de su tabernáculo. 22:30 Oyendo Finees el sacerdote y los príncipes de la congregación, y los jefes de los millares de Israel que con él estaban, las palabras que hablaron los hijos de Rubén y los hijos de Gad y los hijos de Manasés, les pareció bien todo ello. 22:31 Y dijo Finees hijo del sacerdote Eleazar a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad y a los hijos de Manasés: Hoy hemos entendido que Jehová está entre nosotros, pues que no habéis intentado esta traición contra Jehová. Ahora habéis librado a los hijos de Israel de la mano de Jehová. 22:32 Y Finees hijo del sacerdote Eleazar, y los príncipes, dejaron a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad, y regresaron de la tierra de Galaad a la tierra de Canaán, a los hijos de Israel, a los cuales dieron la respuesta. 22:33 Y el asunto pareció bien a los hijos de Israel, y bendijeron a Dios los hijos de Israel; y no hablaron más de subir contra ellos en guerra, para destruir la tierra en que habitaban los hijos de Rubén y los hijos de Gad. 22:34 Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad pusieron por nombre al altar Ed; porque testimonio es entre nosotros que Jehová es Dios.

Capítulo 23
23:1 Aconteció, muchos días después que Jehová diera reposo a Israel de todos sus enemigos alrededor, que Josué, siendo ya viejo y avanzado en años, 23:2 llamó a todo Israel, a sus ancianos, sus príncipes, sus jueces y sus oficiales, y les dijo: Yo ya soy viejo y avanzado en años. 23:3 Y vosotros habéis visto todo lo que Jehová vuestro Dios ha hecho con todas estas naciones por vuestra causa; porque Jehová vuestro Dios es quien ha peleado por vosotros. 23:4 He aquí os he repartido por suerte, en herencia para vuestras tribus, estas naciones, así las destruidas como las que quedan, desde el Jordán hasta el Mar Grande, hacia donde se pone el sol. 23:5 Y Jehová vuestro Dios las echará de delante de vosotros, y las arrojará de vuestra presencia; y vosotros poseeréis sus tierras, como Jehová vuestro Dios os ha dicho. 23:6 Esforzaos, pues, mucho en guardar y hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, sin apartaros de ello ni a diestra ni a siniestra; 23:7 para que no os mezcléis con estas naciones que han quedado con vosotros, ni hagáis mención ni juréis por el nombre de sus dioses, ni los sirváis, ni os inclinéis a ellos. 23:8 Mas a Jehová vuestro Dios seguiréis, como habéis hecho hasta hoy. 23:9 Pues ha arrojado Jehová delante de vosotros grandes y fuertes naciones, y hasta hoy nadie ha podido resistir delante de vuestro rostro. 23:10 Un varón de vosotros perseguirá a mil; porque Jehová vuestro Dios es quien pelea por vosotros, como él os dijo. 23:11 Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis a Jehová vuestro Dios. 23:12 Porque si os apartareis, y os uniereis a lo que resta de estas naciones que han quedado con vosotros, y si concertareis con ellas matrimonios, mezclándoos con ellas, y ellas con vosotros, 23:13 sabed que Jehová vuestro Dios no arrojará más a estas naciones delante de vosotros, sino que os serán por lazo, por tropiezo, por azote para vuestros costados y por espinas para vuestros ojos, hasta que perezcáis de esta buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado. 23:14 Y he aquí que yo estoy para entrar hoy por el camino de toda la tierra; reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no ha faltado una palabra de todas las buenas palabras que Jehová vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os han acontecido, no ha faltado ninguna de ellas. 23:15 Pero así como ha venido sobre vosotros toda palabra buena que Jehová vuestro Dios os había dicho, también traerá Jehová sobre vosotros toda palabra mala, hasta destruiros de sobre la buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado, 23:16 si traspasareis el pacto de Jehová vuestro Dios que él os ha mandado, yendo y honrando a dioses ajenos, e inclinándoos a ellos. Entonces la ira de Jehová se encenderá contra vosotros, y pereceréis prontamente de esta buena tierra que él os ha dado.

Lucas 20:27-47
La pregunta sobre la resurrección
(Mt. 22.23-33; Mr. 12.18-27)
20:27 Llegando entonces algunos de los saduceos, los cuales niegan haber resurrección, le preguntaron, 20:28 diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y no dejare hijos, que su hermano se case con ella, y levante descendencia a su hermano. 20:29 Hubo, pues, siete hermanos; y el primero tomó esposa, y murió sin hijos. 20:30 Y la tomó el segundo, el cual también murió sin hijos. 20:31 La tomó el tercero, y así todos los siete, y murieron sin dejar descendencia. 20:32 Finalmente murió también la mujer. 20:33 En la resurrección, pues, ¿de cuál de ellos será mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer? 20:34 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; 20:35 mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. 20:36 Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. 20:37 Pero en cuanto a que los muertos han de resucitar, aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. 20:38 Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven. 20:39 Respondiéndole algunos de los escribas, dijeron: Maestro, bien has dicho. 20:40 Y no osaron preguntarle nada más.

¿De quién es hijo el Cristo?
(Mt. 22.41-46; Mr. 12.35-37)
20:41 Entonces él les dijo: ¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David? 20:42 Pues el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, 20:43 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. 20:44 David, pues, le llama Señor; ¿cómo entonces es su hijo?

Jesús acusa a los escribas
(Mt. 23.1-36; Mr. 12.38-40; Lc. 11.37-54)
20:45 Y oyéndole todo el pueblo, dijo a sus discípulos: 20:46 Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; 20:47 que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones; éstos recibirán mayor condenación.

Salmos 90:1-17
LIBRO IV
La eternidad de Dios y la transitoriedad del hombre
Oración de Moisés, varón de Dios.
90:1 Señor, tú nos has sido refugio
De generación en generación.
90:2 Antes que naciesen los montes
Y formases la tierra y el mundo,
Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
90:3 Vuelves al hombre hasta ser quebrantado,
Y dices: Convertíos, hijos de los hombres.
90:4 Porque mil años delante de tus ojos
Son como el día de ayer, que pasó,
Y como una de las vigilias de la noche.

90:5 Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño,
Como la hierba que crece en la mañana.
90:6 En la mañana florece y crece;
A la tarde es cortada, y se seca.
90:7 Porque con tu furor somos consumidos,
Y con tu ira somos turbados.
90:8 Pusiste nuestras maldades delante de ti,
Nuestros yerros a la luz de tu rostro.

90:9 Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira;
Acabamos nuestros años como un pensamiento.
90:10 Los días de nuestra edad son setenta años;
Y si en los más robustos son ochenta años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
Porque pronto pasan, y volamos.

90:11 ¿Quién conoce el poder de tu ira,
Y tu indignación según que debes ser temido?
90:12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
Que traigamos al corazón sabiduría.

90:13 Vuélvete, oh Jehová; ¿hasta cuándo?
Y aplácate para con tus siervos.
90:14 De mañana sácianos de tu misericordia,
Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
90:15 Alégranos conforme a los días que nos afligiste,
Y los años en que vimos el mal.
90:16 Aparezca en tus siervos tu obra,
Y tu gloria sobre sus hijos.
90:17 Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros,
Y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros;
Sí, la obra de nuestras manos confirma.


Proverbios 13:17-19
13:17 El mal mensajero acarrea desgracia;
Mas el mensajero fiel acarrea salud.
13:18 Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo;
Mas el que guarda la corrección recibirá honra.
13:19 El deseo cumplido regocija el alma;
Pero apartarse del mal es abominación a los necios.

Lectura Bíblica - Abril 20

*** Lecturas de Hoy ***
  • Josué 21:1-22:20
  • Lucas 20:1-26
  • Salmos 89:1-52
  • Proverbios 13:15-16

Josué 21:1-22:20
Capítulo 21
Ciudades de los levitas
(1 Cr. 6.54-81)
21:1 Los jefes de los padres de los levitas vinieron al sacerdote Eleazar, a Josué hijo de Nun y a los cabezas de los padres de las tribus de los hijos de Israel, 21:2 y les hablaron en Silo en la tierra de Canaán, diciendo: Jehová mandó por medio de Moisés que nos fuesen dadas ciudades donde habitar, con sus ejidos para nuestros ganados. 21:3 Entonces los hijos de Israel dieron de su propia herencia a los levitas, conforme al mandato de Jehová, estas ciudades con sus ejidos. 21:4 Y la suerte cayó sobre las familias de los coatitas; y los hijos de Aarón el sacerdote, que eran de los levitas, obtuvieron por suerte de la tribu de Judá, de la tribu de Simeón y de la tribu de Benjamín, trece ciudades. 21:5 Y los otros hijos de Coat obtuvieron por suerte diez ciudades de las familias de la tribu de Efraín, de la tribu de Dan y de la media tribu de Manasés. 21:6 Los hijos de Gersón obtuvieron por suerte, de las familias de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí y de la media tribu de Manasés en Basán, trece ciudades. 21:7 Los hijos de Merari según sus familias obtuvieron de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la tribu de Zabulón, doce ciudades. 21:8 Dieron, pues, los hijos de Israel a los levitas estas ciudades con sus ejidos, por suertes, como había mandado Jehová por conducto de Moisés. 21:9 De la tribu de los hijos de Judá, y de la tribu de los hijos de Simeón, dieron estas ciudades que fueron nombradas, 21:10 las cuales obtuvieron los hijos de Aarón de las familias de Coat, de los hijos de Leví; porque para ellos fue la suerte en primer lugar. 21:11 Les dieron Quiriat-arba del padre de Anac, la cual es Hebrón, en el monte de Judá, con sus ejidos en sus contornos. 21:12 Mas el campo de la ciudad y sus aldeas dieron a Caleb hijo de Jefone, por posesión suya. 21:13 Y a los hijos del sacerdote Aarón dieron Hebrón con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas; además, Libna con sus ejidos, 21:14 Jatir con sus ejidos, Estemoa con sus ejidos, 21:15 Holón con sus ejidos, Debir con sus ejidos, 21:16 Aín con sus ejidos, Juta con sus ejidos y Bet-semes con sus ejidos; nueve ciudades de estas dos tribus; 21:17 y de la tribu de Benjamín, Gabaón con sus ejidos, Geba con sus ejidos, 21:18 Anatot con sus ejidos, Almón con sus ejidos; cuatro ciudades. 21:19 Todas las ciudades de los sacerdotes hijos de Aarón son trece con sus ejidos. 21:20 Mas las familias de los hijos de Coat, levitas, los que quedaban de los hijos de Coat, recibieron por suerte ciudades de la tribu de Efraín. 21:21 Les dieron Siquem con sus ejidos, en el monte de Efraín, como ciudad de refugio para los homicidas; además, Gezer con su ejidos, 21:22 Kibsaim con sus ejidos y Bet-horón con sus ejidos; cuatro ciudades. 21:23 De la tribu de Dan, Elteque con sus ejidos, Gibetón con sus ejidos, 21:24 Ajalón con sus ejidos y Gat-rimón con sus ejidos; cuatro ciudades. 21:25 Y de la media tribu de Manasés, Taanac con sus ejidos y Gat-rimón con sus ejidos; dos ciudades. 21:26 Todas las ciudades para el resto de las familias de los hijos de Coat fueron diez con sus ejidos. 21:27 A los hijos de Gersón de las familias de los levitas, dieron de la media tribu de Manasés a Golán en Basán con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas, y además, Beestera con sus ejidos; dos ciudades. 21:28 De la tribu de Isacar, Cisón con sus ejidos, Daberat con sus ejidos, 21:29 Jarmut con sus ejidos y En-ganim con sus ejidos; cuatro ciudades. 21:30 De la tribu de Aser, Miseal con sus ejidos, Abdón con sus ejidos, 21:31 Helcat con sus ejidos y Rehob con sus ejidos; cuatro ciudades. 21:32 Y de la tribu de Neftalí, Cedes en Galilea con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas, y además, Hamot-dor con sus ejidos y Cartán con sus ejidos; tres ciudades. 21:33 Todas las ciudades de los gersonitas por sus familias fueron trece ciudades con sus ejidos. 21:34 Y a las familias de los hijos de Merari, levitas que quedaban, se les dio de la tribu de Zabulón, Jocneam con sus ejidos, Carta con sus ejidos, 21:35 Dimna con sus ejidos y Naalal con sus ejidos; cuatro ciudades. 21:36 Y de la tribu de Rubén, Beser con sus ejidos, Jahaza con sus ejidos, 21:37 Cademot con sus ejidos y Mefaat con sus ejidos; cuatro ciudades. 21:38 De la tribu de Gad, Ramot de Galaad con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas; además, Mahanaim con sus ejidos, 21:39 Hesbón con sus ejidos y Jazer con sus ejidos; cuatro ciudades. 21:40 Todas las ciudades de los hijos de Merari por sus familias, que restaban de las familias de los levitas, fueron por sus suertes doce ciudades. 21:41 Y todas las ciudades de los levitas en medio de la posesión de los hijos de Israel, fueron cuarenta y ocho ciudades con sus ejidos. 21:42 Y estas ciudades estaban apartadas la una de la otra, cada cual con sus ejidos alrededor de ella; así fue con todas estas ciudades.

Israel ocupa la tierra
21:43 De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres, y la poseyeron y habitaron en ella. 21:44 Y Jehová les dio reposo alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres; y ninguno de todos sus enemigos pudo hacerles frente, porque Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos. 21:45 No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.

Capítulo 22
El altar junto al Jordán
22:1 Entonces Josué llamó a los rubenitas, a los gaditas, y a la media tribu de Manasés, 22:2 y les dijo: Vosotros habéis guardado todo lo que Moisés siervo de Jehová os mandó, y habéis obedecido a mi voz en todo lo que os he mandado. 22:3 No habéis dejado a vuestros hermanos en este largo tiempo hasta el día de hoy, sino que os habéis cuidado de guardar los mandamientos de Jehová vuestro Dios. 22:4 Ahora, pues, que Jehová vuestro Dios ha dado reposo a vuestros hermanos, como lo había prometido, volved, regresad a vuestras tiendas, a la tierra de vuestras posesiones, que Moisés siervo de Jehová os dio al otro lado del Jordán. 22:5 Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jehová os ordenó: que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y le sigáis a él, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma. 22:6 Y bendiciéndolos, Josué los despidió, y se fueron a sus tiendas. 22:7 También a la media tribu de Manasés había dado Moisés posesión en Basán; mas a la otra mitad dio Josué heredad entre sus hermanos a este lado del Jordán, al occidente; y también a éstos envió Josué a sus tiendas, después de haberlos bendecido. 22:8 Y les habló diciendo: Volved a vuestras tiendas con grandes riquezas, con mucho ganado, con plata, con oro, y bronce, y muchos vestidos; compartid con vuestros hermanos el botín de vuestros enemigos. 22:9 Así los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés, se volvieron, separándose de los hijos de Israel, desde Silo, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, a la tierra de sus posesiones, de la cual se habían posesionado conforme al mandato de Jehová por conducto de Moisés. 22:10 Y llegando a los límites del Jordán que está en la tierra de Canaán, los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés edificaron allí un altar junto al Jordán, un altar de grande apariencia. 22:11 Y los hijos de Israel oyeron decir que los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés habían edificado un altar frente a la tierra de Canaán, en los límites del Jordán, del lado de los hijos de Israel. 22:12 Cuando oyeron esto los hijos de Israel, se juntó toda la congregación de los hijos de Israel en Silo, para subir a pelear contra ellos. 22:13 Y enviaron los hijos de Israel a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés en tierra de Galaad, a Finees hijo del sacerdote Eleazar, 22:14 y a diez príncipes con él: un príncipe por cada casa paterna de todas las tribus de Israel, cada uno de los cuales era jefe de la casa de sus padres entre los millares de Israel. 22:15 Los cuales fueron a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad, y les hablaron diciendo: 22:16 Toda la congregación de Jehová dice así: ¿Qué transgresión es esta con que prevaricáis contra el Dios de Israel para apartaros hoy de seguir a Jehová, edificándoos altar para ser rebeldes contra Jehová? 22:17 ¿No ha sido bastante la maldad de Peor, de la que no estamos aún limpios hasta este día, por la cual vino la mortandad en la congregación de Jehová, 22:18 para que vosotros os apartéis hoy de seguir a Jehová? Vosotros os rebeláis hoy contra Jehová, y mañana se airará él contra toda la congregación de Israel. 22:19 Si os parece que la tierra de vuestra posesión es inmunda, pasaos a la tierra de la posesión de Jehová, en la cual está el tabernáculo de Jehová, y tomad posesión entre nosotros; pero no os rebeléis contra Jehová, ni os rebeléis contra nosotros, edificándoos altar además del altar de Jehová nuestro Dios. 22:20 ¿No cometió Acán hijo de Zera prevaricación en el anatema, y vino ira sobre toda la congregación de Israel? Y aquel hombre no pereció solo en su iniquidad.

Lucas 20:1-26
La autoridad de Jesús
(Mt. 21.23-27; Mr. 11.27-33)
20:1 Sucedió un día, que enseñando Jesús al pueblo en el templo, y anunciando el evangelio, llegaron los principales sacerdotes y los escribas, con los ancianos, 20:2 y le hablaron diciendo: Dinos: ¿con qué autoridad haces estas cosas? ¿o quién es el que te ha dado esta autoridad? 20:3 Respondiendo Jesús, les dijo: Os haré yo también una pregunta; respondedme: 20:4 El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? 20:5 Entonces ellos discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis? 20:6 Y si decimos, de los hombres, todo el pueblo nos apedreará; porque están persuadidos de que Juan era profeta. 20:7 Y respondieron que no sabían de dónde fuese. 20:8 Entonces Jesús les dijo: Yo tampoco os diré con qué autoridad hago estas cosas.

Los labradores malvados
(Mt. 21.33-44; Mr. 12.1-11)
20:9 Comenzó luego a decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, la arrendó a labradores, y se ausentó por mucho tiempo. 20:10 Y a su tiempo envió un siervo a los labradores, para que le diesen del fruto de la viña; pero los labradores le golpearon, y le enviaron con las manos vacías. 20:11 Volvió a enviar otro siervo; mas ellos a éste también, golpeado y afrentado, le enviaron con las manos vacías. 20:12 Volvió a enviar un tercer siervo; mas ellos también a éste echaron fuera, herido. 20:13 Entonces el señor de la viña dijo: ¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizás cuando le vean a él, le tendrán respeto. 20:14 Mas los labradores, al verle, discutían entre sí, diciendo: Este es el heredero; venid, matémosle, para que la heredad sea nuestra. 20:15 Y le echaron fuera de la viña, y le mataron. ¿Qué, pues, les hará el señor de la viña? 20:16 Vendrá y destruirá a estos labradores, y dará su viña a otros.Cuando ellos oyeron esto, dijeron: ¡Dios nos libre! 20:17 Pero él, mirándolos, dijo: ¿Qué, pues, es lo que está escrito: La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo? 20:18 Todo el que cayere sobre aquella piedra, será quebrantado; mas sobre quien ella cayere, le desmenuzará.

La cuestión del tributo
(Mt. 21.45-46; 22.15-22; Mr. 12.12-17)
20:19 Procuraban los principales sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo. 20:20 Y acechándole enviaron espías que se simulasen justos, a fin de sorprenderle en alguna palabra, para entregarle al poder y autoridad del gobernador. 20:21 Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, y que no haces acepción de persona, sino que enseñas el camino de Dios con verdad. 20:22 ¿Nos es lícito dar tributo a César, o no? 20:23 Mas él, comprendiendo la astucia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? 20:24 Mostradme la moneda. ¿De quién tiene la imagen y la inscripción? Y respondiendo dijeron: De César. 20:25 Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. 20:26 Y no pudieron sorprenderle en palabra alguna delante del pueblo, sino que maravillados de su respuesta, callaron.

Salmos 89:1-52
Capítulo 89
Pacto de Dios con David
Masquil de Etán ezraíta.
89:1 Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente;
De generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca.
89:2 Porque dije: Para siempre será edificada misericordia;
En los cielos mismos afirmarás tu verdad.
89:3 Hice pacto con mi escogido;
Juré a David mi siervo, diciendo:
89:4 Para siempre confirmaré tu descendencia,
Y edificaré tu trono por todas las generaciones.Selah

89:5 Celebrarán los cielos tus maravillas, oh Jehová,
Tu verdad también en la congregación de los santos.
89:6 Porque ¿quién en los cielos se igualará a Jehová?
¿Quién será semejante a Jehová entre los hijos de los potentados?
89:7 Dios temible en la gran congregación de los santos,
Y formidable sobre todos cuantos están alrededor de él.
89:8 Oh Jehová, Dios de los ejércitos,
¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová,
Y tu fidelidad te rodea.
89:9 Tú tienes dominio sobre la braveza del mar;
Cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.
89:10 Tú quebrantaste a Rahab como a herido de muerte;
Con tu brazo poderoso esparciste a tus enemigos.
89:11 Tuyos son los cielos, tuya también la tierra;
El mundo y su plenitud, tú lo fundaste.
89:12 El norte y el sur, tú los creaste;
El Tabor y el Hermón cantarán en tu nombre.
89:13 Tuyo es el brazo potente;
Fuerte es tu mano, exaltada tu diestra.
89:14 Justicia y juicio son el cimiento de tu trono;
Misericordia y verdad van delante de tu rostro.
89:15 Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte;
Andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro.
89:16 En tu nombre se alegrará todo el día,
Y en tu justicia será enaltecido.
89:17 Porque tú eres la gloria de su potencia,
Y por tu buena voluntad acrecentarás nuestro poder.
89:18 Porque Jehová es nuestro escudo,
Y nuestro rey es el Santo de Israel.

89:19 Entonces hablaste en visión a tu santo,
Y dijiste: He puesto el socorro sobre uno que es poderoso;
He exaltado a un escogido de mi pueblo.
89:20 Hallé a David mi siervo;
Lo ungí con mi santa unción.
89:21 Mi mano estará siempre con él,
Mi brazo también lo fortalecerá.
89:22 No lo sorprenderá el enemigo,
Ni hijo de iniquidad lo quebrantará;
89:23 Sino que quebrantaré delante de él a sus enemigos,
Y heriré a los que le aborrecen.
89:24 Mi verdad y mi misericordia estarán con él,
Y en mi nombre será exaltado su poder.
89:25 Asimismo pondré su mano sobre el mar,
Y sobre los ríos su diestra.
89:26 El me clamará: Mi padre eres tú,
Mi Dios, y la roca de mi salvación.
89:27 Yo también le pondré por primogénito,
El más excelso de los reyes de la tierra.
89:28 Para siempre le conservaré mi misericordia,
Y mi pacto será firme con él.
89:29 Pondré su descendencia para siempre,
Y su trono como los días de los cielos.
89:30 Si dejaren sus hijos mi ley,
Y no anduvieren en mis juicios,
89:31 Si profanaren mis estatutos,
Y no guardaren mis mandamientos,
89:32 Entonces castigaré con vara su rebelión,
Y con azotes sus iniquidades.
89:33 Mas no quitaré de él mi misericordia,
Ni falsearé mi verdad.
89:34 No olvidaré mi pacto,
Ni mudaré lo que ha salido de mis labios.
89:35 Una vez he jurado por mi santidad,
Y no mentiré a David.
89:36 Su descendencia será para siempre,
Y su trono como el sol delante de mí.
89:37 Como la luna será firme para siempre,
Y como un testigo fiel en el cielo. Selah

89:38 Mas tú desechaste y menospreciaste a tu ungido,
Y te has airado con él.
89:39 Rompiste el pacto de tu siervo;
Has profanado su corona hasta la tierra.
89:40 Aportillaste todos sus vallados;
Has destruido sus fortalezas.
89:41 Lo saquean todos los que pasan por el camino;
Es oprobio a sus vecinos.
89:42 Has exaltado la diestra de sus enemigos;
Has alegrado a todos sus adversarios.
89:43 Embotaste asimismo el filo de su espada,
Y no lo levantaste en la batalla.
89:44 Hiciste cesar su gloria,
Y echaste su trono por tierra.
89:45 Has acortado los días de su juventud;
Le has cubierto de afrenta. Selah
89:46 ¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Te esconderás para siempre?
¿Arderá tu ira como el fuego?
89:47 Recuerda cuán breve es mi tiempo;
¿Por qué habrás creado en vano a todo hijo de hombre?
89:48 ¿Qué hombre vivirá y no verá muerte?
¿Librará su vida del poder del Seol? Selah

89:49 Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias,
Que juraste a David por tu verdad?
89:50 Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos;
Oprobio de muchos pueblos, que llevo en mi seno.
89:51 Porque tus enemigos, oh Jehová, han deshonrado,
Porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu ungido.

89:52 Bendito sea Jehová para siempre.
Amén, y Amén.


Proverbios 13:15-16
13:15 El buen entendimiento da gracia;
Mas el camino de los transgresores es duro.
13:16 Todo hombre prudente procede con sabiduría;
Mas el necio manifestará necedad.

Lectura Bíblica - Abril 19

*** Lecturas de Hoy ***
  • Josué 19:1-20:9
  • Lucas 19:28-48
  • Salmos 88:1-18
  • Proverbios 13:12-14

Josué 19:1-20:9
Capítulo 19
19:1 La segunda suerte tocó a Simeón, para la tribu de los hijos de Simeón conforme a sus familias; y su heredad fue en medio de la heredad de los hijos de Judá. 19:2 Y tuvieron en su heredad a Beerseba, Seba, Molada, 19:3 Hazar-sual, Bala, Ezem, 19:4 Eltolad, Betul, Horma, 19:5 Siclag, Bet-marcabot, Hazar-susa, 19:6 Bet-lebaot y Saruhén; trece ciudades con sus aldeas; 19:7 Aín, Rimón, Eter y Asán; cuatro ciudades con sus aldeas; 19:8 y todas las aldeas que estaban alrededor de estas ciudades hasta Baalat-beer, que es Ramat del Neguev. Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Simeón conforme a sus familias. 19:9 De la suerte de los hijos de Judá fue sacada la heredad de los hijos de Simeón, por cuanto la parte de los hijos de Judá era excesiva para ellos; así que los hijos de Simeón tuvieron su heredad en medio de la de Judá. 19:10 La tercera suerte tocó a los hijos de Zabulón conforme a sus familias; y el territorio de su heredad fue hasta Sarid. 19:11 Y su límite sube hacia el occidente a Marala, y llega hasta Dabeset, y de allí hasta el arroyo que está delante de Jocneam; 19:12 y gira de Sarid hacia el oriente, hacia donde nace el sol, hasta el límite de Quislot-tabor, sale a Daberat, y sube a Jafía. 19:13 Pasando de allí hacia el lado oriental a Gat-hefer y a Ita- cazín, sale a Rimón rodeando a Nea. 19:14 Luego, al norte, el límite gira hacia Hanatón, viniendo a salir al valle de Jefte-el; 19:15 y abarca Catat, Naalal, Simrón, Idala y Belén; doce ciudades con sus aldeas. 19:16 Esta es la heredad de los hijos de Zabulón conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas. 19:17 La cuarta suerte correspondió a Isacar, a los hijos de Isacar conforme a sus familias. 19:18 Y fue su territorio Jezreel, Quesulot, Sunem, 19:19 Hafaraim, Sihón, Anaharat, 19:20 Rabit, Quisión, Abez, 19:21 Remet, En-ganim, En-hada y Bet-pases. 19:22 Y llega este límite hasta Tabor, Sahazima y Bet-semes, y termina en el Jordán; dieciséis ciudades con sus aldeas. 19:23 Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Isacar conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas. 19:24 La quinta suerte correspondió a la tribu de los hijos de Aser conforme a sus familias. 19:25 Y su territorio abarcó Helcat, Halí, Betén, Acsaf, 19:26 Alamelec, Amad y Miseal; y llega hasta Carmelo al occidente, y a Sihorlibnat. 19:27 Después da vuelta hacia el oriente a Bet-dagón y llega a Zabulón, al valle de Jefte-el al norte, a Bet-emec y a Neiel, y sale a Cabul al norte. 19:28 Y abarca a Hebrón, Rehob, Hamón y Caná, hasta la gran Sidón. 19:29 De allí este límite tuerce hacia Ramá, y hasta la ciudad fortificada de Tiro, y gira hacia Hosa, y sale al mar desde el territorio de Aczib. 19:30 Abarca también Uma, Afec y Rehob; veintidós ciudades con sus aldeas. 19:31 Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Aser conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas. 19:32 La sexta suerte correspondió a los hijos de Neftalí conforme a sus familias. 19:33 Y abarcó su territorio desde Helef, Alón-saananim, Adami- neceb y Jabneel, hasta Lacum, y sale al Jordán. 19:34 Y giraba el límite hacia el occidente a Aznot-tabor, y de allí pasaba a Hucoc, y llegaba hasta Zabulón al sur, y al occidente confinaba con Aser, y con Judá por el Jordán hacia donde nace el sol. 19:35 Y las ciudades fortificadas son Sidim, Zer, Hamat, Racat, Cineret, 19:36 Adama, Ramá, Hazor, 19:37 Cedes, Edrei, En-hazor, 19:38 Irón, Migdal-el, Horem, Bet-anat y Bet-semes; diecinueve ciudades con sus aldeas. 19:39 Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Neftalí conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas. 19:40 La séptima suerte correspondió a la tribu de los hijos de Dan conforme a sus familias. 19:41 Y fue el territorio de su heredad, Zora, Estaol, Ir-semes, 19:42 Saalabín, Ajalón, Jetla, 19:43 Elón, Timnat, Ecrón, 19:44 Elteque, Gibetón, Baalat, 19:45 Jehúd, Bene-berac, Gat-rimón, 19:46 Mejarcón y Racón, con el territorio que está delante de Jope. 19:47 Y les faltó territorio a los hijos de Dan; y subieron los hijos de Dan y combatieron a Lesem, y tomándola la hirieron a filo de espada, y tomaron posesión de ella y habitaron en ella; y llamaron a Lesem, Dan, del nombre de Dan su padre. 19:48 Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Dan conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas. 19:49 Y después que acabaron de repartir la tierra en heredad por sus territorios, dieron los hijos de Israel heredad a Josué hijo de Nun en medio de ellos; 19:50 según la palabra de Jehová, le dieron la ciudad que él pidió, Timnat-sera, en el monte de Efraín; y él reedificó la ciudad y habitó en ella. 19:51 Estas son las heredades que el sacerdote Eleazar, y Josué hijo de Nun, y los cabezas de los padres, entregaron por suerte en posesión a las tribus de los hijos de Israel en Silo, delante de Jehová, a la entrada del tabernáculo de reunión; y acabaron de repartir la tierra.

Capítulo 20
Josué señala ciudades de refugio
20:1 Habló Jehová a Josué, diciendo: 20:2 Habla a los hijos de Israel y diles: Señalaos las ciudades de refugio, de las cuales yo os hablé por medio de Moisés, 20:3 para que se acoja allí el homicida que matare a alguno por accidente y no a sabiendas; y os servirán de refugio contra el vengador de la sangre. 20:4 Y el que se acogiere a alguna de aquellas ciudades, se presentará a la puerta de la ciudad, y expondrá sus razones en oídos de los ancianos de aquella ciudad; y ellos le recibirán consigo dentro de la ciudad, y le darán lugar para que habite con ellos. 20:5 Si el vengador de la sangre le siguiere, no entregarán en su mano al homicida, por cuanto hirió a su prójimo por accidente, y no tuvo con él ninguna enemistad antes. 20:6 Y quedará en aquella ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación, y hasta la muerte del que fuere sumo sacerdote en aquel tiempo; entonces el homicida podrá volver a su ciudad y a su casa y a la ciudad de donde huyó. 20:7 Entonces señalaron a Cedes en Galilea, en el monte de Neftalí, Siquem en el monte de Efraín, y Quiriat-arba (que es Hebrón) en el monte de Judá. 20:8 Y al otro lado del Jordán al oriente de Jericó, señalaron a Beser en el desierto, en la llanura de la tribu de Rubén, Ramot en Galaad de la tribu de Gad, y Golán en Basán de la tribu de Manasés. 20:9 Estas fueron las ciudades señaladas para todos los hijos de Israel, y para el extranjero que morase entre ellos, para que se acogiese a ellas cualquiera que hiriese a alguno por accidente, a fin de que no muriese por mano del vengador de la sangre, hasta que compareciese delante de la congregación.

Lucas 19:28-48
La entrada triunfal en Jerusalén
(Mt. 21.1-11; Mr. 11.1-11; Jn. 12.12-19)
19:28 Dicho esto, iba delante subiendo a Jerusalén. 19:29 Y aconteció que llegando cerca de Betfagé y de Betania, al monte que se llama de los Olivos, envió dos de sus discípulos, 19:30 diciendo: Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado jamás; desatadlo, y traedlo. 19:31 Y si alguien os preguntare: ¿Por qué lo desatáis? le responderéis así: Porque el Señor lo necesita. 19:32 Fueron los que habían sido enviados, y hallaron como les dijo. 19:33 Y cuando desataban el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino? 19:34 Ellos dijeron: Porque el Señor lo necesita. 19:35 Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus mantos sobre el pollino, subieron a Jesús encima. 19:36 Y a su paso tendían sus mantos por el camino. 19:37 Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, 19:38 diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas! 19:39 Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. 19:40 El, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían. 19:41 Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, 19:42 diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. 19:43 Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, 19:44 y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.

Purificación del templo
(Mt. 21.12-17; Mr. 11.15-19; Jn. 2.13-22)
19:45 Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él, 19:46 diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. 19:47 Y enseñaba cada día en el templo; pero los principales sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo procuraban matarle. 19:48 Y no hallaban nada que pudieran hacerle, porque todo el pueblo estaba suspenso oyéndole.

Salmos 88:1-18
Capítulo 88
Súplica por la liberación de la muerte
Cántico. Salmo para los hijos de Coré. Al músico principal, para cantar sobre Mahalat. Masquil de Hemán ezraíta.
88:1 Oh Jehová, Dios de mi salvación,
Día y noche clamo delante de ti.
88:2 Llegue mi oración a tu presencia;
Inclina tu oído a mi clamor.

88:3 Porque mi alma está hastiada de males,
Y mi vida cercana al Seol.
88:4 Soy contado entre los que descienden al sepulcro;
Soy como hombre sin fuerza,
88:5 Abandonado entre los muertos,
Como los pasados a espada que yacen en el sepulcro,
De quienes no te acuerdas ya,
Y que fueron arrebatados de tu mano.
88:6 Me has puesto en el hoyo profundo,
En tinieblas, en lugares profundos.
88:7 Sobre mí reposa tu ira,
Y me has afligido con todas tus ondas. Selah
88:8 Has alejado de mí mis conocidos;
Me has puesto por abominación a ellos;
Encerrado estoy, y no puedo salir.
88:9 Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción;
Te he llamado, oh Jehová, cada día;
He extendido a ti mis manos.
88:10 ¿Manifestarás tus maravillas a los muertos?
¿Se levantarán los muertos para alabarte? Selah
88:11 ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia,
O tu verdad en el Abadón?
88:12 ¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas,
Y tu justicia en la tierra del olvido?

88:13 Mas yo a ti he clamado, oh Jehová,
Y de mañana mi oración se presentará delante de ti.
88:14 ¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma?
¿Por qué escondes de mí tu rostro?
88:15 Yo estoy afligido y menesteroso;
Desde la juventud he llevado tus terrores, he estado medroso.
88:16 Sobre mí han pasado tus iras,
Y me oprimen tus terrores.
88:17 Me han rodeado como aguas continuamente;
A una me han cercado.
88:18 Has alejado de mí al amigo y al compañero,
Y a mis conocidos has puesto en tinieblas.


Proverbios 13:12-14
13:12 La esperanza que se demora es tormento del corazón;
Pero árbol de vida es el deseo cumplido.
13:13 El que menosprecia el precepto perecerá por ello;
Mas el que teme el mandamiento será recompensado.
13:14 La ley del sabio es manantial de vida
Para apartarse de los lazos de la muerte.